El Mercurio | La inteligencia artificial acelera el desarrollo de nuevos alimentos
La inteligencia artificial está transformando la industria alimentaria. Franco Espinoza, investigador del Centro de Biotecnología de Sistemas (CSB) de la Universidad Andrés Bello, comenta en El Mercurio, cómo esta tecnología revoluciona el sector con aplicaciones innovadoras y sostenibles.
Un artículo del suplemento “Alimentos” de El Mercurio abordó cómo la inteligencia artificial (IA) está revolucionando esta industria al optimizar procesos, reducir costos y ampliar las posibilidades de innovación. Desde la mejora en la calidad y seguridad de los alimentos hasta el desarrollo de productos personalizados, la IA tiene un impacto transformador en todas las etapas de producción. Por ejemplo, tecnologías basadas en algoritmos permiten detectar contaminaciones, monitorear la calidad en tiempo real y predecir problemas antes de que ocurran. Según Franco Espinoza, investigador del área de Alimentos y Bioproductos del Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello, “la IA permite detectar posibles contaminaciones por agentes químicos o biológicos antes de que lleguen al consumidor, monitorear la calidad en tiempo real y usar algoritmos que predicen problemas potenciales”.
Además, su aplicación se extiende a sistemas de embalaje inteligente y sensores de trazabilidad, mejorando la transparencia y la sostenibilidad en la cadena de suministro. La IA también fomenta la reutilización de descartes industriales para crear productos enriquecidos con propiedades nutricionales. Empresas globales como Coca-Cola, Unilever y NotCo han aprovechado esta tecnología para desarrollar productos innovadores que responden a tendencias de consumo y desafíos ambientales. Espinoza subraya que “los sistemas pueden identificar irregularidades que podrían pasar desapercibidas en los controles manuales, garantizando productos más consistentes y seguros”.
Finalmente, esta tecnología contribuye a una producción alimentaria más sostenible, optimizando el uso de recursos como energía y agua, y reduciendo el desperdicio de alimentos. Aunque presenta desafíos éticos y regulatorios, la IA se posiciona como una herramienta clave para alimentar a una población global en crecimiento, satisfacer sus necesidades y reducir el impacto ambiental de la industria.
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