El Mercurio | Informe alerta baja productividad en la Atención Primaria de Salud en Chile pese a mayor financiamiento
Un nuevo estudio elaborado por el Instituto de Salud Pública de la UNAB reveló que, aunque el presupuesto de las APS creció un 68% en ocho años, la cobertura efectiva sigue por debajo del 50%, mientras que la productividad ha caído un 20,9%. Expertos llaman a mejorar el foco de las reformas.
De acuerdo con un reciente análisis sobre la Atención Primaria de Salud (APS) en Chile se advierte una caída preocupante en la eficiencia del sistema, a pesar del aumento significativo en su financiamiento y expansión de la infraestructura.
El documento, titulado “La estrategia de APS Universal y el desafío previo de la productividad asistencial para la cobertura efectiva de pacientes del FONASA”, destaca que la cobertura efectiva de la APS (los que la usan) no supera el 50%, aun cuando la formal (los inscritos) alcanza el 66,4% de los beneficiarios de FONASA.
El informe del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, editado por su director Héctor Sánchez y el académico Manuel Inostroza, indica que entre 2015 y 2023 el presupuesto de las APS creció un 68% real, pasando de $2.007.672 millones a $3.377.813 millones, y que el número de establecimientos aumentó un 27%, con la apertura de más de 500 nuevos centros de atención. Sin embargo, la productividad y eficiencia del sistema han ido en descenso, con una caída acumulada del 20,9% en el mismo periodo de tiempo.
Baja cobertura y falta de acceso efectivo
Uno de los datos más relevantes es que de los 15 millones de afiliados a FONASA en 2020, solo 6 millones (44%) usaron exclusivamente la Atención Primaria de Salud, mientras que 1,5 millones optaron tanto por la APS como por la Modalidad de Libre Elección (MLE) para recibir prestaciones en el sector privado.
El documento apunta a problemas de calidad, falta de resolutividad y la ausencia de interoperabilidad en los registros clínicos, lo que ha generado barreras en la continuidad de la atención. Por otro lado, la sobrecarga en los centros de salud, la distancia geográfica y la inseguridad ciudadana también han impactado negativamente en el acceso.
A pesar de la Reforma de Salud del Ejecutivo de universalizar la APS e integrar a afiliados de Isapres y Fuerzas Armadas, el informe advierte que antes de ampliar la cobertura, es necesario mejorar el foco u objetivo de la reforma y asegurar el acceso efectivo de los actuales beneficiarios de FONASA, que aún no alcanza los estándares internacionales del 65%.
Mayor presupuesto, menos eficiencia
El estudio también señala que a pesar del aumento de recursos del 68%, la cantidad de prestaciones solo aumentó un 33,4% en los últimos ocho años, por ende, la eficiencia del gasto se ha reducido de manera constante. Entre las áreas que más crecieron están las consultas abreviadas, exámenes de imagenología y consultas de lactancia materna, lo que sería positivo en términos de resolutividad.
Sin embargo, también se revela que el costo medio de producción de la Atención Primaria de Salud aumentó un 26,5% en el mismo período, lo que a juicio de los autores sugiere problemas en la gestión de los recursos. “La falta de un modelo actualizado de financiamiento per cápita y las rigideces administrativas en la contratación de personal han sido factores clave en este retroceso”, mencionan.
Necesidad de reformas estructurales
El informe asimismo enfatiza la necesidad de modernizar la gestión de la APS con cambios en la administración de los recursos humanos, la optimización de la asignación presupuestaria y una mayor integración de tecnología para la interoperabilidad de los sistemas clínicos.
En la misma línea, sugieren que el uso de concesiones para infraestructura, el fortalecimiento de la red de especialistas en APS y la implementación de modelos de financiamiento más flexibles podrían mejorar la eficiencia del sistema sin necesidad de aumentar el gasto público.
Por último, el informe destaca que el préstamo del Banco Mundial de US$200 millones destinado a la universalización de la APS debería priorizar el aumento de la eficiencia y productividad para colaborar efectivamente en la reducción de las listas de espera, la mejora en la resolutividad de los centros de salud y el fortalecimiento de la atención en comunas más vulnerables, con la actual población de FONASA en lugar de enfocarse únicamente en la expansión de la cobertura en beneficiarios de Isapres y de las FFAA.
Mejorar los incentivos
“La APS es clave como puerta de entrada al sistema de salud y en la prevención, pero su financiamiento no puede aumentar sin antes resolver los problemas de eficiencia y productividad que muestra nuestro estudio. La caída del 20,9% en productividad en ocho años es un desafío que requiere cambios estructurales en infraestructura, sistemas de información, modelos de atención y, sobre todo, en la gestión del recurso humano. Sin incentivos adecuados, es imposible mejorar la calidad y eficiencia del servicio. La meta debiera ser alcanzar el 62% de uso exclusivo de la APS en FONASA, como en promedio en la OCDE, y no quedarnos en el 44% actual.”, subrayó Héctor Sánchez
Por su parte Manuel Inostroza señaló que “el proyecto de APS Universal del Gobierno está desenfocado. No es viable ampliar la cobertura a beneficiarios de Isapres y Fuerzas Armadas sin antes mejorar la eficiencia y productividad de la red. Actualmente, más de 3 millones de afiliados a FONASA no usan la APS a pesar de estar inscritos, debido a problemas en la atención. La reforma debe priorizar la optimización del recurso humano, la modernización tecnológica para interoperabilidad de registros clínicos y concesiones para acelerar infraestructura.”.