El Mercurio | Héctor Sánchez por proyecto que busca prohibir que las isapres restrinjan la afiliación por preexistencias
El director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, Héctor Sánchez, critica la reciente propuesta de reforma al sistema de salud en Chile, advirtiendo sobre la falta de mecanismos para mitigar riesgos financieros y sus posibles consecuencias para la ciudadanía.
En entrevista por El Mercurio, Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, ofreció un análisis profundo sobre el nuevo proyecto de reforma al sistema de salud presentado por el Ejecutivo.
Este proyecto, que busca modificar la estructura actual de las isapres, ha generado un intenso debate en el ámbito de la salud pública, y Sánchez no escatimó en señalar las preocupaciones que surgen de estas propuestas.
Uno de los cambios más significativos que plantea el proyecto es la eliminación de la declaración de salud, lo que permitiría a las personas afiliarse a las isapres sin que su estado de salud previo sea un impedimento. Además, se propone la prohibición de que las aseguradoras restrinjan la afiliación por preexistencias, lo que, según Sánchez, podría llevar a una selección adversa en el sistema.
Si eliminamos la selección al ingreso en isapres, en el contexto de un sistema de salud público fallido, el resultado inmediato será que quienes puedan evitar la lista de espera se irán a las isapres
Otro aspecto crucial del proyecto es la sustitución de la tabla de factores por una tarifa plana, lo que, según Sánchez, podría resultar en un «enorme castigo para las familias», ya que los más jóvenes y las familias con niños terminarían subsidiando a los afiliados mayores y con mayores problemas de salud. Esta medida, aunque busca simplificar el sistema, podría tener repercusiones negativas en la sostenibilidad financiera de las isapres.
El académico también criticó la propuesta de implementar un reaseguro como mecanismo para mitigar los riesgos financieros. A su juicio, este reaseguro no sería viable y encarecería considerablemente los planes de salud.
«Lo que se está haciendo es, en definitiva, condenar a la destrucción al sistema de isapres«, afirmó, enfatizando que la falta de herramientas adecuadas para mitigar los riesgos financieros podría llevar a graves consecuencias sanitarias para la ciudadanía.