El Mercurio | Estado de excepción: 10 comunas concentran violencia
Un informe del Observatorio del Crimen Organizado y Terrorismo de la Universidad Andrés Bello analizó el impacto de los tres años del estado de emergencia en la macrozona sur.
Diferencias marcadas respecto de los efectos que ha logrado el estado de excepción para prevenir la violencia en la macrozona sur y controlar las acciones de los grupos delictuales y radicalizados, revela un estudio, a tres anos de la implementación de la medida.
La situación excepcional se ha mantenido en aplicación desde el 17 de mayo de 2022, en cuatro provincias de la macrozona sur. Cada mes, el Ejecutivo somete a consulta del Congreso su prórroga.
El análisis sostiene que, pese a la aplicación de la medida, 67 comunas han sufrido atentados u otros episodios de fuerza, aunque se afirma que 10 localidades son las que concentran los casos.
A partir de información de Carabineros, el análisis realizado por el Observatorio del Crimen Organizado y del Terrorismo (Ocrit) de la Universidad Andrés Bello compara los últimos tres años con igual período precedente y establece que las denuncias por delitos violentos pasaron de 3.960 a 2.483, lo que corresponde a una
caída de 37,3%. En ese contexto, en igual lapso cotejado, los atentados incendiarios bajaron de 892 a 543, lo que corresponde a un 39%. Asimismo, las usurpaciones de predios pasaron de 564 a 210, con una caída del 63%.
El informe también hace notar que organizaciones delictuales, que se adjudican los hechos de violencia, como la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Weichan Auka Mapu (WAM) y Resistencia Mapuche Lafkenche (RML), disminuyeron su presencia, mientras el grupo Resistencia Mapuche Malleco (RMM), ligado a la polémica comunidad de Temucuicui, aumentó los delitos reivindicados (ver infografía).
Angol sufre auge de atentados
Entre las comunas que incrementaron sus casos, pese a la medida excepcional, se cuentan Angol, que pasó de 47 a 69; Galvarino, de 29 a 39; Los Sauces, de 59 a 74; Vilcún, 26 a 50, y Curanilahue, de 63 a 133. Si bien Ercilla y Collipulli redujeron sus
casos, ambas comunas siguen al tope de las mas afectadas por la violencia. El ex coordinador de seguridad de la macrozona sur y actual coordinador del Ocrit, Pablo Urquízar, advierte que la concentración de la violencia en un decena de comunas, «da cuenta de la necesidad manifiesta de establecer una estrategia focalizada, territorialmente hablando, de manera tal que se puedan desarticular las organizaciones radicalizadas y terroristas que operan en esas comunas». Considera necesario «establecer medidas preventivas y persecutorias, de manera de dar seguridad a las personas mapuches y no mapuches que viven en esas zonas«.
Resistencia Mapuche Malleco y Temucuicui
Consultado respecto de las razones que explican el fortalecimiento del grupo Resistencia Mapuche Malleco, Urquízar plantea que «esta orgánica se hace difícil de penetrar por su lugar de asiento, que es Temucuicui», aludiendo a la radicalizada comunidad mapuche de Ercilla.
Entre otros aspectos, señala que «existen razones políticas, porque desde hace mucho tiempo se relativizo la violencia que se ejercía. Recordemos que la exministra del Interior Izkia Siches fue atacada en dicho territorio por la Resistencia Mapuche Malleco y no hubo querella; es mas, se hablo de presos políticos por parte de la autoridad».
Otro punto que menciona Urquízar es que «existe como precedente que el ultimo gran operativo en Temuicuicui, con mas de 800 miembros de la PDI, termino con el homicidio del subinspector Luis Morales Balcazar y una gran cantidad de funcionarios lesionados».
Plantea que se debe considerar «como otro elemento, el control armamentístico de este grupo, ya que el financiamiento a través del trafico de drogas y robo de madera le da muchos recursos para tener gran poder de fuego». Asimismo, añade que, «las características geográficas del lugar y su forma de operar, incorporando en su reacción a niños, mujeres y ancianos, la convierten en una agrupación de gran complejidad».
Planificación para la normalidad
Respecto del futuro del estado de excepción, Urquízar expone que «hay un riesgo de parte del Estado de acostumbrarse a la excepción y no establecer una planificación de normalidad y de capacidad estratégica para poder actuar frente a la violencia de la macrozona sur en ese contexto». Añade que «ese riesgo es alto si no se elabora la estrategia pertinente para que el Estado actué en normalidad».