El Mercurio | El impacto del descubrimiento del agujero negro estelar más masivo de la Vía Láctea
Una nota publicada en El Mercurio da cuenta del reciente descubrimiento del agujero negro estelar más masivo de nuestra galaxia. El objeto astronómico fue descubierto por la Colaboración Gaia, un grupo de científicos que tiene entre sus miembros a Laurent Chemin, investigador del Instituto de Astrofísica de la Universidad Andrés Bello.
Fue un descubrimiento imprevisto. El satélite que lo detectó ya había duplicado su expectativa de vida útil y tampoco estaba diseñado para encontrar agujeros negros. Sin embargo, el trabajo multidisciplinario de un grupo de científicos, entre los que se cuenta un investigador de la Universidad Andrés Bello, permitió dar con el agujero negro estelar más masivo que se ha encontrado dentro de la Vía Láctea, con una masa 33 veces mayor que la del Sol.
El fenómeno fue capturado a través de los datos de la misión Gaia, un observatorio espacial operado por la Agencia Espacial Europea (ESA) que agrupa a cientos de expertos que estudian los movimientos de más de 1.500 millones de estrellas, con el fin de realizar un mapeo multidimensional de nuestra galaxia.
Para observar y recopilar datos, utilizan un satélite que orbita en el espacio desde 2013, acompañando la trayectoria de la Tierra alrededor del Sol y en cuya calibración participa Laurent Chemin, académico e investigador del Instituto de Astrofísica de la Universidad Andrés Bello y el único representante de Chile en la iniciativa.
El catedrático de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNAB explica que, «mientras estábamos en el proceso de calibración de los datos que ocupamos para hacer el mapeo de la Vía Láctea, investigadores del grupo del jefe de proyecto, Pasquale Panuzzo, vieron que una estrella tenía un movimiento muy particular, pues rotaba alrededor de un objeto que no emitía luz, pero que a la vez era muy pesado, muy masivo, lo que significa que estábamos frente a un agujero negro de grandes dimensiones». Si bien en el curso de la misión ya habían encontrado otros dos agujeros negros de tipo estelar, comprobaron con sorpresa que el actual –al que nombraron Gaia BH3-es el más masivo detectado dentro de nuestra galaxia y el más cercano a la Tierra, a unos 2.000 años luz de distancia.
El profesor de la Universidad Andrés Bello, quien además es doctor en Astronomía y Astrofísica de la Universidad Sorbonne, en París, y experto en evolución y dinámica de galaxias, asegura que este hito abre una puerta de infinito valor para el desarrollo de la ciencia. «Primero, es un fenómeno que fue detectado por un telescopio, o sea, se puede ver directamente a la estrella gigante binaria que masa del agujero negro». Y agrega que ese es un indicador de un fenómeno que se originó hace mucho tiempo, convirtiéndolo en una verdadera joya para la investigación astronómica.