El Mercurio | El dilema de Oppenheimer
La vicerrectora de Investigación y Doctorado de la Universidad Andrés Bello, Carolina Torrealba, reflexiona en Artes y Letras acerca del rol que tiene la comunidad científica en la construcción de una mejor sociedad.
A propósito de la película “Oppenheimer”, actualmente en cartelera, el cuerpo Artes y Letras del diario El Mercurio decidió consultar a seis destacados científicos nacionales acerca del rol que tiene la comunidad científica en el debate público. La cinta narra la vida de Robert Oppenheimer, físico creador de la bomba nuclear, quien fue acusado de deslealtad por oponerse a la creación de la bomba de hidrógeno y por su amistad con jóvenes comunistas. Tras ser enjuiciado en 1954, perdió su puesto como asesor del gobierno estadounidense.
A raíz de lo que fue la participación de Oppenheimer en uno de los episodios más marcadores de la humanidad y el posterior enjuiciamiento del físico, surge la reflexión acerca de la responsabilidad, el impacto y el papel que cumplen las y los científicos en la sociedad en general.
Entre los profesionales de la ciencia que fueron consultados para este especial se encuentran Mario Hamuy, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2015; María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2017; Fernando Lund, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2001; Eric Goles, Premio Nacional de Ciencias Exactas 1993; Álvaro Fischer, ingeniero matemático de la Universidad de Chile; y Carolina Torrealba, exsubsecretaria de Ciencia y actual vicerrectora de Investigación y Doctorado de la Universidad Andrés Bello.
Un rol central en la construcción social
En su reflexión, Carolina Torrealba destaca la vigencia que tiene la historia de Oppenheimer hoy y el debate que rodea el uso de la tecnología y la investigación científica como herramientas para enfrentar los desafíos de la sociedad.
A juicio de la vicerrectora de Investigación y Doctorado UNAB, relegar la ciencia al ámbito académico es un error y aboga por dar a los científicos un espacio en la opinión pública para aportar a la comprensión del mundo y al avance tecnológico. Cree que la integración de la ciencia en la esfera pública es crucial para lograr un desarrollo equilibrado, aprovechando la experiencia científica para la toma de decisiones y la adaptación a los cambios tecnológicos.
Hoy, con revoluciones tecnológicas que se suceden ya no cada cien años, sino cada diez, me parece que el rol de la ciencia y la tecnología debiese ser central en la construcción social. No me resulta pensar en un mundo en que la ciencia esté ausente del debate público, porque, desde mi visión, está al servicio de la construcción de una mejor sociedad.