El Mercurio | Desarrollar plantas súper adaptables: la urgente tarea que lideran investigadores UNAB para enfrentar el cambio climático
Un artículo publicado en El Mercurio da cuenta del trabajo que realizan el Dr. José Estévez, director del Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables (MN-SAP) y la Dra. Francisca Blanco, directora alterna. Ambos docentes de la UNAB, junto a un equipo nacional e internacional, investigan el desarrollo de plantas capaces de absorber nutrientes en condiciones extremas.
El hambre en el mundo es un tema crítico producto del cambio climático. Y luego de la pandemia y sus efectos sobre las cadenas logísticas, más aún. El último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicado en 2022, da cuenta que 828 millones de seres humanos sufren hambre y que 2.300 millones están expuestos a inseguridad alimentaria.
Seguramente, los efectos de la guerra en Ucrania y su impacto sobre el suministro de cereales básicos, semillas oleaginosas y fertilizantes —con Africa, Asia y América Latina como principales afectados— harán que las cifras sigan creciendo y presionando a la comunidad internacional en su búsqueda de respuestas más eficientes que las exhibidas hasta ahora.
En este desafiante contexto, la Universidad Andrés Bello (UNAB) ha decidido dar un paso al frente y poner la capacidad de sus académicos e infraestructura al servicio de esta carrera que hoy está corriendo la humanidad. A cargo del Dr.
José Manuel Estévez, profesor titular y jefe del Laboratorio Bases Moleculares del Desarrollo de Plantas del Centro de Biotecnología Vegetal (CBV) de la UNAB, la casa de estudios se arrojó a la tarea de lograr el desarrollo de Plantas Súper Adaptables y transformar ese conocimiento en soluciones reales para mejorar, en el mediano plazo, la producción de cultivos esenciales.
“Sabemos que cada vez va a haber más presión sobre la agricultura y que gracias a la biotecnología vamos a poder generar nuevas variantes de cultivos que logren mantener la productividad o mejorarla con menos recursos”, afirma Estévez, quien también es director del Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper Adaptables (MN-SAP). El objetivo es avanzar hacia una aplicación práctica de los conocimientos generados, que favorezca el desarrollo de cultivos de interés económico: “Una de las claves del último estudio que publicamos fue entender cómo las raíces de las plantas son capaces de captar agua y nutrientes del suelo, eso tiene un potencial enorme en la biotecnología vegetal”. Ahora, adelanta el académico, “estamos trabajando para poder generar plantas súper adaptables en los próximos cinco años. Esto es fundamental, en un contexto de cambio climático global, con cambios de precipitaciones, de temperaturas y suelos con mayor cantidad de sal”.
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