El Mercurio | Columna de opinión: Qué cosas suceden con el apagón
El decano de la Facultad de Economía y Negocios de la UNAB, Miguel Vargas Román, analiza la discusión acerca de la creación de una empresa estatal de distribución eléctrica en Chile y aboga por una mayor competencia en el mercado como solución más eficiente.
En una columna de opinión publicada en el diario El Mercurio, el decano de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Miguel Vargas Román, reflexionó acerca del debate en torno a la posibilidad de que una empresa estatal se encargue de la distribución eléctrica en Chile, discusión surgida como consecuencia de los prolongados cortes de luz que afectaron a miles de familias tras el temporal que afectó las zonas centro y sur del país a principios de agosto.
El decano reconoce lo atractivo que podría resultar una solución estatal, basada en la idea de que una empresa pública podría priorizar el bienestar social sobre el lucro. Sin embargo, advierte que la historia y la evidencia reflejan que la administración estatal directa no siempre garantiza un mejor servicio ni menores costos. Afirma que «lo que realmente necesitamos no es más monopolios —y menos si vienen con un sello gubernamental—, sino más competencia».
En su análisis, el profesor Vargas resalta que la experiencia internacional, particularmente en Estados Unidos, demuestra que la competencia en el mercado eléctrico puede ser un motor poderoso de eficiencia. Y ejemplifica con lo ocurrido en Texas, donde la eliminación del servicio regulado permitió que se desarrollara un escenario de competencia que resultó en precios más bajos para los consumidores, con una caída de hasta un 24% en algunas áreas.
La máxima autoridad de la FEN recalca en su columna que antes de optar por un control estatal, se hace necesario dimensionar el costo real de esa decisión. Plantea que crear y operar una empresa estatal de distribución eléctrica implicaría una inversión de miles de millones de dólares en infraestructura y mantenimiento, dinero que podría destinarse a mejorar sectores como la educación, la salud o la infraestructura pública. En este sentido, sostiene que la competencia bien regulada no es solo la opción más eficiente, sino también la más sensata.
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