11 Noviembre 2024

El Mercurio | Cadena productiva del vino desarrolla sistema para monitorear la salud de vides chilenas

El diario El Mercurio destacó un proyecto colaborativo de investigación liderado por la Universidad Andrés Bello, que a través de la vigilancia de virus en las vides busca mejorar la salud de estas y así disminuir las pérdidas en la industria del vino y en la economía del país.

Vides menos productivas, uvas y vinos de menor calidad y reducción en la longevidad de los viñedos, son algunos de los efectos que causan enfermedades asociadas a virus en las vides, lo que genera pérdidas considerables para la vitivinicultura, con impactos económicos para los países.

Un proyecto IDeA I+D, financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), busca enfrentar ese escenario en Chile, al mejorar el estatus sanitario de los viñedos a través de un programa de monitoreo genético para la vigilancia de las principales variantes de los virus que afectan a estos cultivos en el país. De esta forma se apunta a mejorar la calidad de vinos y uvas, y disminuir el impacto económico que producen los virus al afectar a las vides nacionales.

Se trata de un proyecto colaborativo en el que trabajan científicos de centros de investigación de la U. Andrés Bello, UC Davis Chile y Universidad de Chile, así como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), los viveros Univiveros y Nueva Vid, las viñas Concha y Toro, Santa Carolina y Luis Felipe Edwards Wines, y el laboratorio de diagnóstico vegetal Vitalab.

Las vides son uno de los cultivos frutales con más patógenos virales descritos en el mundo, explican los integrantes del proyecto. En Chile, el SAG tiene un programa de monitoreo de plagas y enfermedades en vides a nivel nacional que incluye virus.

Sin embargo, apunta Ariel Orellana, director del Centro de Biotecnología Vegetal de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y director del proyecto, “actualmente no existe un catastro actualizado de todos los virus que afectan a las vides de nuestro país, no se consideran variaciones genéticas locales y hace falta estandarizar los protocolos que tienen los laboratorios para detectar estos patógenos”.

 

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