El Mercurio | 8 de cada 10 chilenos no quieren que Fonasa reemplace a las Isapres
Estudio realizado por el Instituto de Salud Pública UNAB revela el juicio de los usuarios respecto al modelo: la mayoría no quiere el colapso de las Isapres. El 64% de los afiliados al sistema se declara de acuerdo con aquellas medidas que permitirían abordar la crisis a través de mecanismos distintos a la devolución total de los recursos en los plazos establecidos por la autoridad.
La crisis que atraviesa el sistema de salud privado genera dicotomías aparentemente insalvables. Mientras unos consideran que el gobierno busca fácticamente obligar a los usuarios a cambiarse al sistema estatal, otros ven un chantaje de las Isapres al anunciar su inminente colapso.
Así las cosas, el reloj avanza contra las Isapres y los más de tres millones de afiliados y sus familias, mientras que el Gobierno intenta adoptar medidas de último minuto para poner márgenes a la crisis. Esta semana, de hecho, el Ejecutivo incorporó dentro del proyecto de Reajuste del Sector Público una propuesta que apunta a minimizar el efecto inmediato del fallo de la Corte Suprema relativo al precio de las Garantías Explícitas en Salud (GES), pero que no logró tranquilizar a las aseguradoras ni a la oposición, ni tampoco a parlamentarios de gobierno que la consideraron un salvataje.
En agosto de este año, la Corte Suprema ordenó a las Isapres anular el último incremento del precio GES, lo que, según calculó la Superintendencia de Salud (SIS), implica una caída de 13% de los ingresos futuros del sistema, es decir US$42 millones mensuales. Esto se suma al impacto de otro fallo del máximo tribunal, que estableció que las Isapres deben aplicar la tabla de factores definida por la SIS en 2019 y, devolver, de acuerdo con lo indicado por el organismo, US$1.400 millones a los usuarios.
Mientras eso ocurre, el Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Andrés Bello (UNAB) publicó la versión N°14 de la Encuesta Nacional de Salud, estudio que revela, con datos, el juicio de los propios usuarios del sistema.
Contrastando con las miradas dicotómicas que se han tomado el debate, el 76% de los usuarios no quiere que las Isapres desaparezcan y el 80% rechaza la idea de que sean reemplazadas por Fonasa como único ente asegurador. Esto, sin perjuicio de que existen críticas al modelo asegurador vinculadas con los precios.
“Ante la crisis que atraviesa el sistema, está internalizado en las personas que una posible desaparición de las Isapres traería graves consecuencias en los servicios de salud privado y público, generando una crisis sanitaria y política de magnitudes, siendo el aumento de las listas de espera y el empeoramiento de la calidad del servicio, los efectos inmediatos”, afirma Héctor Sánchez, director del ISP UNAB.
Nota azul
Para el académico UNAB y ex Superintendente de Isapres, los insumos de la encuesta, aplicada a 1.400 personas de entre 18 y 85 años, de las regiones Metropolitana, Valparaíso y Biobío, se convierten en una herramienta esencial para la toma de decisiones, sobre todo ahora que se acortan los plazos para la implementación de los dictámenes de la Corte Suprema.
El 64% de los afiliados al sistema se declara de acuerdo con aquellas medidas que permitirían abordar la crisis a través de mecanismos distintos a la devolución total de los recursos en los plazos establecidos por la autoridad y se inclinan por la devolución gradual de los dineros, de modo tal que el sistema no colapse. El 8% se declara partidario de la devolución total de los recursos en los tiempos que establece la Corte Suprema, aun cuando eso conlleve la desaparición de las Isapres y la pérdida de los actuales planes de salud.
El estudio también entrega datos reveladores respecto al juicio que las personas hacen del sistema de salud chileno. Contra todo pronóstico, el índice de percepción de calidad de la salud aumentó seis puntos respecto a 2022, el mayor nivel observado desde 2011, y el índice de experiencia de calidad subió dos puntos. Por primera vez, la nota promedio de evaluación al sistema de salud general fue azul con un 4,2, aunque solo 0,3 décimas por sobre las evaluaciones anteriores.
Según Sánchez, estas cifran son una “buena señal puntual”: “Si bien la presión asistencial por la pandemia ha disminuido, ésta aumenta por enfermos crónicos postergados o no atendidos en su oportunidad lo que afectará los indicadores de calidad”.
Crisis del sistema
Durante este 2023 se han registrado las migraciones más altas desde Isapre a Fonasa. En julio de este año, el número de beneficiarios en el sistema asegurador privado descendió un 12%, llegando hasta las 2.818.105 personas, su nivel más bajo desde marzo de 2012. El sondeo muestra que las razones principales que lo provocan son por motivos económicos y empleo: así lo señala un 67 % de los encuestados.
“Con estos datos, no es correcto señalar que la gente se cambia porque Fonasa ha mejorado. Las personas volverían a las Isapres apenas cambien las condiciones económicas y laborales, así ha sido el comportamiento histórico de los afiliados”, enfatizó el director del ISP UNAB.