El ejercicio para fortalecer el sistema inmune durante la pandemia
La Facultad de Ciencias de la Rehabilitación invitó a la doctora en Ciencias Biomédicas con Orientación en Inmunología de la Universidad Autónoma de Guerrero Iris Paola Guzmán.
En el Webinar: “Sistema Inmune y Ejercicio Físico en Tiempos de Covid-19” el foco fue la necesidad de practicar ejercicios en el tiempo de pandemia, para fortalecer el sistema inmunológico y de esa forma ayudar en las secuelas del Covid-19.
La actividad, organizada por Facultad de Ciencias de la Rehabilitación, tuvo como relatora a Iris Paola Guzmán, doctora en Ciencias Biomédicas con Orientación en Inmunología de la Universidad Autónoma de Guerrero, México, quien profundizó en los beneficios y consecuencias del ejercicio físico. En su exposición mostró detalladamente la relación que se genera entre alimentación, ejercicio y sistema inmune, para llegar finalmente a confirmar la hipótesis.
En primera instancia clasificó el ejercicio físico de acuerdo con el volumen de la masa muscular, la región a entrenar, según los tipos de contracción, o de acuerdo con la fuerza, potencia o consumo máximo de oxigeno y frecuencia cardíaca entre otros puntos.
Guzmán explicó que al llegar a una adaptación física se generan cambios metabólicos a nivel circulatorio, cardiaco, respiratorio y también inmunológico. Es así que, a nivel sistémico el ejercicio juega un papel relevante al favorecer la hemostasia (capacidad de generar sangre en estado líquido que permanezca en los vasos sanguíneos) a nivel muscular, vascular y metabólico, y que repercute de manera importante en el sistema inmunológico.
Actualmente, el ejercicio físico se incluye dentro de algunos aspectos de tratamiento clínico asociados a la prevención y rehabilitación, muchos de estos enfocados en la salud cardiovascular, por todos los beneficios que se generan en el sistema.
Uno de los sistemas que se ve más beneficiado con la actividad física es el sistema inmunológico ya que durante el proceso hay deferentes eventos estimuladores. Guzmán explicó que durante el ejercicio es posible tener un recambio en las poblaciones celulares, en relación con la susceptibilidad, y a infecciones tanto por patógenos extracelulares como por patógenos intracelulares, en este caso los virus.
El proceso, explicado por la doctora, es que la unidad de origen que regula es el músculo que, a través de distintos mediadores del organismo a nivel cerebral, fortalecerá la producción de sustancias como; Opioides, Sustancias P, Serotonina, Péptido vasoactivo intestinal, Prolactina, Adrenocorticotropina. “Estos Neuropéptidos, generados a partir de la actividad física, a través del eje hipotálamo pituitaria adrenal, van a regular la producción de Glucocorticoides de catecolaminas, que son claves en la activación de la respuesta inmune innata”, detalló.
Ejercicios: moderada y baja intensidad
Durante la pandemia una de las recomendaciones entregadas por expertos desde el inicio fue realizar una actividad física si la persona se encontraba en confinamiento, atrás quedaba el ejercicio al aire libre. Sin embargo, es necesario considerar que todo ejercicio debe ser según la capacidad de quien lo realiza, ya que tendrá efectos importantes a nivel inmunológico, según la duración y la intensidad de ese ejercicio, idea apoyada en la hipótesis de la “J” invertida, la que el entrenamiento de baja y moderada intensidad incrementa la capacidad del sistema inmune.
“El entrenamiento severo podría suprimir el sistema inmunológico, y esto surge a partir de que el estrés fisiológico, asociado al entrenamiento severo, puede causar inmunosupresión, incrementando así la susceptibilidad a infecciones”, recalcó la investigadora.
No solo el entrenamiento severo puede causar inmunosupresión, sino también el estrés psicológico, algunos estresores medioambientales, una dieta inadecuada, y la falta de sueño. “Si pensamos en algunos de estos estresores, que se han potenciado durante la pandemia por Covid-19, pues reconoceremos a más de uno de ellos”, agregó.
El contexto y sus variables
El Covid-19 afecta al mundo entero, y el número de casos es variable entre poblaciones. Para la académica, el hecho de que varíe hace suponer que los diferentes entornos ambientales, factores genéticos, nutricionales, incluso las diferentes pirámides relacionadas a edad y género que tiene cada población, son factores importantes para determinar los casos, así como el número de contagiados graves o críticos que presentan síntomas o son casos asintomáticos.
“Todavía no se sabe en qué momento vamos a poder evaluar las secuelas pulmonares o sistémicas asociadas a los diferentes grados de severidad de la manifestación de la enfermedad, cómo se van a tratar en un futuro esas secuelas, cómo será la rehabilitación de esos pacientes que hayan sufrido enfermedad grave o crítica, qué van a contener las vías de práctica clínica para el tratamiento de esas secuelas en la rehabilitación. Todavía hay muchas preguntas por resolver y es producto de que la pandemia continúa”, recalcó Iris Paola Guzmán.
La investigadora agregó que, si bien en algunos lugares se habla de olas de transmisión del virus, otras referencias dicen que realmente no se ha registrado en todos los países una caída sustancial en el número de casos para decir que enfrentamos a una nueva ola, o si la segunda ola será mayor o menor. Es así como, en algunos países, el número de caos ha sido sostenido, por lo que no es posible hablar de una segunda ola, sino que siguen en la primera y que iría en aumento.
La diferencia estaría entonces en los casos y sus síntomas, moderados o leves, versus los síntomas severos o críticos, que están altamente relacionados con la respuesta inmunológica, y con el tipo de respuesta inmunológica.
Recomendaciones:
Para quienes comienzan a realizar ejercicio físico para fortalecer su sistema inmune la sugerencia es ejecutar 30 min diarios los siete días de la semana, ya que sobre 200 minutos se podría mejorar el sistema inmune en contexto de confinamiento.
Lo indicado es mezclar ejercicios de resistencia y aeróbicos, para fortalecer el sistema muscular y cardiovascular.