El Desconcierto | Debilidades del gobierno en su primer año: ¿Problema comunicacional o cojera política?
La docente de Campus Creativo, Daniela Campos, compartió con "El Desconcierto" su evaluación de las debilidades del gobierno en su primer año.
La dificultad del gobierno para comunicar su agenda ha traído muchos cuestionamientos al rol que juega la Secretaría de Comunicaciones (Secom). ¿Pero todo el problema es comunicacional? Se lo preguntamos a dos analistas.
El primer año de Gabriel Boric al mando del Ejecutivo estuvo marcado por diversos episodios que alteraron la implementación del programa de gobierno y llevaron al Presidente a tomar decisiones para corregir el rumbo sobre la marcha.
El fallido viaje de Izkia Siches a Wallmapu, el gabinete de Irina Karamanos, el vínculo del gobierno con el proceso constituyente, las lecciones de moral de Giorgio Jackson que incomodaron a la ex Concertación y los indultos son algunos de los hitos que marcaron negativamente su administración en el transcurso del 2022.
Gran parte de las críticas apuntan al mal despliegue comunicacional que ha tenido La Moneda, incapaz de contener los incendios. De hecho, el nombre de Pablo Paredes, jefe de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) ha sido sacado varias veces a la palestra.
¿Pero es solo un problema comunicacional? Se lo preguntamos a dos analistas políticos que han estudiado de cerca este fenómeno para conocer su diagnóstico.
La Secom: ¿Un problema de tono o de estrategia?
Daniela Campos Letelier, integrante de la Red de Politólogas y académica de la UNAB, observa que efectivamente hay debilidades en el rol de la Secom, especialmente a la hora de resaltar los hitos positivos del gobierno.
«Como bien lo ha dicho el mismo Presidente Boric ha sido mucho ensayo y error, pero comunicacionalmente creo que la ciudadanía no sabe todo lo que se ha avanzado«, plantea.
Tomás Duval, analista y decanos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la U. Autónoma, hace un contrapunto. A su juicio, la Secom «no ha dado el ancho», pero porque «no ha encontrado el tono gubernamental necesario para apoyar la política y la gestión del gobierno y los ministerios».
«Le ha costado salir de las lógicas de comunicación de Apruebo Dignidad, es decir, una suerte de girar sobre sí mismos los códigos y contenidos. Son más ambliopía del Estado», puntualiza.
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