05 Enero 2021

Programa de Asesorías a Emprendedores y Pequeñas Empresas, vincularse en forma directa a pesar de la pandemia

Debido a la pandemia estudiantes, académicos y emprendedores se adaptaron a nuevas formas de comunicación para realizar un trabajo conjunto en medio de la adversidad.

 

Aprender haciendo es el primer objetivo del Programa de Asesorías a Emprendedores y Pequeñas Empresas, por eso aplica como base la Metodología A+S, que consiste en aprender y servir. Es ahí donde aparecen las pequeñas empresas y emprendedores, que se ven beneficiados con la asesoría de los estudiantes de la escuela de Ingeniería en Administración de Empresas de la UNAB.

Esta metodología relaciona los contenidos curriculares de las asignaturas y sus aprendizajes, con la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos dentro de su comunidad. “Es un aporte para los estudiantes ya que se ven expuestos a una experiencia en un contexto real, donde tienen la oportunidad de aplicar los conocimientos y habilidades adquiridos durante su vida estudiantil, declarados en el perfil de egreso”, señaló el secretario académico advance de la escuela de Ingeniería en Administración de Empresas, Carlos Aceituno.

El secretario académico también destacó que gracias a este espacio de enseñanza los estudiantes contribuyen en el desarrollo de las comunidades y organizaciones que participan en esta iniciativa. Hace dos años Sercotec es una de esas organizaciones involucradas: “seguimos aprendiendo. Durante este tiempo hemos trabajado codo a codo con Sercotec, representado por Claudia Soto y sus emprendedores, en un esfuerzo por mejorar la gestión de sus negocios”, indicó Aceituno.

La pandemia cambio la metodología de trabajo, las reuniones se realizan en línea, la comunicación es a través de vías que antes no se utilizaban de forma masiva y todas las partes, estudiantes, profesores y emprendedores, debieron aprender a manejarlas.

“El trabajo realizado por los profesores y alumnos de estas asignaturas ha sido excelente, los alumnos han tenido la oportunidad de vivir una experiencia real y por ello están agradecidos. Como escuela hemos logrado sacar adelante el programa, también estamos agradecidos de la confianza que han puesto los emprendedores en nuestros estudiantes”, agregó el secretario académico.

Finanzas y Marketing son las dos asignaturas en las que se realiza este vínculo directo con los pequeños empresarios, asignaturas que tienen la particularidad de ser un curso integrador de los conocimientos adquiridos por los estudiantes durante su permanencia en la universidad.

Ambas son asignaturas de último año, por lo tanto, los estudiantes tienen la oportunidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos a través de la metodología A+S en su comunidad, una herramienta fundamental para que se formen como mejores profesionales.

Finanzas

En la asignatura “Integrador II: Casos en Finanzas” se aplicó, este segundo semestre 2020, la metodología A+S (Aprendizaje y Servicio), permitiendo que los alumnos tengan un enfoque más real al encontrarse con situaciones nuevas que un ejercicio o caso común no poseen.

Uno de los principales retos que afrontaron los estudiantes fue encontrarse con emprendimientos que han sido afectados por la crisis generada por la pandemia.

“El principal desafío de aplicar este proceso fue mantener un constante contacto entre emprendedor y alumno. La comunicación era lo principal, ya que los datos entregados por el emprendedor se utilizan para desarrollar un Excel y un informe que contiene proyecciones financieras. Afortunadamente el equipo que formamos parte estuvo también en constante comunicación, se pudo resolver obstáculos, y finalmente resultó todo acorde a lo planeado y con éxito”, relató la académica de la asignatura Diana Bustamante.

Se trata de un aporte mutuo entre alumno y emprendedor, ya que este método se encarga del aprendizaje y servicio. “Los conocimientos adquiridos por los alumnos durante la carrera se aplican al negocio, y paralelamente sirven para mejorar su funcionamiento. Por otro lado, el emprendedor aprende metodologías que puede seguir utilizando en su empresa, además de entregar a los alumnos la experiencia del modelo de negocio de su emprendimiento”, detalló la académica.

Marketing

Felipe Bulnes, alumno de Marketing, previamente estudió Ingeniería Comercial también en la UNAB, lo que dice le entregó una serie de herramientas técnicas para enfrentar de mejor manera el más reciente desafío académico. Antes de entrar al programa de UNAB estudió las diferentes ofertas que entregan las distintas casas de estudio, pero se decidió por el Programa de Asesorías a Emprendedores y Pequeñas Empresas.

“Era el más indicado principalmente por la calidad de sus docentes, la versatilidad de sus horarios y la calidad de su plataforma, la cual generó que me pudiese desenvolver académicamente sin ningún problema generando un vínculo cercano entre docente alumno”, indica Bulnes.

Este año Felipe no solo puso en práctica todo lo aprendido, también se enfrentó al reto de adaptarlo a un contexto adverso producto de la llegada del Coronavirus. “La verdad fue desafiante, ya que es primera vez que me toca trabajar en equipo de manera online, pero sin duda fue un proceso muy enriquecedor que hizo darme cuenta de que las barreras que nos interpone la pandemia solo existen en nuestras cabezas. Pudimos trabajar en equipo sin conocernos, realizar investigaciones de mercado, identificación de problemáticas y objetivos, y por último presentar propuestas de mejora al empresario y todo en formato online” agregó.

Sobre la experiencia vivida en la empresa, para Felipe fue enriquecedora en todo sentido, ya que el emprendedor se mostró receptivo en la ayuda y facilitó la investigación. “La propuesta fue interesante en cuanto a tiempos de implementación, costos y rentabilidad futura, por otra parte, la gran cercanía con el emprendedor nos permitió entender el sello y la filosofía de la empresa, para así realizar una propuesta eficiente en base a una misma línea de trabajo”, concluyó.

Para Judith Jara, también alumna de la asignatura, a la hora de sacar conclusiones destacó que las reuniones realizadas a través de plataformas digitales facilitaron el trabajo. “La situación de la pandemia nos permitió enfocarnos en el área digital y aportar con las herramientas actuales que ofrece el e-commerce y las redes sociales, que apoyen su servicio presencial”.

Si bien la estudiante extrañó el trato directo para visualizar en forma personal el área de negocio, destacó la propuesta educativa teoría y práctica de conocimientos, con los problemas actuales que enfrentan los emprendedores. “Permitió fortalecer los aspectos de responsabilidad, de compromiso y por sobre todo aprender a trabajar en equipo considerando que fue formado por alumnos que no nos conocíamos previamente y que debíamos reconocer un liderazgo, los distintos talentos y habilidades, dejando atrás los individualismos para cumplir el objetivo del curso, de apoyar con propuestas de apoyo a la emprendedora”, indicó.

Una de las razones por las que se decidió por el programa de la UNAB fue que el foco está puesto en diversas áreas del crecimiento profesional, como son las habilidades técnicas y de trato. “También ofrece la posibilidad de vivir experiencias como estudiante de intercambio o compartir con estudiantes extranjeros, que nos enriquecen con su cultura y personalidad, generando la posibilidad que establecer conexiones futuras en un mundo globalizado. La malla curricular UNAB me entrega herramientas que permiten un desarrollo integral para desarrollar una carrera en el ámbito público, privado o como independiente” concluyó Jara.

María Magdalena Díaz fue la empresaria que aceptó ser parte del programa de la UNAB por medio de Sercotec. Mulmark, fábrica de taqueños y masas, distribuye sus productos mayoritariamente en minimarket de la Región Metropolitana.

La oportunidad de revisar distintos aspectos de su negocio fue bien recibido por Díaz, quien señaló: “todo lo que agrega valor en conocimiento es un aporte. Las pequeñas empresas necesitan de más asesorías como estas para así establecer bases sólidas en conocimientos que permitan tomar mejores decisiones”.

Sobre ese vínculo que se genera entre los alumnos y los emprendedores, el profesor de marketing Christian Cancino comentó que el principal aporte de este programa es evidenciar los problemas, los clientes y presupuestos reales, además de apreciar lo difícil que es diferenciarse de la competencia y posicionarse en un mercado altamente competitivo.

“Trabajar directamente con personas también es un valor agregado, entender que no todo es perfecto y no siempre contarán con toda la información disponible para sacar conclusiones, ahí es donde deben reaccionar, aprender a tomar decisiones, crear supuestos válidos para solucionar los problemas y conseguir sus objetivos”, concluyó Cancino.

Escrito por Inger Ambler