Doctorado en Medicina de la Conservación de UNAB inauguró su año académico
El Doctorado en Medicina de la Conservación de la Universidad Andrés Bello dio inicio a su año académico con una jornada de bienvenida y destacados expertos, quienes compartieron su trabajo científico y experiencias en esta materia.
Con el objetivo de dar la bienvenida a sus nuevos estudiantes y generar comunidad se realizó a mediados de abril la inauguración del año académico del Doctorado en Medicina de la Conservación de la Universidad Andrés Bello (UNAB). Alumnos, alumnas y docentes pudieron disfrutar de diversas charlas y una instancia de encuentro en el Edificio de Investigación de Campus República.
Junto con desear éxito a los estudiantes, el director del Doctorado en Medicina de la Conservación, Claudio Azat, destacó el nivel que ha alcanzado el programa. Creado el 2009, este doctorado pionero en Chile hoy cuenta con 8 años de acreditación por parte del Consejo Nacional de Acreditación, situándolo en nivel de excelencia. Asimismo, ya son 35 graduados, muchos de ellos internacionales, un aspecto que ha ido en aumento y que da cuenta del alcance que ha logrado el doctorado:
El 50% de nuestros alumnos son del extranjero, principalmente de Latinoamérica, pero también tenemos de Europa y Norteamérica. Estamos creciendo en postulaciones desde Asia y por primera vez recibimos postulaciones desde África.
Asimismo, se refirió a la socioecología como un ámbito que el programa busca potenciar. “Esta es un área transversal y que permite atender la conservación no solo desde el punto de vista biológico, sino que justamente desde las personas, que son las que pueden generar los cambios en el planeta”.
Dimensiones sociales de la conservación
El encuentro tuvo como invitada y principal expositora a Claudia Cerda, destacada académica de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, quien presentó “Las dimensiones sociales de la conservación de la naturaleza”.
En su charla, la Dra. Cerda presentó experiencias que demuestran la importancia de los enfoques de las ciencias sociales para abordar los problemas de la conservación. Esto, considerando que las personas -ya sea individuos, grupos o instituciones- pueden posibilitar o complejizar el logro de las metas de conservación. A la vez, las decisiones en el ámbito de la conservación afectan la vida de las personas.
Tras su presentación, la académica destacó el doctorado como “una iniciativa muy importante en Chile y para quienes trabajamos en conservación. Y el sentido y la importancia que tiene para mí y la Facultad a la cual represento, es la colaboración. Poder afiatarnos como grupos y como distintos expertos en formación de capital humano, en conocimiento y trabajo conjunto. Hay que colaborar, probablemente eso nos permite tener más fuerza en acciones de conservación”.
Consejos para futuros doctores en conservación
En representación del programa de Doctorado en Medicina de la Conservación se presentó el Dr. Hugo Benítez, investigador del Instituto One Health de UNAB y presidente de la Sociedad Chilena de Evolución. El Dr. Benítez, quien este año se sumó a la universidad, habló acerca de “Adaptaciones y Formas Geométricas, la revolución de la morfometría geométrica en ecología evolutiva”, presentando interesantes casos de investigación en torno la adaptación fenotípica de tortugas marinas, mariposas y una mosca nativa de la Antártica.
A los estudiantes que hoy comienzan el doctorado, el Dr. Benítez aconsejó que “traten siempre de combinar las metodologías para responder a una pregunta de investigación, que se animen en no claudicar, siempre buscar la ayuda de los profesores y seguir adelante”.
Asimismo, el Dr. Benítez se manifestó feliz de aterrizar en la UNAB, junto al equipo de su laboratorio:
“Estamos muy motivados, tenemos muchas proyecciones y estaré feliz de recibir a los estudiantes y a los profesores del claustro. Las puertas están abiertas para proyectos”.
En el encuentro también se presentó el Dr. Frederick Toro, académico investigador de la Universidad Santo Tomás, director científico de la ONG Panthalassa y egresado del doctorado en Medicina de la Conservación.
A través de su presentación, titulada “Centinelas del océano: investigación para proteger la salud del ecosistema marino”, el exalumno habló acerca de su trabajo con cetáceos y entregó una serie de consejos a los estudiantes basado en su propia experiencia.
De su paso por el doctorado, el Dr. Toro valoró especialmente el aprendizaje del método científico aplicado a la conservación, cuya base fue fundamental para la postulación a proyectos. También rescata la diversidad de enfoques en el programa, “uno puede ser desde ecólogo, veterinario, hasta periodista hemos visto dentro del doctorado, entonces las miradas son muy amplias y todas igual de importantes”.
El Doctorado en Medicina de la Conservación busca formar doctores de excelencia, preparados para investigar, analizar y desarrollar conocimiento original y autónomo sobre las complejas interacciones derivadas del cambio global. Además, promueve la conservación de la biodiversidad y la difusión de resultados científicos, fortaleciendo el vínculo entre investigación y sociedad.