Directora de Innovación y Transferencia Tecnológica UNAB: “La innovación es una actitud de vida”
Dominique Chauveau llegó a la Universidad Andrés Bello con una misión clara: innovar desde dentro. La nueva directora de Innovación y Transferencia Tecnológica de UNAB inició ya un detallado proceso de escucha, tras el cual generará un diagnóstico y estrategia de co-diseño de las rutas de innovación y emprendimiento que mejor sirvan a las necesidades tanto de estudiantes, como de investigadores y alumni.
Estudió ciencias biológicas, pero no para dedicarse a la ciencia, sino para comprender al ser humano y su lugar en el mundo. “Quería entender el fenómeno de la vida”, explica Dominique Chauveau, quien recientemente asumió la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Andrés Bello (UNAB).
Una vez titulada de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), y tras especializarse en recursos naturales y medio ambiente, ingresó a trabajar en la Fundación para la Innovación Agraria. Allí inició una brillante carrera que se extendería durante casi 20 años y en los que se perfeccionó no solo en metodologías de innovación y emprendimiento, sino en muchas otras disciplinas.
“Me di cuenta de que para trabajar en innovación tenía que entender a distintos grupos humanos, como jóvenes, adultos, ingenieros, educadores, pueblos indígenas, empresas grandes, chicas y medianas, cooperativas, etc. Entonces, busqué las herramientas que me permitieran ser más transversal, para poder hablar con distintas personas usando su lenguaje”, explica la nueva directora de la DITT UNAB.
Mientras trabajaba, Dominique obtuvo un Magíster en Ingeniería Industrial y otro en Comunicación Social, ambos de la PUC. A ello se sumaron diplomados en cooperativismo y educación popular y sus actuales estudios en Psicología.
Esta formación integral, su amplia experiencia en el fomento de la innovación y emprendimiento, y su capacidad para hablar distintos lenguajes, son las credenciales con las que Dominique Chauveau llega a la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica UNAB, para hacer lo que mejor sabe: innovar, desde dentro hacia afuera, partiendo por la DITT.
¿Por qué decidió aceptar el desafío de liderar la DITT en la Universidad Andrés Bello?
Primero, por la diversidad de personas que hay en esta comunidad, que es consistente con la diversidad de Chile. En segundo lugar, porque, desde sus inicios la Universidad definió como uno de sus pilares estratégicos y diferenciadores, la inversión en investigación, lo que permite abordar diversos desafíos con soluciones co-creadas no solo desde una disciplina, sino desde distintas áreas del conocimiento. No me cabe la menor duda que lo que lideremos desde UNAB va a tener un efecto multiplicador masivo en nuestro país y, por lo mismo, estoy feliz y honrada de poder ser parte de esta institución.
¿Y qué mensaje tiene para la comunidad UNAB, que se prepara para innovar desde dentro?
Primero, que la innovación es más intuitiva de lo que uno se imagina. No es una ciencia compleja, es más que nada una metodología que pone su foco en los usuarios y, por consiguiente, es tremendamente democrática. Todos cabemos. En segundo lugar, es un viaje que vamos a construir entre todos, el proceso de rediseño de la Dirección de Innovación y Transferencia Tecnológica será co-construido.
Escuchar para innovar
Justamente, una de las primeras tareas que Dominique Chauveau tiene por delante es conocer y comprender la situación en la que actualmente se encuentra esta unidad, para luego co-diseñar las rutas de innovación y emprendimiento que mejor sirvan a las necesidades tanto de estudiantes –de pre y postgrado–, como de investigadores y alumni.
“Uno de los principios básicos de la innovación es la empatía, el empatizar, que tiene que ver con entender bien cuál es el dolor, la necesidad u oportunidad, para luego transformar eso en una solución”, explica Chauveau. “En esta primera etapa vamos a activar un levantamiento de escucha donde vamos a conectar con autoridades, estudiantes, investigadores, docentes y alumni para escuchar y comprender cuál es la oportunidad que ven desde la innovación, qué es lo que falta, dónde imaginan que debería ir”.
La etapa de escuchas masivas se llevará a cabo en las tres sedes de la universidad –Viña, Santiago y Concepción—, en formato de reuniones con centros de alumnos, alumni, centros de investigación, docentes de planta y decanos, cuidando la representatividad de las sedes.
“Toda esta escucha luego se pondrá arriba de la mesa, se sistematizará, y guiados por el Plan Estratégico Institucional de la Universidad, se cruzará la información. Esto, más las buenas prácticas de otras instituciones y la creatividad de la propia comunidad UNAB, es lo que se traducirá en las líneas de trabajo que la DITT va a proponer para fomentar y desarrollar la innovación y el emprendimiento en la universidad, con miras a la vinculación con la industria y la creación de valor para la sociedad”, indica Chauveau.
Innovación: una actitud de vida
Innovar, en sencillo, significa implementar algo nuevo o significativamente mejorado: “alguien debe usar aquello. Si no se implementa, es solo una idea. Y esto que se implementa, por ejemplo, puede ser un producto que se compra, un servicio que se usa o un ajuste relevante en un proceso productivo. Lo mismo ocurre con cómo nos organizamos para trabajar. Todo esto es innovación”.
Desde lo curricular, explica Chauveau, la innovación tiene que ver sobre todo con la forma de pensar. “Con aprender a mirar de manera crítica el entorno en el que vives para detectar problemas u oportunidades, y que esa mirada y comprensión de tu contexto derive en pensar, desarrollar e implementar una posible solución para resolver aquello”.
La directora de la DITT señala que muchas veces las personas creen que la innovación es solo la tecnología del millón de dólares, “y la verdad es que va más allá de eso. La innovación tiene distintos niveles. No es solamente crear cosas totalmente distintas a lo que conocemos. Incluso la mejora continua es parte del proceso de innovación, así como la copia y adaptación”.
Dominique Chauveau enfatiza que fomentar la innovación requiere, además, de una mirada sistémica, en donde la perspectiva de la estrategia es muy importante. “Definir quiénes son los usuarios de las rutas de innovación y emprendimiento que vamos a co-diseñar en UNAB, en qué momento les ofrecemos oportunidades para avanzar en el proceso, de qué manera y con qué objetivo, son elementos claves. Lo mismo con levantar los resultados de la etapa de implementación del rediseño de la Dirección, para asegurar que efectivamente estamos cumpliendo con la promesa institucional”.
¿Y qué características deben tener quienes quieren avanzar por la ruta del emprendimiento y la innovación?
Con 20 años de experiencia, puedo decir que todos cabemos en el viaje, porque innovar es una actitud de vida, independiente de si terminas facturando por aquello. Es pararte en el lugar en el que estés en la sociedad con una actitud crítica, reflexiva, donde lo que te pasa a ti y le pasa al resto que está alrededor tuyo, lo puedas miras con ojos críticos, sabiéndote capaz de generar soluciones. Así, tú pasas a ocupar un rol activo en la sociedad y pasas a ser un sujeto de transformación que sabe cómo usar el proceso de innovación. Y eso es tremendamente esperanzador, porque habla de que podemos habitar el mundo de una manera más propositiva, usando la innovación como una estrategia.