Diploma de Habilidades Laborales dio la bienvenida a sus nuevos estudiantes
Una de las grandes dificultades que atraviesan las familias de personas con discapacidad es que después de la mayoría de edad hay muy pocas alternativas para sus hijos, tanto de coberturas o terapias, como educativas y laborales.
En ese sentido, el Diploma de Habilidades Laborales de UNAB viene a ofrecer un espacio de posibilidades concretas de aprendizaje, educación e integración, dando la alternativa a jóvenes con discapacidad intelectual leve, de optar a la educación socio laboral superior, en distintas áreas como gastronomía, administración, educación parvularia, deporte, y veterinaria.
“Para nosotros es fundamental tener esta instancia de bienvenida, ya que nuestros estudiantes reciben desde el primer día este acompañamiento como cualquier otro estudiante, se conocen entre ellos, conocen el espacio y se identifican con el sello de la universidad”, explica la directora del programa en Santiago, María Fernanda Órdenes, durante la jornada que recibió a los 25 nuevos estudiantes correspondientes a la versión número 17 de este programa, que se ejecuta desde el 2006 en la capital y desde el 2011 en regiones.
“Al finalizar el primer año, los jóvenes escogen su especialidad y, posteriormente, parten a realizar sus prácticas en centros protegidos, que están en convenio con UNAB, con tutor y supervisor. Muchos de ellos siguen trabajando en los centros o en otros lugares, incluso algunos siguen estudiando otras cosas», dice.
«En el seguimiento que hacemos de experiencia laboral tenemos un 62% de continuidad. El único requisito es tener 18 años y luego se va evaluando caso a caso, pues no todos tienen cursado hasta cuarto medio o presentan diferentes niveles de desarrollo de ciertas áreas. Sobre financiamiento, existe la posibilidad de becas, internas o externas”, agrega.
Respecto a los desafíos para este 2023, donde ya son 77 alumnos regulares correspondientes a los tres años, María Fernanda destaca el gran interés que hay por potenciar el deporte, dado que el año pasado compitieron varios estudiantes con excelentes resultados.
Durante la bienvenida se realizaron presentaciones, tanto de los alumnos como de los monitores, profesores y personal administrativo que los apoyará durante el programa, así como dinámicas para conocerse e integrarse.
¿Y en regiones?
En Viña del Mar y Concepción, donde el programa también se ha ido consolidando como alternativa de continuidad e inserción laboral, se comenzó este año 2023 con la bienvenida y nuevos desafíos.
“Con mucho orgullo vemos llegar a jóvenes a nuestro programa, lo que también es una gran responsabilidad. Son los padres los que buscan y encuentran en nosotros una real opción de desarrollo y crecimiento y confían en nosotros lo más preciado que tienen, que son sus hijos”, señala Alejandra Ríos, encargada del programa en Viña del Mar.
“El desafío es seguir llegando a más jóvenes que buscan una oportunidad de formación en el mundo laboral, para que lo pueden hacer en un ambiente abierto y normalizado como lo es el universitario. La UNAB ha apostado por generar ese espacio, entregando una formación de calidad, tal como lo demuestra nuestra tasa de inclusión laboral, en la que los empleadores quedan muy satisfechos con la incorporación de nuestros estudiantes”, añade.
Para Alejandra Díaz, nueva estudiante de la sede Viña del Mar, este programa la va a ayudar tanto en lo laboral como en lo personal. “A crecer como persona, madurar, no ser tan infantil ni interrumpir en clases, porque yo soy muy distraída, tengo déficit atencional. Me gustaría poder encontrar un buen trabajo donde respeten a la gente que es diferente”, señala.
En tanto, en Concepción este año son 10 jóvenes los que optaron por vivir la experiencia universitaria que los acompañará durante los tres siguientes años de formación sociolaboral.
Para su directora Florencia Iriarte, este es un año especial “donde cumplimos 10 años y ya comenzamos a celebrarlos con la bienvenida de este nuevo grupo de alumnos que llegan a la universidad a vivir una nueva etapa”.
Así lo confirma Andrés Sierra, alumno de tercer año de la sede Concepción, quien participó de la bienvenida, asegurándoles a sus compañeros que ingresan por primera vez que “lo van a pasar increíble, van a aprender mucho a cómo ser más independientes y cualquier cosa que necesiten estaremos atentos para acompañarlos”.
“Soy la primera de mi familia en entrar a la universidad”
Son muchos los testimonios que hay de alumnos y ex alumnos, donde además del desarrollo de conocimiento y habilidades, expresan cómo el programa también representa la generación de un espacio de inclusión real y de auto superación.
“Nadie de mi familia había entrado a la universidad. Soy la primera. Ni mi papá ni mi mamá pudieron entrar. Somos de Santiago y a mí me encanta trabajar con niños chicos y me encantaría ser educadora de párvulos”, indica Valentina Molina Leal, de 20 años.
Colaborando con el programa
Felipe Castro hoy tiene 24 años y partió trabajando en la UNAB en diversas funciones, en el estacionamiento, en la unidad de deportes y otros, hasta que, tras esforzarse se convirtió en estudiante. Actualmente, está en cuarto año ingeniería en Turismo y Hotelería y ha colaborado siempre con el Diploma de Habilidades laborales “porque me gusta y la inclusión que tiene la universidad es llamativa y permite involucrarnos en la sociedad. ¿Por qué decir que una persona con síndrome de Down o una persona sorda es anormal, si es normal?”
Bienvenida de los nuevos estudiantes de Diploma de Habilidades Laborales UNAB