23 Abril 2021

DIARIO UNAB | Clases online: recomendaciones en el segundo año de pedagogía virtual

Dejar el celular en otra habitación por unas horas, tener pasatiempos, considerar el autocuidado, tener videollamadas con amistades, pero evitar la dependencia del celular, es parte de los puntos que llama a considerar la psicóloga de la DGDE, Candelaria Latorre.

El 2021 comenzó con clases virtuales, estudiantes nuevos y antiguos han visto a sus compañeros de curso a través de una pantalla, manteniendo el contacto por redes sociales. Mientras, los académicos buscan consolidar estrategias de enseñanza para este nuevo tipo de educación al que los impulsó la pandemia.

El inicio de semana puede ser abrumador para los estudiantes, sin embargo, hay distintas formas para bajar la ansiedad y organizar las obligaciones. Candelaria Latorre, psicóloga del Área de Bienestar de la Dirección General de Estudiantes (DGDE) de UNAB, señala que el descanso el fin de semana es fundamental, aunque el panorama es distinto ya que las cuarentenas han generado una distorsión del tiempo y “todos los días parecen ser iguales”. Por eso, y para manejar estos días de carga educativa, entregó recomendaciones para sostener el autocuidado y la salud mental.

Ansiedad

Para disminuir la ansiedad es necesario descansar, tener momentos de ocio y también aprender a encausar la energía ansiosa en el deporte, la expresión artística o diferentes pasatiempos. Lo importante es llegar preparados física y mentalmente al lunes con energía fisiológica, tranquilidad mental y emocional.

La ansiedad no es mala per se. La ansiedad es una respuesta de activación del sistema nervioso ante alguna demanda. Esta activación permite tener la energía para sobrepasar las tareas, el problema es cuando esa activación es tan alta que deja de ser adaptativa. Es en ese minuto cuando aparecen otros síntomas como: agotamiento, pensamientos recurrentes, angustia, preocupación, dificultades para concentrarse, entre otros.

Imagina que conectas tu celular a la corriente para aumentar su batería. Cuando ya está cargado al 100%, el celular comienza a sobrecalentarse y lo primero es desenchufarlo para que no se deteriore. Lo mismo ocurre con la ansiedad. La ansiedad nos entrega energía, nos “carga la batería”, pero cuando esta energía es mucha, nos agotamos y tal como el celular experimentamos un sobrecalentamiento.

Lo principal, en ese sentido, es gastar la energía extra en cosas positivas. Por ejemplo: participar de una clase de boxeo después de una prueba, tejer antes de empezar a trabajar o tener una videollamada con nuestros amigos o amigas puede ayudarnos a mantener esa energía a un margen positivo y no llegar a sobrecalentarnos. Son estas actividades las que entregan dinamismo a nuestros días y, a fin de cuentas, es lo que necesitamos para mantener la salud mental.

Concentración

Las altas demandas académicas, como también las dificultades que conlleva estar en confinamiento, afectan las funciones básicas cerebrales, como la concentración. Por eso es de suma importancia lograr una organización adecuada. Y es que una organización es exitosa e inteligente cuando incluye minutos de autocuidado.

No sirve de nada crear bloques de estudio de 60 minutos si realmente logramos concentrarnos solo 30 minutos. En vez de estar buscando concentrarnos esos 30 restantes, es más estratégico crear bloques más cortos y utilizar el tiempo sobrante en hacer otras actividades. Aquí es cuando aparece el concepto de actividades de autocuidado.

Las actividades de autocuidado son acciones que al ejecutarlas es posible concentramos plenamente en ellas y que al terminarlas aportan mayor tranquilidad y energía. Esta definición es importante, porque si al hacer la actividad no podemos concentrarnos en ella y al terminarla nos sentimos más cansados(as) e incluso culpables de “haber gastado nuestro tiempo”, esta actividad no es beneficiosa. Lo positivo de estas actividades es que nos entregan la energía para seguir estudiando, nos despejan la cabeza para poder concentrarnos y nos aportan goce y dinamismo que nos permiten mantener nuestra ansiedad a un margen positivo.

Manejo de redes sociales

Las redes sociales permiten a los estudiantes mantenerse en contacto con sus amistades, entretenerse y distraerse. Pero cuando la cantidad de tiempo frente al teléfono es extrema, hemos creado una dependencia que incrementa la ansiedad y malestar. Por otra parte, abusar del contacto a través de las pantallas puede mermar el desarrollo de habilidades sociales básicas, e incluso puede generar mayores dificultades cuando volvamos a enfrentarnos cara a cara a situaciones de encuentro social.

 

Considerando que en el contexto actual el contacto social se da únicamente a través de una pantalla, es importante sacar el mayor provecho de estos. La comunicación real incluye emociones, movimientos, gestos, posturas, tonos de voz y miles de otros matices que se pierden si solamente nos contactamos con los demás a través de una pantalla. Se recomienda que la comunicación incluya alguna interacción como escuchar la voz de la otra persona, por ejemplo, conversando por notas de voz o mirarse a los ojos a través de una videollamada.

Autocuidado

La mayoría de los teléfonos, e incluso algunas aplicaciones de redes sociales, cuentan con un sistema de bloqueo o notificación en el que el usuario puede decidir un tiempo específico de conexión. Activar este sistema nos permite monitorear cuánto tiempo pasamos en la pantalla, especialmente porque los expertos recomiendan que la conexión a redes sociales no supere las 2 horas diarias.

Estar la mayoría del día en conexión a estas plataformas también quita minutos para realizar otro tipo de actividades que nos entreguen más beneficios, como por ejemplo las actividades de autocuidado.

Para quienes sufren de desconcentración mientras estudian y no logran desconectarse del teléfono, una estrategia puede ser dejar el aparato en otro lugar de la casa o entregárselo a alguien para que lo retenga mientras estudian. No hay una receta universal para disminuir el contacto, pero es importante que cada persona busque la forma que más le acomode para lograr una conexión sana con las redes sociales.

Escrito por Inger Ambler