Diario Estrategia | Intensamente: Una oportunidad para mirar nuestro interior
La psicóloga Valentina Morales Arriagada, Directora de la Clínica De Atención Psicológica (CAPSI), de la U. Andrés Bello, sede Concepción, nos invita a reflexionar sobre la importancia de esta saga que ha causado impacto en grandes y chicos.
Nos preguntamos que hace que las películas Intensamente I y II se hayan transformado en un foco de atracción y entretención para niños y adultos.
Quizás es porque apunta a mostrarnos y enseñarnos algo acerca de nosotros mismos. El ser humano es naturalmente curioso, quiere ver, saber y comprender el mundo que lo rodea. Pero también quiere comprender su mundo interior, tan lleno de incógnitas y misterios.
La saga Intensamente nos entrega precisamente eso, una manera de comprender el complejo funcionamiento de nuestra subjetividad.
Intenta explicar, en un lenguaje comprensible para niños y adultos, como funciona nuestra mente, interpretando las experiencias cotidianas bajo el efecto de distintas emociones.
Nos muestra cómo la realidad se puede transformar frente a nuestros ojos, y una misma experiencia puede en un momento causarnos felicidad y en otro momento ser causa de rabia o tristeza.
Intensamente emotiva
La primera entrega de esta bella historia nos muestra de forma simple y divertida el complejo equilibrio de las emociones básicas presentes durante la niñez, Alegría, Tristeza, Furia, Temor y Desagrado.
Nos habla de cómo la primacía de una u otra va tiñendo nuestra construcción interna del mundo y la imagen de quienes son importantes para nosotros.
La historia de Riley nos explica cómo, en la inocencia de la niñez, protegemos una visión idealizada de nuestra madre, de nuestro padre, de las cosas que nos gustan o de las cosas que hacemos.
La entrada en la pubertad, con la adquisición de nuevas habilidades cognitivas, quiebra estas idealizaciones y nos permite mirar nuestro entorno desde otras perspectivas., requiriendo la reconstrucción de lo que hay en nuestro interior.
En esta segunda entrega, la protagonista está a punto de entrar a un nuevo ciclo educacional y enfrentar cambios importantes en su vida.
Así, la vivencia interna de Riley se complica aún más con la llegada de nuevas emociones, Ansiedad, Aburrimiento, Envidia y Vergüenza.
Vemos como el entorno familiar, antes de importancia vital, ha quedado relegado, y en su lugar se instala la necesidad de aceptación y pertenencia a un entorno social.
Identidad y crecimiento
El cuestionamiento interior es intenso, las preguntas acerca de ¿quién soy?, ¿cómo soy? y ¿quién quiero ser? se apoderan del escenario mental y nos invaden nuevas y más complejas vivencias y emociones.
De esta manera se abre paso, poco a poco, el proceso de formación de la identidad y la construcción del sentido de sí mismo, que estarán en constante enriquecimiento y consolidación a lo largo de nuestra vida adulta.
En Intensamente I y II hay entretención para los pequeños y un espacio de reflexión para los adultos.
Esta historia es la de cada uno de nosotros, de nuestro paso por el ciclo vital, con sus diferentes momentos, en los que Felicidad, Tristeza, Ansiedad y las demás emociones protagonistas también nos han acompañado.
Hay también un importante mensaje acerca de cómo nuestra mente es un lugar que requiere cuidado y equilibrio, que necesitamos aceptar e integrar todas las emociones, ya que cada una contribuye a enriquecer nuestra experiencia, y cuánto es importante compartir con otros lo que nos pasa y buscar ayuda cuando lo que sentimos nos abruma o supera nuestras capacidades.