Diálogo sobre cultura profesional colaborativa marcó la Jornada de Bienvenida Docente 2023

Con el objeto de dar la bienvenida al nuevo Año Académico y recibir a sus profesores y profesoras, tanto a aquellos que recién se incorporan como a quienes ya se desempeñan en la institución, la Vicerrectoría Académica (VRA) de la Universidad Andrés Bello (UNAB) realizó la Jornada de Bienvenida Docente 2023.

El saludo inicial de la actividad –que se realizó de manera sincrónica para las tres sedes de Santiago, Viña del Mar y Concepción– estuvo a cargo de María Isabel Jorquera, Directora de  Innovación y Desarrollo Docente (DIDD) de la VRA, quien manifestó una gran satisfacción por esta instancia de encuentro, durante la cual se presentó el Plan de Formación y Desarrollo Docente  y  la Dra. Denisse Vaillant, decana del Instituto de Educación y Directora del Programa de Doctorado en Educación de la Universidad ORT de Uruguay, dictó la charla «Trabajo colaborativo y nuevos escenarios para el desarrollo profesional docente». Al respecto señaló que:

Agradezco a todos los presentes por asistir a esta convocatoria, porque queremos que esta jornada sea un espacio de participación, donde podamos interactuar y compartir algunas experiencias.

Posteriormente, la Directora General de Docencia, Dra. Paula Riquelme, presentó el Plan de Formación y Desarrollo Docente para este año, destacando que para su elaboración se realizó un trabajo de mucho diálogo con los facultades, para que los cursos, talleres y diplomados respondan a las reales necesidades de los docentes.

«Nuestro modelo de formación contempla tres tipos de actividades formativas: un bloque de cursos básicos de habilitación para la docencia en UNAB, destinado principalmente a los profesores que ingresan cada año a nuestra institución; una oferta permanente con cinco diplomados; y una oferta complementaria«, explicó Riquelme, y destacó el trabajo conjunto con las facultades para determinar los énfasis de este programa:

Hemos estado en reuniones con cada uno de los decanos, para presentar nuestra oferta formativa y definir junto a ellos el foco que la facultad le va a dar a esta oferta de formación, según las necesidades de cada una de estas unidades académicas.

Los cursos básicos incluyen: Modelo Educativo Institucional; Lineamientos y Orientaciones para la Docencia en la Universidad Andrés Bello; Aula Virtual inicial (LMS Canvas); y Metodología HyFlex.

Los diplomados, divididos en tres niveles, abordan las siguientes temáticas: Estrategias de enseñanza y aprendizaje digital; Docencia universitaria en contexto de diversidad; Evaluación para el aprendizaje para educación superior; Bases de la docencia en entornos clínicos y de simulación; y Docencia universitaria y STEM. Asimismo, Riquelme anunció que «estamos preparando un nuevo diplomado durante este 2023, que va a certificar a los docentes que imparten docencia en programas online».

En cuanto a la oferta complementaria, la Directora General de Docencia explicó que se diseñó sobre la base de la evaluación docente y mediante el levantamiento de necesidades de las facultades. Este año se realizarán talleres de diseño de instrumentos de evaluación, de trabajo colaborativo, y de ChatGPT más el uso de Inteligencia Artificial como recurso para la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes de UNAB, entre otros cursos.

Al terminar su presentación, la Dra. Riquelme dio la bienvenida y agradeció a la expositora invitada, la Dra. Vaillant, tras lo cual los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar y compartir experiencias con la especialista.

Trabajo colaborativo

Vaillant, quien es doctora en Educación de la Universidad de Québec à Montréal, Canadá, con Maestría en Planeamiento y Gestión Educativa de la Universidad de Ginebra, Suiza, presentó la charla «Trabajo Colaborativo y nuevos escenarios para el desarrollo profesional docente». En su ponencia,  la especialista uruguaya compartió los resultados de investigaciones en las que ha participado, vinculadas al desarrollo profesional docente y culturas colaborativas, cuyas conclusiones muestran que la formación docente es un proceso de aprendizaje que ocurre en colaboración, desde una vinculación activa del sujeto con los contextos y los ambientes en los cuales se relaciona.

Destacó que si bien el desarrollo profesional docente se viene estudiando desde los años ‘80, a raíz de la pandemia ha estado en primer lugar de la agenda y ha cobrado especial relevancia tanto desde la investigación como desde la intervención. «En las universidades todos tuvimos que transitar tiempos de incertidumbre, donde nos tocó muy rápidamente adecuarnos a la educación en formato a distancia, con todo lo que implica de presión a los docentes, porque supone un diseño instruccional distinto. No es lo mismo presencial que híbrido o a distancia», comentó la especialista.

La académica citó estudios del académico estadounidense Andy Hargreaves, quien desarrolla el tema de las «culturas profesionales docentes» y distingue cuatro categorías. La primera es la «cultura de trabajo colaborativa», donde los docentes comparten normas, creencias, valores, las formas de hacer; luego está la «cultura individualista», donde existe un asilamiento profesional, en la cual el docente se desarrolla de manera solitaria en su aula; en tercer lugar, la «cultura profesional balcanizada», donde hay fragmentación de subgrupos, fuertemente aislados entre sí; y finalmente, la «cultura colegiada artificial», que en teoría trabaja de manera colaborativa porque es impuesta, pero en realidad no es así.

Esto se relaciona, dijo Vaillant, con otro tema que está siendo objeto de estudio, que son los nóveles docentes, es decir, aquellos que se integran por primera vez a una institución, y se insertan en la cultura profesional: «A veces, mirar a los nóveles docentes nos sirve para reflexionar sobre nuestras culturas profesionales y nuestras prácticas».

Asimismo, explicó que de los cuatro tipos de culturas profesionales, la más observada en muchos centros educativos es la «individualista», donde prima un modelo de logro solitario, respecto del cual, «algunos autores señalan que muchas veces el individualismo es estratégico, porque permite discreción profesional y protección contra las interferencias externas». Esta cultura individualista, agregó la Doctora en Educación, se puede contrarrestar mediante el establecimiento de mecanismos que permitan facilitar el intercambio y colaboración entre colegas. «Por ejemplo, a través de talleres, como lo que se hacen en UNAB en el plan de desarrollo docente», comentó Vaillant.

Destacó que los equipos docentes tienen un papel fundamental en la puesta en marcha de una cultura educativa, que tiene que ver también con la modalidad de gestión administrativa y pedagógica de la institución, es decir, en que exista la posibilidad de colaborar realmente, establecer trabajos colaborativos entre los docentes y con los estudiantes. En relación con ello subrayó:

Hay que entender que el trabajo colaborativo no nace por generación espontánea, sino que requiere tiempo, recursos pedagógicos, asesorías, un esquema institucional, un seguimiento y evaluación. No es algo que se pueda dejar a la espontaneidad, sino que debe ser parte de la propuesta institucional, vinculado a las metas de la institución.

Finalmente, profundizó en investigaciones que evidencian el impacto positivo que las culturas colaborativas docentes tienen en los procesos de enseñanza y aprendizaje. «Hay estudios que muestran que cuando hay cultura colaborativa en una institución aumenta la autonomía, la eficacia de los docentes, y mejoran notoriamente los aprendizajes de los estudiantes en todas las áreas», recalcó. Y agregó que los aprendizajes mejora cuando incluyen retroalimentación de pares y cuando los docentes realizan una planificación colaborativa de sus clases.