Día Mundial del Síndrome de Down: UNAB derriba mitos sobre esta condición
Mucho se ha avanzado en materia de inclusión en los últimos años desde distintas áreas de la sociedad civil. No obstante, en la cotidianidad siguen aún reproduciéndose discursos discriminadores y estigmatizadores contra personas con Síndrome de Down. La académica UNAB y experta en educación cognitiva, Claudia Figueroa, junto con el conversatorio de padres y madres de hijos con esta condición desmienten los mitos más comunes en torno al síndrome.
En diciembre del 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 21 de marzo como el día internacional del Síndrome de Down. La conmemoración busca generar una mayor conciencia pública sobre esta condición y así recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con discapacidad intelectual como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
A pesar de esto y los esfuerzos constantes de distintas organizaciones de la sociedad civil, aún existen muchos mitos, estereotipos y estigmas sobre las personas con este síndrome que están lejos de contribuir en la inclusión de ellas en el espacio público.
Por esta razón, la fonoaudióloga, académica de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación de la U. Andrés Bello y experta en educación cognitiva, Claudia Figueroa León, derriba los mitos y las frases que más se reproducen para referirse a personas con Síndrome de Down o Trisomía 21. En esta misma línea, la UNAB realizó el 21 de marzo un conversatorio entre padres y madres de personas con esta condición con el objetivo de visibilizar, educar y aportar en una verdadera inclusión de estas personas en sus derechos como ciudadanos.
En la instancia los papás y mamás de niños y niñas con esta condición tuvieron la oportunidad de contar sus distintas experiencias de crianza, desde que se enteran de la noticia de que sus hijos han nacido con síndrome de Down, las brechas en el acceso a la educación, la relación con profesionales de la salud y las redes de apoyo que han formado. El conversatorio fue moderado por la Directora de Terapia Ocupacional UNAB Sede Viña del Mar, Gricelle Rolle.
Revisa el conversatorio completo a continuación:
A continuación te presentamos las frases más comunes para referirse a personas con Síndrome de Down desmentidas por la académica Claudia Figueroa:
“Los niños con Síndrome de Down tiene una discapacidad intelectual que les impide aprender”
La discapacidad intelectual es una medición estandarizada que sólo da cuenta de un coeficiente (número) de rendimiento frente a una norma. Ello puede requerir de una forma de aprender o acercarse al aprendizaje multimodal, pero no impide el aprendizaje en sí mismo. Se transforma en sí en un desafío para la sociedad el cómo respondemos, adaptamos y promovemos el aprendizaje de distintas maneras y con distintos canales de estimulación para que sea efectivo.
“Los niños con Síndrome de Down no aportan en los contextos escolares, sólo retrasan a otros niños”
El contexto escolar no debiera verse “perjudicado” ni menos “retrasado” por las diferencias existentes entre niños y niñas que lo forman. Por el contrario, las diferencias, en cualquier contexto nutren nuestro su desarrollo al permitirles observar, pensar y participar activamente en interacciones diversas que nos muestran formas de hacer las cosas diferentes, pero también nos potencian a modificarnos para facilitarles a otros sus propios procesos. En definitiva el tener espacios en que los participantes son diversos, nos flexibilizan en lo que pensamos, hacemos y sentimos, ello nos hace siempre a todos más hábiles para aprender.
“Los niños con Síndrome de Down no son independientes”
Los niños con Síndrome de Down son individuos y sujetos de derecho que debieran poder lograr su independencia en la medida de sus posibilidades. En este sentido como sociedad somos los grandes deudores de acciones y espacios que faciliten estos procesos a cualquiera que lo requiera.
“Lo hemos visto en concreto, sí se puede vivir solo, sí se puede trabajar, sí se puede movilizar por la ciudad, yo he estado en departamentos de jóvenes con Síndrome de Down que trabajan, estudian y viven en forma independiente, entonces ¿qué diferencias hay entre ellos y nosotros?” afirmó al respecto Patricia Gónzalez, presidenta de la Agrupación de Padres y Amigos por la Rehabilitación e Integración de Personas con Síndrome de Down (APARID)
“Los niños con Síndrome de Down no podrán nunca trabajar”
El Síndrome de Down no es una limitante en sí misma para poder insertarse en la sociedad de manera activa, sino que es la sociedad que parece cerrada a esa posibilidad en todos los espacios posibles. Esta es una deuda especialmente en países como Chile, en que la cuota de ingreso por “discapacidad” en las empresas es mínima.
En el conversatorio de padres y madres, Patricia González, mostró distintos casos de personas con esta condición que con el apoyo necesario habían logrado insertarse en el mundo laboral, como es el caso de Felipe Garrido, quien es funcionario de la Cámara de Diputados .
“Los niños con Síndrome de Down son siempre niños”
Esta creencia popular es una idea que necesita ser erradicada con prisa si lo que pretendemos es ser inclusivos, pues el desarrollo de un individuo, no puede ni debe depender de su condición biológica. Todos tenemos derecho a crecer y lograr metas en distintas etapas del desarrollo en que nos encontremos. El limitar la posibilidad de decidir, optar, creer, querer, buscar, etc nuevos proyectos o procesos propios no es más que un reflejo de no aceptar que todos somos distintos y hacemos las cosas de acuerdo a nuestros recursos, pero no por ello, no crecemos ni avanzamos.
La fonoaudióloga concluye en que en este día de conmemoración del Síndrome de Down estamos en deuda como sociedad no sólo en cuanto a derechos de las diferencias en la población infanto juvenil, sino que también “de la aceptación universal que el aprehender va más allá de saber de memoria un contenido, es adaptarnos y aceptarnos desde estas características que nos son particulares y convivir potenciándonos unos a otros en lo que mejor sabemos hacer, crear, disfrutar o compartir. Las diferencias son las que nos hacen individuos, pero también las que no enriquecen nuestro entorno y vivencia en todos los planos” declaró.
Inclusión y salud mental
Asimismo, otra aspecto fundamental a considerar tanto en personas con Síndrome de Down como personas con discapacidad intelectual (PcDI) es su salud mental. En razón de esto, la Universidad Andrés Bello lanzó el libro «Diálogos sobre salud mental: una mirada respetuosa para quienes acompañamos a personas con discapacidad intelectual«. El texto contiene el análisis de los seis conversatorios a los que asistieron invitados nacionales e internacionales expertos en el campo y que fueron convocados por Diplomado de especialización en problemas en salud mental de personas con discapacidad intelectual de la Universidad Andrés Bello.
Para la editora, Paulina Varas, este libro es un aporte a todos los profesionales, personal de apoyo y familiares de PcDI, ya que permite concientizar sobre los abordajes respetuosos, innovadores y actualizados, mostrando las alertas y los caminos que debe continuar realizando el país a través de sus políticas públicas y coordinación entre organizaciones.
Lee el libro en el siguiente enlace.