Destacado criminólogo internacional visita Facultad de Derecho UNAB
El abogado encargado de las estadísticas criminales de la Unión Europea, Marcelo Aebi, conversó sobre los problemas y desafíos de la globalización y de los delitos cibernéticos con relación a la criminología en un seminario y en el lanzamiento de su nuevo libro.
Hoy es un reto para los Estados hacer frente a la criminalidad relacionada con nuevas modalidades delictivas que ocupan los avances tecnológicos, las redes y el anonimato. Hacking, fraude online y virus computacionales se han transformado en los delitos de moda en muchos países, pero el problema está en que son pocas las personas que denuncian estos crímenes.
De este complejo y actual tema vino a hablar a los estudiantes de pregrado y postgrado, y a los docentes de la Facultad de Derecho, el argentino Marcelo Aebi, uno de los principales criminólogos de habla hispana, profesor titular de la Universidad de Lausana (UNIL) en Suiza y el encargado de las estadísticas criminales de la Unión Europea.
Para exponer sobre esta temática, comentó las principales ideas y conclusiones del libro “Measuring cybercrime in Europe: the role of crime statistics and victimization surveys” del cual fue editor junto a otros expertos internacionales.
“Hay muchas resoluciones del Consejo de Europa que guían a los países miembros sobre cómo hacer leyes en aspectos penales. Una manera interesante de demostrar el tipo de política criminal que aplica un país es analizando sus datos respecto a número de condenas a prisión y penas alternativas”, comentó el experto, resaltando la gran responsabilidad de quienes publican estadísticas de este tipo. “Hay que tener mucho cuidado en la forma de comparar los números y en cómo se formulan las preguntas de las encuestas para llegar a los datos que realmente reflejen la realidad”, agregó.
Aebi también se refirió a lo complejo que es clasificar los ciberdelitos y que estos son híbridos, ya que tienen elementos físicos y digitales. Sumado a ello, habló sobre las encuestas de victimización y del estado de estas en los diferentes países.
Desafíos en el ciberespacio
El cómo se disminuye la ciberdelincuencia, cómo se rehabilita a estos delincuentes durante su estadía en prisión y qué se les enseña son algunas preguntas que, para el experto, aún no tienen respuesta. Otro desafío está en renovar la bibliografía disponible en este ámbito ya que, según señaló, los manuales en Criminología existentes solo consideran delitos offline.
“Vivimos cotidianamente con la ciberdelincuencia, tenemos más miedo de ser víctimas de ciberdelitos que de otros delitos, según las estadísticas. Es crucial que intentemos saber, a nivel mundial, qué está pasando, y para eso podríamos generar muchas más colaboraciones internacionales”, fueron algunas de sus conclusiones al cerrar el seminario.
El director del Magíster en Ciencias Jurídicas de la facultad, Pablo Galain, se refirió a la importancia del trabajo del académico argentino en esta área. “Marcelo Aebi ha contribuido al avance de la criminología, no solo como una ciencia -además de cualitativa, cuantitativa-, sino también ha influido en la construcción de la enseñanza de la criminología en el mundo hispano como carrera de pregrado, como una ciencia autónoma”.
Marcelo Aebi ha sido docente de la Facultad de Derecho UNAB, dando clases en el “Diplomado en Criminología sobre Criminalidad de los Poderosos”, que hasta ahora ha tenido dos ediciones y se retomará en octubre próximo. Además, ha dictado clases en el Magíster en Ciencias Jurídicas y participará de un electivo en Criminología de la facultad.
“Críticas a la criminología crítica”
En su paso por la facultad, Marcelo Aebi también lanzó su nuevo libro “Críticas a la criminología crítica”, de la editorial Thomson Reuters, en el que hace una crítica metodológica a la criminología latinoamericana, lo que según palabras de Pablo Galain, es un tema debatible y muy controversial.
Su obra incluye textos como “Crítica de la criminología crítica: una lectura escéptica de Baratta” y “Crítica y contracrítica de la criminología crítica: una respuesta a Elena Larrauri”. La criminóloga española Larrauri, quien hace clases de Derecho Penal y Criminología en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, hace una defensa a esta criminología crítica, escrito que también está contenido en este libro.
En la presentación, el académico Galain comentó que el autor es consciente de la problemática que enfrenta la criminología en relación con explicar las causas de la criminalidad a partir de teorías marxistas, porque esta carece de metodología para estudiar las causas del delito y el funcionamiento de las instituciones del sistema penal.
“Critica que se trata de una rama de la criminología basada casi en exclusividad en concepciones marxistas de la lucha de clases y las condiciones económicas para explicar el delito. Sostiene que estas ideas han sido propuestas por jóvenes europeos disidentes de sus propios estados de bienestar, pero que cuando ha sido llevada a la práctica por distintos regímenes políticos, los mismos se caracterizaron por falta de libertad y de garantías”, profundizó.
La directora Magister Derecho Penal y Procesal Penal, Consuelo Murillo, también se refirió a esta obra y comentó que es muy útil para entender la criminología crítica y sus debilidades, sobre todo en la primera parte donde Aebi hace una crítica del libro “Criminología crítica y crítica del Derecho Penal” de Allesandro Baratta, destacado criminólogo italiano, a quien -a la vez- homenajea. “Concluye que la criminología de Baratta es errónea por razones fundamentalmente epistemológicas y metodológicas ya que, a ojos de Aebi, carece de carácter científico”, agregó.
Al final del libro, el autor da nueve consejos para un criminólogo que quiera formarse en criminología empírica positivista y critica que no hay instituciones que entreguen una buena formación en esta área.
“Mi principal crítica es que debemos dejar de hablar de ideología pura, hablemos de la realidad. Somos criminólogos para una sociedad que existe, aunque sea una construcción social, y siempre han existido las sociedades violentas”, finalizó Aebi.