Destacado cientista político se refirió a los desafíos sociales y económicos en América del Sur
La conferencia online, organizada por la Escuela de Contador Auditor UNAB, contó con la exposición de José A. Aleman, quien planteó que la historia se repite en esta región y que lo que se necesita son estados competentes y capaces para consolidar democracias duraderas.
La Escuela de Contador Auditor de la Universidad Andrés Bello realizó la conferencia internacional online “El futuro es el pasado: Democracia y desafíos económicos en América del Sur”, para abordar los temas sociales y económicos que afectan a esta región, incluyendo el contexto de la pandemia actual.
Para ello, se contó con la participación de José A. Aleman, cientista político cubano titulado de la Universidad de Cornell, quien además cuenta con una maestría y un doctorado de la Universidad de Princeton y es académico de la Universidad de Fordham de Nueva York.
La directora de la Escuela de Contador Auditor UNAB, Maruzzella Rossi, resaltó la importancia de esta actividad para la Universidad, comentando que se busca “crear conciencia sobre la desigualdad en América del Sur, pese a los avances económicos y sociales que hemos tenido, desde una mirada académica”.
Y, agregó, que una actividad como ésta es un gran aporte para la formación profesional de los estudiantes, ya que involucra temas propios de la carrera y también conocimientos transversales. “Al compartir y analizar distintas visiones se pueden encontrar soluciones comunes a los problemas que la sociedad va planteando, aprendiendo de los errores del pasado y buscando denominadores comunes de éxito”, señaló la directora.
Análisis a América Latina
En su exposición, José A. Aleman aclaró la elección del título de su charla, diciendo que “me parece que estamos viendo en estos momentos en Latinoamérica ecos de cosas que han pasado anteriormente, es decir, los problemas que están teniendo muchos países del hemisferio con la consolidación de la democracia debido a importantes desafíos económicos”.
Aleman señaló, como datos introductorios, que América Latina acaba de experimentar una de sus décadas más prósperas debido al auge en las exportaciones primarias (de commodities), y que de 2003 a 2007 el crecimiento del PIB fue casi 6%, aunque el crecimiento ha sido más modesto luego de 2015.
Esto impulsó una expansión del gasto público en la región, resultado de una mayor competencia electoral y/o movilización social. Sin embargo, resaltó que las instituciones democráticas formales, como la separación de poderes y el sistema de contrapesos, “siguen siendo altamente ineficaces, a menudo caracterizadas por altos niveles de corrupción, dominio ejecutivo y sistemas de partidos débilmente institucionalizados”.
Además, indicó el profesional, “la satisfacción con los servicios públicos como educación, atención médica y transporte, y la confianza en las instituciones democráticas, sigue siendo baja en muchos países”.
Así, Aleman diagnosticó que hay un síndrome de la “democracia delegativa” en la región, el cual se refiere al alto nivel de poder que tienen muchos presidentes, a lo que se suma la crisis de los partidos políticos y que las reglas formales del juego, como la independencia del poder judicial, cambian rápidamente o no se aplican en muchos países.
Involución democrática
A continuación, el cientista político expresó que hay una “involución democrática” en América Latina, ya que estaría volviendo a un nivel de democracia registrado por última vez en 1992, con retrocesos importantes en países como Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. A esto se añade el aumento de las protestas en la región como Argentina, Bolivia, Perú, Colombia y Paraguay, nombrando además a Chile, el cual desde el año 2012 disparó su participación en protestas al 11%.
Aleman puntualizó que hay tres tipos de reversión democrática que se han visto en Latinoamérica entre 1980 y 2008: impulsadas por las elites, populistas y por el “síndrome de democracia débil”. “Los tres caminos de reversión parecen tener factores causales subyacentes comunes. Los conflictos distributivos pueden ser la causa inmediata de las reversiones de elite y populistas, pero la mayoría de las reversiones democráticas exhiben historia de institucionalización débil”, dijo.
En conclusión, el experto señaló que la historia se repite en América del Sur, ya que estamos presenciando cosas que asociamos con un pasado no muy lejano: populismo, “Cesarismo”, desigualdad económica, inestabilidad social y política, fallo en la gestión económica, debilidad institucional y pretorianismo.
“Sin un estado competente y capaz, es muy difícil consolidar una democracia duradera porque éste no puede sentar las bases para un crecimiento sólido, equitativo y libre de corrupción. La falta de capacidad estatal es la ruina de los sistemas democráticos, incluso en países con ingresos medios o con un largo historial democrático”, sentenció Aleman.
Y, manifestó que la pandemia por el COVID-19 “presenta retos y oportunidades para nuestros sistemas. El gran desafío es afrontar el descalabro económico que este suceso ha causado, algo sin precedente en el último siglo”.