Decano FEN analizó los fundamentos socio económicos del estallido social
La actividad estuvo enmarcada en el proceso de admisión de las carreras Advance parara 2020 y contó con un amplio número de asistentes que colmaron el auditorio 301
Algunas conjeturas sobre los fundamentos socioeconómicos del estallido social fue las que expuso el decano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, Miguel Angel Vargas, en una charla realizada en el contexto de proceso de admisión Advance, el 29 de enero pasado en la sede Concepción.
En su exposición, Vargas esbozó, desde una mirada político-económica, algunas razones que podrían explicar el reciente estallido social experimentado en nuestro país. Como punto de partida, abordó el tema de la desigualdad como causa del estallido. En base a datos sobre desigualdad (medido por índice de Gini), apuntó a que Chile no es el país más desigual del mundo y tampoco el más desigual de Latinoamérica. De hecho, los datos muestran que en Latinoamérica, Chile ocupa el lugar 11 de un total de 18 países, siendo superado por otros como El Salvador y Haití.
La observación que surge aquí es la significancia de tener una mejor distribución de riqueza cuando la torta a repartir es muy pequeña (como lo es en el caso de El Salvador o Haití). De la misma forma, países con peor distribución (e.g., Paraguay o Brasil) no han experimentado un estallido como el visto en nuestro país. Más aún, a pesar de la desigualdad existente, Chile es un país rico (con alto PIB) y con un alto índice de desarrollo humano por lo que es un tanto complicado afirmar que la razón detrás del estallido social sea solo la desigualdad respecto a la distribución del ingreso.
Además, a la hora de buscar razones alternativas a la desigualdad para entender el fenómeno en cuestión, el decano mostró información respecto al grado de liberalismo de distintos países, de la que se infiere que Chile es uno de los países más liberales del mundo (comparable a países tales como EUA, Canadá, y UK), y el más liberal de la región. Lo interesante de estos datos, argumentó, es que muestran que el grado de liberalización y el crecimiento de los países está fuerte y positivamente correlacionado, por lo que países más liberales también son aquellos que presentan mayores tasas de crecimiento de su producto.
Para efectos de la exposición, una democracia liberal se entiende como una forma de gobierno caracterizada por una democracia representativa; las decisiones políticas está sujeta al Estado de derecho; moderada por una constitución que la regula en la protección de los derechos y las libertades individuales y colectivas, y establece restricciones a las voluntades de una determinada mayoría social. Asimismo, una constitución liberal garantiza una serie de derechos, entre los que destacan el derecho a la libertad y a la integridad de la persona, la igualdad ante la ley, la libertad de expresión, enseñanza y culto.
Para el académico, la etapa más próspera de la humanidad correspondería a aquella en las que las sociedades han experimentado con las democracias liberales. Pero, a pesar de las bondades aparentes de las democracias liberales, éstas estarían destinadas a vivir crisis debido a que el ideal democrático -la igualdad- que persiguen, produciría un individualismo exacerbado que erosiona la influencia que unos individuos puedan tener sobre otros, aislándolos y debilitando la noción de colectivo.
Bajo la lógica de Manuel Castells, Vargas apunta a que estas crisis de democracias liberales se manifiestan en primer lugar con la pérdida de legitimidad política, para luego dar paso al surgimiento de movimientos sociales que persiguen el debate de nuevas formas culturales, y terminar con explosiones sociales. Paradójicamente, mientras más libres nos volvemos, más nos percatamos que el Estado y el Mercado –las herramientas que las democracias liberales utilizan para lograr su fin—dejan de estar bajo nuestra influencia y control, generando frustración y desconfianza (tanto en el Estado como en el Mercado) y provocando estallidos como el visto en nuestro país.
A su juicio,los elementos propios que pueden aportar al entendimiento de la crisis actual en Chile son la disminución del crecimiento económico; la desigualdad salarial; la baja productividad; la segregación residencial; el derrumbe de instituciones y constitución de 1980.