De tajo abierto en la Alameda a una tuneladora: charla UNAB muestra cómo ha evolucionado la construcción del Metro
Los ingenieros de la empresa estatal Cristian González y Carlos González participaron en una charla organizada por la Facultad de Ingeniería de la U. Andrés Bello, destacando que las obras del tren subterráneo están impactando “cada vez menos” en el funcionamiento de la ciudad.
Un recorrido por la evolución tecnológica y constructiva del Metro de Santiago presentaron dos ingenieros de la empresa estatal en una charla organizada por la Escuela de Obras Civiles de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y dirigida a estudiantes de nuestra institución.
La actividad, titulada “Metro de Santiago: 50 años de evolución de la ingeniería y métodos constructivos”, estuvo a cargo de Cristian González Valderrama, jefe de ingeniería terreno de Metro de Santiago; y Carlos González Millares, ingeniero especialista de la misma compañía.
Un “tajo abierto” en la Alameda
“Partimos construyendo la Línea 1 en 1969, hace más de 50 años. En ese entonces tuvimos que abrir la Alameda completa, con un tajo abierto de lado a lado, para poder construir nuestros túneles y estaciones”, dijo Cristian González, quien es parte de los proyectos de las futuras Líneas 7, 8 y 9, y de la extensión de la Línea 6.
Ya en 1995, para la construcción de la Línea 5, comenzaron a aparecer los conceptos de pilotes y puntales metálicos, que si bien eran de gran tamaño, permitieron hacer una construcción más eficiente porque reducía en aproximadamente un 50% el área de superficie, por lo tanto, la circulación vehicular se mantenía sin problemas, recordó Carlos González.
En paralelo comenzó a introducirse el NATM, un método austríaco que ganó popularidad en la década de 1960 y que en Chile se utilizó por primera vez la Línea 5 del metro de Santiago, específicamente entre las estaciones Baquedano y Ñuble.
“Este modelo se aprovecha de la nobleza del suelo y permite establecer una secuencia constructiva” consistente en cinco etapas que incluyen la construcción del pique, las galerías y los túneles de la estación e interestación, afirmó el ingeniero especialista de la compañía.
La llegada de la máquina tuneladora
Para dar vida a las futuras líneas 7, 8 y 9 del metro de Santiago, los equipos de ingeniería siguen recurriendo al método NATM, pero a ello se sumó TBM, o tuneladora, un método más innovador que utiliza una máquina de gran tamaño para excavar los túneles.
Según explicaron los especialistas, algunas de las ventajas de TBM es que produce menores impactos en la superficie, disminuyendo los efectos que una construcción de estas características implica para las personas. Además, se esperan reducciones en los tiempos de construcción de los túneles.
Una red de 231 kilómetros al 2033
Hoy la red de Metro se compone de 149 kilómetros de extensión, con 143 estaciones y 17 combinaciones, transportando aproximadamente a 2,3 millones de personas al día, dijo Cristian González.
“Actualmente estamos inmersos en un proceso de expansión del Metro, la más grande de nuestra historia: estamos proyectando tres líneas nuevas, además de algunas extensiones. Eso nos va a llevar al 2033 a tener una red de 231 kilómetros”, sostuvo el jefe de ingeniería terreno de Metro.
Agregó que la empresa también se encuentra en un proceso de modernización que se prolongará por diez años y permitirá llevar el estándar de las líneas 3 y 6 a las más antiguas.
Aproximación de los estudiantes a las nuevas tecnologías
Para la directora de carrera de Ingeniería en Construcción Advance de la UNAB, Yrene Santiago, “es fundamental que nuestros estudiantes se mantengan actualizados respecto a las nuevas tecnologías en construcción, ya que la industria está en constante evolución”.
“La incorporación de herramientas digitales, materiales innovadores y métodos constructivos novedosos no solo mejora la eficiencia y calidad de las obras, sino que también responde a los desafíos actuales del sector, como la productividad, la seguridad y la sustentabilidad”, agregó.
Por ello, dijo, “conocer y aplicar estas tecnologías desde su formación les permite desarrollar una mirada crítica y adaptativa, preparándolos para asumir con éxito los retos profesionales que enfrentarán al egresar”.
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