Cuidar a otros, pero sin dejarse de lado
En noviembre se conmemoró el Dia de él o la cuidadora. En Chile muchas personas están en esta situación. Les compartimos esta interesante nota escrita por la directora de Fonoaudiología sede Concepción, Yolanda Maldonado, para todos quienes realizan esta titánica y crucial tarea.
Has pensado en que pasaría si tuvieras un accidente y ya no pudieras ser independiente en las actividades diarias como vestirte, comer, ducharse, etc. O si algún familiar tuviera una condición de salud tan grave, ¿cómo afectaría su nivel de autonomía y su situación fuera de dependencia y quien asumiría el rol de cuidador en tu familia? En Chile el 8% de la población adulta se encuentra en situación de discapacidad y dependencia, lo cual corresponde a 1.052.787 hombres o mujeres (SENADIS, 2017). Cada una de estas personas requieren tener un “Cuidador”, es decir, una persona que asuma las principales tareas y responsabilidades de la persona con dependencia, habitualmente el cuidador no percibe una remuneración económica, puesto que el rol es asumido por un familiar, amigo o incluso un vecino de la persona dependiente.
Durante el mes de noviembre se honra a todos aquellos que han tomado la decisión de entregarse a otros y de ser instrumento de quienes necesitan de su ayuda día a día. Estos Héroes sin Capa, son generalmente mujeres, que se encuentran sin poder realizar un empleo o mejorar sus estudios, pero asumen con coraje un rol que habitualmente, es invisibilizado y no es reconocido socialmente. Estas mujeres son quienes asumen las tareas de cuidados más pesadas, intensas y complejas, y se ven más perjudicadas en su salud y en su vida cotidiana por desempeñar esta función.
Diversas investigaciones han mostrado que los cuidadores exhiben un alto grado de sobrecarga, está comprobado que el asumir el rol de cuidador genera un impacto negativo en la salud física y mental del cuidador (a). El año 2014, un estudio arrojó que el 84% de los cuidadores dicen que les cambió la vida al asumir esta labor, el 66% modificó su proyecto de vida, 76% se confesó tenso, nervioso e inquieto, el 40% tenía insomnio y el 55% había dejado de asistir a sus controles médicos propios por falta de tiempo (De Valle, et al. 2014).
Sin duda la labor de Cuidador es una acción loable, que merece ser reconocida por toda la sociedad, pero las cifras que nos muestran las investigaciones acerca del desgaste de la condición de salud de estas personas son preocupantes y debe ser un llamado de atención para el Estado. Debemos trabajar por programas que tengan por objetivo “Cuidar, pero sin dejarse de lado”. Actualmente en el mundo, existen diversas iniciativas que han adoptado los dispositivos de salud o ministerios de desarrollo social, quienes han propuesto estrategias para el apoyo de las familias que requieran de un cuidador permanente, sin que esto signifique el deterioro de la salud de una sola persona (cuidador), tales como, “Cuidador de respiro”, donde una persona releva de sus funciones al cuidador principal, al menos una vez a la semana para que éste pueda tener tiempo para sus actividades personales.
También se realizan capacitaciones para cuidadores y talleres de autocuidado. En Chile, han existido algunas iniciativas de cuidadores de reemplazo en algunas municipalidades, las Universidades, tales como la Universidad Andrés Bello, a través, de su carrera de Fonoaudiología, ha desarrollado programas de intervención para la comunidad de cuidadores, y el estado lanzó una página web llamada “Chile Cuida” hace algún tiempo.
Ciertamente, nos falta consolidar una estrategia como país de visibilización del rol del cuidador y desarrollar acciones de apoyo permanentes, conocidas y con un presupuesto estable para funcionar todo el año. Los invito a partir pensando en ¿cómo enfrentaríamos nosotros una situación de dependencia dentro de nuestro círculo cercano? Cuando nos ubicamos en ese escenario, podemos resignificar como golpea esta tarea en un núcleo familiar y de esta forma respetar el rol del cuidador y quitarnos el sombrero para honrar en este mes de noviembre a todas aquellas que con una sonrisa extienden sus manos a otros.