¿Cuál es la labor estratégica de los guardaparques? Experta de UNAB explica la importancia en el cuidado de la biodiversidad
El 31 de julio es el día de quienes velan por los parques naturales y Melissa Gutiérrez Sepúlveda, académica de Administración en Ecoturismo y directora de Postgrado y Educación Continua de la Facultad de Ciencias de la Vida, se refiere a la importancia de esta figura en la naturaleza.
Chile cuenta con una gran reserva natural que necesita del guardaparques para mantenerlos, y en ese escenario, estos profesionales tienen un rol muy importante al ser quienes protegen toda la riqueza de la biodiversidad presente en estos espacios.
Por lo anterior y, debido a la reciente promulgación de la ley 21.600 que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, se especifican claramente las funciones del guardaparque para velar por la conservación de la biodiversidad.
Entre estas funciones se encuentran: instruir y exigir a los visitantes el cumplimiento de las normas, usos y restricciones; monitorear el estado de la biodiversidad del área y de sus componentes; registrar datos; informar y educar a los visitantes y a la comunidad local sobre los valores ecológicos, patrimoniales, culturales y paisajísticos del área y los servicios ecosistémicos que esta provee; y controlar y fiscalizar las actividades que se desarrollen dentro del área.
La académica de Administración y Ecoturismo Melissa Gutiérrez Sepúlveda y directora de Postgrado y Educación Continua de la Facultad de Ciencias de la Vida de UNAB, frente al aporte actual del guardaparques, indica que «conservar la biodiversidad a través de las áreas protegidas es esencial para enfrentar el cambio climático. Los ecosistemas resguardados en las áreas protegidas, como bosques y humedales, actúan como sumideros de carbono, absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono y ayudando a mitigar el calentamiento global. Además, la diversidad genética y de especies permite a los ecosistemas adaptarse mejor a condiciones cambiantes, asegurando la continuidad de servicios vitales como la polinización, el control de plagas y la fertilidad del suelo».
Según explica la académica UNAB, «en sectores económicos como el turismo, una biodiversidad bien conservada se convierte en un atractivo turístico para visitantes, promoviendo el empleo en comunidades locales a través de un turismo responsable que considere la fragilidad de los ecosistemas, las normas de las áreas protegidas y las indicaciones del guardaparques».