CSB UNAB promueve el uso de abejas nativas para la polinización de frutales, contribuyendo a una agricultura más sustentable
Este viernes 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, bajo el lema “Celebrando la diversidad de abejas y los sistemas apícolas”. Así, la fecha reconoce este año no solo a la abeja melífera, sino también a las menos conocidas abejas nativas, que potencian la función polinizadora y aumentan la producción de fruta.
El viernes 20 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Abejas, instaurado por la FAO y que este año tiene como lema “Celebrando la diversidad de abejas y los sistemas apícolas”. Así, este año la fecha destaca no solo a la conocida abeja melífera, sino a las menos conocidas abejas nativas.
En Chile existen cerca de 500 especies de estos insectos polinizadores. La mayoría son de hábitos solitarios y nidifican en el suelo, siendo la polinización su rol fundamental en los ecosistemas.
Investigadoras de la línea de Ecosistemas Agrícolas del Centro de Biotecnología de Sistemas de la UNAB (CSB UNAB), Sharon Rodríguez e Isabel Acuña, trabajan para dar a conocer a estas abejas, demostrar su contribución a la producción de fruta y promover su conservación.
“En el caso de frutales de importancia económica que son polinizados por la abeja melífera —como los almendros, cerezos y paltos— las abejas nativas pueden complementar esta labor y mejorar la producción”, explica Sharon Rodríguez, del CSB UNAB.
La investigadora agrega que, “como importantes productores y exportadores de fruta, Chile necesita establecer mecanismos de polinización sostenible para afrontar el cambio climático, conservar la biodiversidad y restaurar los hábitats de estas abejas y otros polinizadores. Es decir, armonizar la producción y conservación”.
Para lograr este objetivo, las investigadoras del CSB UNAB trabajan en proyectos con financiamiento público y privado que apuntan a favorecer condiciones de manejo de huerto y de paisaje agrícola. Esto permite mantener en ellos a las abejas nativas y contribuir así a la producción de fruta en condiciones de variabilidad climática y escasez hídrica.
Flora nativa y abejas
Isabel Acuña, investigadora del equipo de Ecosistemas Agrícolas de este Centro explica que “a mayor diversidad de flora en un paisaje agrícola, mayor es la presencia de abejas. Así, huertos con distintos tipos de cultivo y que forman parte de un paisaje donde se ha mantenido flora nativa en quebradas o cerros cercanos, registran una abundancia más alta de abejas nativas que aquellos paisajes simplificados, como los monocultivos”.
Existen dos vías no excluyentes para aumentar la presencia de abejas nativas en los huertos y así potenciar los servicios de polinización: una es conservar la flora nativa del lugar en forma de remanentes de bosque nativo y quebradas. Otra, es establecer bordes florales en los huertos con especies de plantas nativas que sean atractivas para las abejas. Allí podrán encontrar refugio físico, alimento (néctar y polen), sitios de cópula y áreas donde construir sus nidos. De esta forma, las abejas nativas realizan un aporte a la polinización de los frutales y, por ende, a la producción de fruta.
Datos interesantes
- Para celebrar el Día Mundial de las Abejas la FAO realizará un evento virtual este viernes 20 de mayo, que estará disponible en español. El objetivo es “generar conciencia sobre la importancia de la gran variedad de abejas y los sistemas apícolas sostenibles, las amenazas y desafíos a los que se enfrentan, y su contribución a los medios de vida y sistemas alimentarios”. ¡Inscríbete!
- Cerca del 75% de las plantas cultivadas depende de los insectos polinizadores para producir frutos. Entre ellos se incluyen las abejas nativas.
- En el mundo hay más de 20 mil especies de abejas.
- En Chile existen cinco familias de abejas nativas: Andrenidae, Apidae, Halictidae, Colletidae y Megachilidae.