CONOCE A TU PROFE | Un profesor de categoría mundial
Destacado por su gran creatividad y motivación, Eduardo Cortés, director de la carrera de Educación General Básica en campus Casona, ha dejado su huella en cada establecimiento educacional por el que ha pasado, lo que lo llevó a ser reconocido con el Global Teacher Prize en 2017.
Durante 14 años Eduardo Cortés hizo clases de Tecnología en el colegio donde estudió, enseñando a sus alumnos a poner sus conocimientos al servicio de la comunidad, a través de proyectos de aprendizaje social como la instalación eléctrica de casas de familias de escasos recursos. “Los estudiantes no hacían los trabajos por la nota, sino por ayudar a otros”, destaca.
En 2021 entró a estudiar el Doctorado en Educación y Sociedad de la universidad y a hacer clases en las escuelas de Educación de Santiago y Viña del Mar, asumiendo este año como el director de la carrera de Educación General Básica.
¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Siendo escolar tuve malas experiencias con profesores, sentía que les faltaba carisma. Quería ser periodista, pero al no quedar en la carrera, entré a Pedagogía en Educación Tecnológica en la Universidad de Playa Ancha, con la idea de cambiarme. Por un ramo fui a una escuela a ver un proyecto, y cuando llegamos varios niños corrieron a abrazarme. Ahí sentí una especie de revelación que me hizo darme cuenta que sí era lo mío y entendí que los niños, además de que les enseñen, necesitan afecto y que los escuchen.
Después, al estudiar un magister en innovación curricular y evaluación educativa, me di cuenta de que mi sueño era formar docentes.
¿Cómo llegó al Global Teacher Prize Chile?
Trabajando en el colegio de Quillota, necesitaba juntar fondos para nuestro proyecto “Aconcagua Sur” de instalación eléctrica para viviendas vulnerables, por lo que postulé con el objetivo de promocionar el proyecto y comunicar mi estrategia para relacionarme con los estudiantes: escucharlos y mostrarles la vida real, que no es sencilla. Creo que eso les falta mucho a los colegios.
¿Cómo es su relación con los estudiantes de la universidad?
Ha sido muy enriquecedor porque se ha logrado un cariño y un trabajo muy significativo con ellos. Sus evaluaciones son muy bonitas, me doy cuenta que logro transmitir que las clases son experiencias de aprendizaje que primero se viven, y después se les encuentra el sentido, que se puede hacer pedagogía de una manera distinta. Da gusto sentir que uno deja algo en ellos.
¿Qué queda pendiente en su carrera como pedagogo?
Terminar mi doctorado, que ha sido muy complejo. Hace cuatro años yo estaba enseñando a soldar a mis estudiantes, y de repente me transformé en investigador y académico. Hay gente que me ha apoyado mucho, como el director del doctorado. Es mi principal meta porque, para ser académico, debo aportar a la investigación en educación.
Padre, marido e hijo
¿Cuáles son sus hobbies?
Me gustan las manualidades, todo en mi casa lo he construido: sillas, mesas, la casita donde juegan mis tres hijos, incluso un lavaplatos de juguete que tira agua de verdad. Y también estar con mi familia, con mis hijos, a quienes echo mucho de menos desde que me vine a Santiago, a pesar de que todos los fines de semana me voy a Quillota.
¿Qué es lo que más le gusta y disgusta de su personalidad?
Me gusta mi creatividad y ser un apasionado por lo que hago. Me disgusta mi ansiedad, me ha costado mucho lidiar con eso porque quiero que las cosas se resuelvan altiro.
¿Qué libro, serie o película recomienda?
La serie catalana “Merlí” nos inspira mucho a mi señora -que también es profesora- y a mí porque busca empapar a sus estudiantes por el amor a la filosofía. También, la película “Los coristas”, que tiene que ver con pedagogía y habla de que sin recursos igual se pueden hacer maravillas, solo hay que tener pasión.
¿Qué otra profesión habría estudiado?
De niño quería ser veterinario, después quise ser sacerdote y también pensé en Periodismo. Pero lo que más me entusiasmaba era ser papá, y ahora soy inmensamente feliz con mis hijos, son muy especiales.
Para saber más sobre su reconocimiento de Global Teacher Prize, pinchar acá