CONOCE A TU PROFE Medicina Veterinaria| Carlos Barrientos: conectar la conservación, el aula y el amor por los animales
Barrientos lidera la carrera de Medicina Veterinaria en la UNAB con una visión integral, combinando su experiencia en conservación y educación ambiental con el amor por sus propias mascotas, que son una fuente constante de inspiración en su vida.
Probablemente la forma más simple de conocer a un médico veterinario es preguntándole por sus mascotas. En el caso de Carlos Barrientos son muchas, varios peces, ocho diamantes mandarines (pajaritos) y tres gatos (Dalí, Facundo y Valentín). “Son fundamentales en mi vida, una fuente constante de alegría, amor y risas”, señala el director de la carrera de Medicina de la sede Concepción UNAB.
Sin embargo, en el caso del académico e investigador, la complejidad de su experiencia profesional hace necesario señalar, al menos, que su experiencia incluye atención clínica de animales exóticos y participación en proyectos emblemáticos de conservación de especies como la emblemática Ranita de Darwin, además del abordaje de asignaturas como Ornitología, Zoología, Ecología, Gestión y Legislación Ambiental, Manejo y Conservación de Fauna Silvestre. Barrientos es Magíster en Ciencias con mención en Zoología, y actualmente es candidato a Doctor en Conservación y Gestión de la Biodiversidad. Hoy su labor como investigador está orientada a conocer cómo la contaminación antrópica afecta la comunicación de las aves en la ciudad.
¿Cómo y cuándo llegó a la UNAB?
Fui contactado a través de LinkedIn por una consultora especializada en la búsqueda y selección de candidatos. Llegué a la institución el 1 de agosto de 2024, y desde entonces ha sido un viaje increíblemente enriquecedor.
¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Mis padres y casi la totalidad de mi familia eran/son profesores por lo que siempre valore la importancia de la educación y admire la pasión por enseñar. Además, siempre contemple el cariño recibido hacia mi madre de sus estudiantes, lo que me hizo comprender el importante rol que puede cumplir un buen académico en la vida de una persona en formación, como también la responsabilidad que conlleva. Cuando comencé mi carrera, supe que quería dedicarme a enseñar, y empecé siendo ayudante en asignaturas que me apasionaban. Con el tiempo y gracias a mentores como el Dr. Daniel González Acuña, logré consolidar mi carrera en la academia.
¿Por qué eligió su profesión?
Desde pequeño, siempre supe que quería ser Médico Veterinario. Mi amor por los animales, especialmente las aves y los proyectos de conservación, ha sido el motor que me impulsa profesionalmente.
¿Cómo siente que ha podido aportar desde su quehacer?
He tenido la fortuna de trabajar en diversas áreas como la conservación, la educación ambiental, y la investigación. Creo que mi contribución radica en combinar la práctica con la teoría para formar profesionales íntegros, promoviendo competencias tanto disciplinares como transversales.
¿Cuáles son los desafíos que tiene en su cargo en la UNAB?
El principal desafío es formar a los futuros profesionales que contribuirán a la sociedad. Esto implica consolidar un equipo académico comprometido, desarrollar campos clínicos, potenciar la investigación y fortalecer vínculos con otras instituciones para aportar de manera significativa a la comunidad.
¿Cómo es su relación con los estudiantes?
Mi relación siempre ha sido cercana y respetuosa. En los meses que llevo aquí, hemos construido confianza y generado instancias que favorecen su desarrollo personal y profesional. Estoy muy contento porque creo que las buenas relaciones son clave para potenciar sus fortalezas.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Disfruto hacer ejercicio, pasar tiempo con mis seres queridos y mis mascotas, y siempre agradezco una buena cena, una película o un viaje. Esos momentos son esenciales para recargar energías.
¿Qué le enoja y qué le pone feliz?
Me enoja profundamente el maltrato animal, la discriminación y la falta de respeto. Por otro lado, soy feliz con cosas simples como escuchar el canto de un ave, disfrutar un chocolate o alcanzar metas personales. También me llena ver la realización de quienes aprecio.
¿Qué diría a sus estudiantes para motivarlos en su profesión?
Les diría que Medicina Veterinaria es una carrera hermosa y desafiante, pero que vale cada esfuerzo. No deben perder de vista su propósito: el amor por los animales. Es una profesión diversa que les permitirá desarrollarse en múltiples áreas, todas con un fin común: el bienestar animal, ecosistémico y, en última instancia, humano.
¿Cómo se definiría en una frase?
Soy una persona feliz con quien soy y con la vida que he forjado.