Conoce a tu Profe | La académica que une el deporte y la inclusión para crear espacios donde todos puedan brillar
Es uno de los rostros más queridos por sus estudiantes dentro de la UNAB. ¿La razón? Isabel Margarita Núñez es quien acompaña a muchos de los deportistas del Diploma en Habilidades Laborales de la U. Andrés Bello a sus competencias y lo hace con la convicción que darán lo mejor de sí.
Es uno de los rostros más queridos por sus estudiantes dentro de la UNAB. ¿La razón? Isabel Margarita Núñez es quien acompaña a muchos de los deportistas del Diploma en Habilidades Laborales de la U. Andrés Bello (PDHL), a sus competencias y lo hace con la convicción que darán lo mejor de sí.
“Durante mi magister hice la tesis con una compañera que trabajaba en el PDHL de UNAB. Recurrimos a una muestra de estudiantes y, por ahí, conocí esta hermosa instancia educativa superior, fue un hermoso descubrimiento, ya que no sabía de la existencia de este programa. Lo encontré fascinante, ver a tantos alumnos universitarios con Necesidades Educativas Especiales (NEE) desarrollándose como cualquier otro en un contexto universitario”, recuerda Isabel Margarita Núñez Martínez cómo llegó a la U. Andrés Bello.
La profesora de Educación Física, con Diploma en Ciencias de la Actividad Física y Magister en Educación Diferencial con mención en Trastornos de la Comunicación Audición y lenguaje, es fundamental en el desarrollo de los jóvenes que cursan distintas menciones en el Diploma en Habilidades Laborales, ya que cumple feliz el compromiso de acompañarlos, incluso, a los distintos eventos deportivos donde compiten.
“Acompañar a los estudiantes del PDHL en torneos deportivos ha sido una experiencia profundamente gratificante. He visto cómo el deporte les brinda la oportunidad de demostrar sus habilidades, ganar confianza en sí mismos y, sobre todo, de sentirse parte de una comunidad. Cada torneo es un espacio donde no solo desarrollan destrezas físicas, sino que también refuerzan valores como el trabajo en equipo y la perseverancia”, destaca la académica oriunda de Rancagua y que se prepara para asistir a los Juegos Latinoamericanos en Asunción, Paraguay, con una delegación de la UNAB.
¿Qué es lo mejor de trabajar con estudiantes del PDHL de la UNAB?
Lo mejor de trabajar con ellos es su autenticidad. Cada día me recuerdan lo esencial que es ver el potencial en cada persona. Son perseverantes, siempre dispuestos a aprender y sus logros, aunque sean pequeños, tienen un impacto enorme en su desarrollo y en la comunidad.
A su juicio y según su experiencia, ¿Cuál es la relación entre el deporte y la inclusión?
El deporte es un vehículo poderoso para la inclusión, ya que trasciende las barreras. Permite que las personas con discapacidad, a través de su participación, se integren de manera activa en la sociedad. El deporte no solo mejora su condición física, sino que también fomenta la convivencia, el respeto mutuo y, sobre todo, la equidad.
Sin duda abre puertas, expande horizontes y, por supuesto, es un aporte para cualquier ser humando de desarrollarse de manera integral.
¿Qué le motivó a trabajar en el área de la inclusión?
Esta pregunta cala hondo en mí, ya que he vivido toda mi vida rodeada de discapacidad. Soy hermana menor de una persona con discapacidad cognitiva, nunca fue algo fuera de lo normal crecer junto a mi hermana Claudia. Sus limitaciones, las adecuaciones curriculares y de acceso a la información eran algo muy típico en mi casa. Nuestra madre realizaba agendas visuales, cronogramas y distintos materiales escolares que nos servían a ambas, para mí era normal aprender a leer o pasar contenidos de distintas formas.
Mi motivación nació de mi pasión por el deporte y mi deseo de hacer una diferencia en la vida de aquellos que más lo necesitan. Vi toda nuestra vida cómo las oportunidades eran limitadas para personas con necesidades especiales, sentí que mi misión era abrir espacios donde pudieran desarrollarse plenamente y sentirse valorados en sociedad.
¿Cuáles son tus labores actuales?
Como buena representante de mi diagnóstico (TDHA), hago muchas cosas en distintos lados. Actualmente, además de impartir clases y colaborar en programas de inclusión en nuestra Universidad, con mi marido dirigimos hace ya unos años MOTORSKILLS una microempresa familiar donde coordinamos iniciativas deportivas inclusivas, terapias de desarrollo motor y recreación en niños niñas y jóvenes con NEE.
También me encuentro coordinando un gran proyecto para la Región de Coquimbo enfocados en la actualización de conceptos en Autismo e implementación de la nueva ley TEA (21.545). Asimismo, formamos hace poco una fundación llamada Inclusión en Movimiento (FIEM), con la profesora Francisca Jeria y Bryan González. La cual se dedica a generar instancias y convenios con instituciones educativas para desarrollar espacios seguros donde puedan practicar deporte niños y jóvenes con NEE.
Próximamente, voy de entrenadora de Natación a los Juegos Latinoamericanos en Asunción, Paraguay, de Olimpiadas Especiales lo que me tiene muy emocionada, y feliz porque el COPACHI (Comité Paralímpico de Chile) me llamo como asistente en natación para competir en los próximos Juegos Nacionales en Temuco con nuestro deportista estrella del Programa, Gonzalo Pérez.
Y durante las mañanas me desempeño como tutor acompañante de uno de mis queridos alumnos en el Colegio Montetabor.
Inclusión en Chile
¿Cuál cree que es la realidad actual de la inclusión en Chile?
Sin duda, en Chile hemos avanzado en temas de inclusión, pero aún hay un largo camino por recorrer. Existen muchas barreras, tanto estructurales como culturales, que dificultan una verdadera inclusión. Se necesita más conciencia social y una mayor inversión en programas que promuevan la integración de personas con discapacidad en todos los ámbitos, no solo el educativo.
¿Qué cambios aplicaría para una real inclusión en nuestro país?
• Crearía más políticas públicas con enfoque inclusivo que aseguren el acceso universal a la educación y al deporte.
• Capacitaría a más profesionales en todas las áreas para atender mejor las necesidades de las personas con discapacidad.
• Fomentaría campañas de sensibilización y formación desde temprana edad, que promuevan una cultura inclusiva y respetuosa con las diferencias.
¿Qué le gusta hacer en su -poco- tiempo libre?
En mi tiempo libre disfruto de practicar distintos deportes. Soy muy competitiva, por lo que amo cualquier invitación a practicar y competir en distintos deportes: juego básquetbol hace años de forma recreativa, me encanta la montaña y el snowboard, soy feliz de poder realizar estas actividades junto a mi familia y amigos.
¿Cómo se definiría en una frase?
Una apasionada por la inclusión y el deporte, comprometida con crear espacios donde todos tengan la oportunidad de brillar.
¿Qué es lo que le pone feliz?
Ver los avances de mis estudiantes y saber que, de alguna manera, estoy contribuyendo a que se sientan más seguros, capaces y valorados. También me hace feliz ver a las familias involucradas y apoyando el crecimiento de sus hijos.
Pero, sobre todo, me hace feliz ver como se genera en ellos la autonomía de vivir sus propias vidas con el menor apoyo posible.