CONOCE A TU PROFE | La académica que trabaja en el servicio de urgencia para devolverle las sonrisas a los niños
Consuelo Oviedo es académica de la especialidad de Odontopediatría de la Facultad de Odontología de la U. Andrés Bello y trabaja en el servicio de urgencia del Hospital Exequiel González Cortes. Esta es la historia de una profesional de 30 años que se ha mantenido ligada a la universidad que la formó.
“La odontología es una profesión que me permite tener una relación cercana con las personas y ser promotora y gestora de cambios en la vida de los pacientes. Y esta fue una de mis mayores motivaciones al ingresar a la carrera, poder generar un cambio de vida, dar alegría con una sonrisa”, reconoce Consuelo Oviedo, quien entró a estudiar a la Facultad de Odontología de la UNAB en 2009 luego de conocer sus instalaciones de su clínica y terminar encantada con ella.
Tras continuar con su postgrado en la especialidad de Odontopediatría en la misma casa de estudios, esta cirujano dentista de 30 años, llegó al mundo de la docencia, lo que complementa con la atención de pacientes. Esta es su historia.
¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Varios de mis familiares son educadores. Desde pequeña veía como amaban lo que hacían. La persona más cercana es mi hermana, quien una vez me dijo: “la docencia te permite dejar huellas”. Lo fundamental del educador es fomentar en los estudiantes el interés y que sean generadores de su propio aprendizaje.
¿Cómo es su relación con los estudiantes?
Es una relación cercana, intento que siempre sea bidireccional, es decir, tener la posibilidad de retroalimentarnos mutuamente y así ambos ir mejorando. La docencia es algo que se aprende día a día y mi carrera como docente es corta, por lo que es importante para mi ir creciendo.
¿Cómo se defines como profe?
Es difícil definirse (risas). Intento ser cercana, pero sin quitar la exigencia. Que no se confunda cercanía con despelote. Ahora, la idea es que lo pasemos bien y aprendamos juntos, no quiero que sea terrible venir a clínica conmigo.
¿Cuáles han sido sus máximos logros en lo profesional: Tanto en lo académico como en lo clínico?
En lo académico es ser docente en la especialidad que estudié, porque es transmitir día a día lo que amo hacer, también hago docencia en otra universidad. En lo clínico, es trabajar en el servicio de urgencia del Hospital Exequiel González Cortes, me encanta la urgencia porque no es estática y me permite crecer en lo profesional, porque trabajar acá significa transdisciplinariedad, es decir, aprendemos del paramédico, del técnico en enfermería, del médico, etc. Es un aprendizaje constante.
¿Algún proyecto pendiente en lo profesional?
Millones (risas). Me gusta bastante estudiar, creo que siempre hay algo en qué profundizar. La odontología es una profesión muy dinámica, como cualquier carrera de la salud no se puede dejar de estudiar. Por lo mismo, ser docente te permite ser un eterno estudiante, ya que cuando se enseña un tema es cuando más se aprende de él. Pero, por el momento, comencé hace dos meses un Magister en Educación Superior, terminando esto, seguro se me ocurrirá otro proyecto para realizar.
«La docencia es algo que se aprende día a día y mi carrera como docente es corta, por lo que es importante para mi ir creciendo».
¿Qué le diría a quienes entren a estudiar odontología en la UNAB?
Que lo hagan porque en realidad les guste. Es una carrera con obstáculos y dificultades, deben tener alta tolerancia a la frustración y madurez para enfrentarse a la atención de pacientes desde semestres iniciales. Para esto, deben contar con mucha organización y disciplina, tienen que saber trabajar en equipo y aprender de todo en cuanto sea posible, debe leer, actualizarse, exigirse a sí mismo y disfrutar de lo aprendido.
Fuera de clases
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Lo que más me gusta y es una adicción en conjunto con mi marido, es el cine. Tratamos de ir una vez a la semana. Lo otro que me gusta mucho, es leer.
¿Cuál es su plato preferido?
La cazuela de pollo.
¿Qué es lo mejor del verano?
Lo mejor del verano es que tengo más tiempo libre, puedo salir más con mis familiares y amigos.
¿Recuerda su mejor verano?
En Papudo con la familia de mi marido y la mía, literalmente en patota, muchas anécdotas(risas). Con 16 personas en una cabaña. Los mejores veranos son los acompañados los por la familia y/o amigos
En lo personal, ¿algún sueño que quiera cumplir a corto y mediano plazo?
A corto plazo, terminar el Magister en Educación y, a mediano, me gustaría realizar un viaje largo a Europa, ojalá por meses.