CONOCE A TU PROFE | Entre algas y estudiantes: el viaje inspirador de Cristián Bulboa
De Coquimbo a CIMARQ UNAB, el investigador Cristián Bulboa ha dedicado su carrera al estudio de las algas y a la formación de estudiantes apasionados por el mar, como él.
Desde las costas de Coquimbo hasta las salas de clases y laboratorios de la Universidad Andrés Bello (UNAB), el recorrido del académico e investigador Cristián Bulboa ha estado siempre marcado por una profunda conexión con el mar.
Llegó en 2010 a la Escuela de Ciencias del Mar, de la Facultad de Ciencias de la Vida, y desde entonces su trayectoria ha estado impulsada por una pasión inagotable por las algas marinas y por compartir su conocimiento con las nuevas generaciones.
Hoy, forma parte del Centro de Investigaciones Marinas de Quintay (CIMARQ), luego de haber pasado también por el Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Facultad de Ciencias de la Vida. Pero más allá de su currículum, quienes lo conocen saben que su verdadera marca está en la manera en que vive y transmite su especialidad. Descubre por qué, en la siguiente entrevista:
¿Qué le atrajo inicialmente del mundo de las algas marinas y cómo se convirtió en su especialidad?
Soy de Coquimbo y desde niño estuve relacionado al mar. Estudiar Biología Marina fue un paso más bien esperado. Cuando ya cursaba la carrera, fueron una profesora y un profesor los que me inspiraron en el estudio de las algas y vieron en mí curiosidad por estos organismos, algo más que simple interés. Me apoyaron y alentaron.
¿Qué es lo que más le motiva de tu rol como académico en la Facultad de Ciencias de la Vida?
Lo que más me inspira es dar a conocer mi especialidad a las nuevas generaciones de estudiantes, siempre con rigurosidad en el estudio de la disciplina, pero mostrando la belleza, singularidad, e importancia que tienen estos organismos. Trato de inspirar a partir de mi pasión por las algas marinas, que es algo que no oculto nunca ni como docente, ni como persona.
¿Cuál ha sido el hito más significativo de su carrera dentro de la UNAB?
Algo muy significativo fue ser reconocido como docente destacado de la facultad en 2020, justo en plena crisis de la pandemia, donde todo cambió y comenzamos con las clases 100% online.
Ese año fue de gran esfuerzo, pero al menos para mí, fue un desafío y oportunidad de aprender a comunicarse de otra forma con los estudiantes, usando otros recursos, y dio buen resultado. No repetiría la experiencia, prefiero las clases presenciales. Pero, eso me demostró que cuando uno está comprometido con enseñar lo que disfruta, es posible adaptarse.
¿Cómo ha evolucionado su relación con los estudiantes a lo largo del tiempo y qué es lo que más valora de esa conexión?
Siempre ha sido de mucho respeto y cercanía. Los estudiantes valoran mi trabajo y esfuerzo, me gusta pensar que aporto en el aprendizaje de la disciplina, y también en la formación de aptitudes para la vida profesional.
¿Qué lugar ocupa la investigación en su vida universitaria y cómo la integra con la docencia?
Es fundamental. Como profesor soy el resultado de la investigación que hago. Si no fuera investigador no podría ser profe, me gusta enseñar desde el ejemplo, la vivencia, desde lo práctico.
¿Qué le inspira del equipo académico y de investigación con el que trabaja actualmente?
Me rodeo de excelentes colegas que son expertos en sus disciplinas. Eso es fundamental en el crecimiento profesional de cualquier persona. Como dice el refrán: “si quieres ser mejor, crecer y desafiarte, júntate con gente mejor que tú”. Y eso es lo que hago, de todos se aprende y las virtudes, afortunadamente, se contagian.
¿Qué consejo le daría a un estudiante que está comenzando una carrera científica?
Que lea; la ciencia se vive, pero fundamentalmente se lee.
¿Qué le gustaría que fuera recordado como su mayor aporte a la UNAB y a las ciencias del mar?
Como un apasionado de mi disciplina. Como un afortunado de haber encontrado, tempranamente en mi vida, algo que me llena y me hace muy feliz. Eso podría ser contagioso, y sería increíble que pudiera inspirar a estudiar y maravillarse de las algas marinas como lo he hecho yo.