27 Agosto 2025

CONOCE A TU PROFE | Cristhel Fagerstrom, entre la docencia, la obstetricia y el desafío de formar profesionales integrales

Cristhel Fagerstrom, matrona y académica de la Escuela de Obstetricia de la Universidad Andrés Bello, comparte su trayectoria profesional, sus motivaciones para dedicarse a la obstetricia y la docencia, así como algunos aspectos más personales que la definen fuera de las aulas.

Cristhel Fagerstrom llegó hace 4 años a la Escuela de Obstetricia de la U. Andrés Bello y, actualmente, imparte tres asignaturas en la sede Santiago: Matronería Patológica, Investigación y Simulación Clínica.

Sobre su trabajo en la primera, la matrona se explaya y dice que se enfoca en “casos poco habituales, pero cada vez más frecuentes en la morbilidad obstétrica y ginecológica, situaciones que antes eran rarezas y que ahora se estudian más debido a su alta incidencia en hospitales y consultorios”.

Titulada en 1997, Cristhel trabajó en distintos hospitales y consultorios hasta que en 2004 viajó a Bélgica, donde se especializó en piso pélvico en la Universidad Católica de Lovaina. “Cuando volví, me di cuenta de que en Chile casi no se hablaba del tema y encontré un nicho muy interesante”.

Más adelante, complementó su formación con un magíster en Envejecimiento y Calidad de Vida en la Universidad de Chile, vinculando su especialización con nuevas problemáticas de salud.

Entusiasta con su trabajo, la docente no duda en detallar las razones de por qué estudió esta profesión, sus gustos y los desafíos en la formación de futuros profesionales integrales.

¿Qué te motivó a estudiar obstetricia?

Me gustaba mucho el trabajo hospitalario y tenía vocación de servicio. Sin embargo, soy muy sensible, así que no quería trabajar con personas enfermas o en situaciones de dolor. En la obstetricia encontré el entorno feliz que buscaba.

¿Cuál ha sido el mayor desafío en su carrera?

Visibilizar el rol de las matronas en torno a las disfunciones de piso pélvico, tanto a nivel local con la paciente o usuaria como también con las colegas.

¿Qué significa para usted hacer docencia en la UNAB?

Para mí es muy gratificante y, a la vez, un desafío diario. No se trata solo de entregar contenidos, sino también experiencias de vida. Un buen profesional no solo debe tener conocimientos sólidos, también necesita un buen trato hacia los demás.

¿Algún consejo para las estudiantes?

Primero, que estudien mucho; esa es la base para cometer menos errores. Y segundo, que traten a sus pacientes como les gustaría que las trataran a ellas.

Más allá de la UNAB

Fuera de la docencia, Cristhel lidera una pyme junto a dos colegas, enfocada en capacitaciones para público general, profesionales de la salud y docentes. “Ofrecemos cursos sobre educación sexual, cáncer ginecológico y piso pélvico. Algunos son pagados, pero también desarrollamos muchos gratuitos como forma de devolver a la sociedad lo que nos entrega”, señala.

¿Comida o postre favorito?

De comida el pastel de choclo y postre cualquier cosa que tenga chocolate.

¿Artista favorito?

Ricky Martin.

¿Canción favorita?

Don’t Speak de No Doubt.

¿Película o serie favorita?

Es un poco antigua, pero mi película favorita es “Lo que el viento se llevó”. Tiene mucho contenido emocional y es de las más fuertes que me ha tocado ver respecto a la superación de las mujeres.