Conoce a los docentes UNAB distinguidos como Profesor Honorario 2024
Este galardón anual reconoce la trayectoria y contribución al desarrollo del conocimiento de los miembros más distinguidos del cuerpo docente de la Universidad Andrés Bello. Este año recae en Carmen Sandoval, exdirectora de la Escuela de Química y Farmacia; Georgina Toro, directora del programa de Especialización en Odontopediatría; Mariano Rocabado, exdecano de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación; y Carlos Hirschberg, profesor visitante de los programas de Doctorado en Biociencias Moleculares y Doctorado en Biotecnología. La ceremonia de entrega se realizará el jueves 22 de agosto en Campus Casona de Las Condes.
Desde hace 30 años, la Universidad Andrés Bello (UNAB) otorga anualmente el título de Profesor Honorario a aquellos académicos y académicas que han tenido una destacada y extensa trayectoria en la enseñanza universitaria, aportando significativamente al conocimiento en sus campos de especialización. Este galardón es uno de los más prestigiosos que la institución concede a sus docentes y los nominados son propuestos por las propias Facultades.
En esta ocasión, el reconocimiento fue otorgado a Carmen Sandoval, exdirectora de la Escuela de Química y Farmacia; Georgina Toro, directora del programa de Especialización en Odontopediatría; Mariano Rocabado, exdecano de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación; y Carlos Hirschberg, profesor visitante de los programas de Doctorado en Biociencias Moleculares y Doctorado en Biotecnología
El presidente de la Junta Directiva de UNAB, Juan Antonio Guzmán expresó su satisfacción ante los nombramientos, destacando que se trata de personas de primer nivel. “Es muy importante reconocer a las personas que han tenido una contribución de excepción a la universidad, con muchos años de esfuerzo y un gran cariño hacia la institución, así que lo consideramos un deber el reconocer su trayectoria”.
Asimismo, el rector de UNAB, Julio Castro, destacó que el reconocimiento de Profesor Honorario “adquiere aún más significación para quienes lo reciben porque surge desde la propia comunidad académica de cada Facultad. Eso es muy valioso, el hecho de que los pares distingan a quienes han contribuido a la universidad, a la formación de excelencia y a la generación de nuevo conocimiento”.
Para honrar a los docentes distinguidos, la Universidad Andrés Bello organizó un encuentro en el que participaron tres de los profesores honorarios, el rector y el presidente de la Junta Directiva, así como Manuel Krauskopf, miembro de la Junta Directiva; Gonzalo Guzmán, prorrector; Nicolás Bronfman, Vicerrector Académico; Paola Jarur, Vicerrectora de Comunicación Estratégica; Christian Campos, decano de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación, y Patricio Burdiles, decano de la Facultad de Medicina.
La ceremonia de entrega de este reconocimiento se realizará el jueves 22 de agosto en Campus Casona de Las Condes.
Profesor Honorario 2024
Carmen Sandoval
“Es un honor ser distinguida como profesor honorario” indica Carmen Sandoval, exdirectora de la Escuela de Química y Farmacia de UNAB, de larga y destacada trayectoria. “Estoy contenta con todo lo que he hecho, y la Universidad Andrés Bello me lo reconoce así que más feliz no puedo estar”.
La profesora Sandoval es químico farmacéutico y máster en Educación de la Universidad de Concepción (UdC). Además, obtuvo un máster en Atención Farmacéutica en Farmacia Comunitaria de la Universidad de Valencia y un máster en Seguimiento Farmacoterapéutico en la Universidad de Granada.
Realizó una brillante carrera académica en la UdC, logrando ser vicedecana de la Facultad de Farmacia, donde creó la oficina de Educación Farmacéutica. El año 2003 y tras sus estudios en España se incorpora a la Universidad Andrés Bello, donde creó la Escuela de Química y Farmacia, siendo su directora hasta el 2014. Asimismo, fue directora del Magíster en Farmacia mención Clínica, programa que inició el año 2005.
En UNAB, Carmen Sandoval puso a disposición sus amplias cualidades académicas junto con todo lo aprendido en su paso por España, para generar -desde el inicio-, cambios curriculares y un nuevo perfil de egreso para la carrera.
El farmacéutico que egresa de esta universidad es un farmacéutico clínico. Puede trabajar en todas las áreas propias del farmacéutico, pero con una noción y un compromiso con el paciente.
En este sentido, Carmen destaca la apertura que tuvo la UNAB y sus directores. “Ellos creyeron que las cosas podían hacerse de manera diferente y hoy tenemos un egresado con un 99, por no decir 100% de empleabilidad, muy bien acogido en el medio”.
A su docencia se agrega su faceta de autora, con ocho libros dedicados al ámbito farmacéutico, además de numerosos artículos. Asimismo, fue presidenta de la Federación Internacional de Farmacéuticos Ibero-latinoamericanos y de la Corporación Nacional de Especialidades Farmacéuticas, además de miembro de prestigiosas entidades del rubro.
Junto con agradecer el reconocimiento de profesor honorario, la profesora Sandoval les recuerda a sus colegas docentes la importancia del trabajo en equipo y de los conocimientos integrados, así como el compromiso con los estudiantes.
Y a estos últimos también les dedica unas palabras: “Siéntanse muy felices de haber elegido esta profesión, que es muy humana, totalmente al contrario de lo que se piensa, que son muy químicos y centrados en las moléculas de los medicamentos. Es humana, porque en el centro está una persona, que es el paciente”.
Georgina Toro
La directora del programa de Especialización en Odontopediatría de la Facultad de Odontología de UNAB, Georgina Toro, recibió con sorpresa la noticia de su reconocimiento como Profesor Honorario 2024. “Me ha hecho pensar en el camino recorrido, y sentir que de alguna manera hemos ido sembrando algo. Y el hecho de que sea reconocido por los pares tiene un significado mayor, me emociona y me compromete más todavía”, señala la académica.
Georgina Toro es cirujano dentista y especialista en Odontopediatría de la Universidad de Chile, donde además obtuvo un Magíster en Educación Superior. A UNAB llegó el año 2002, como profesora asociada, miembro del equipo fundador de la Facultad de Odontología, en donde luego fue ocupando cargos directivos.
El 2012 la Dra. Toro se convirtió en directora del programa de Especialización en Odontopediatría de UNAB, donde ha dejado una marca distintiva al enfocarse en la atención a niños y jóvenes con necesidades especiales.
Su labor fue reconocida internacionalmente el 2023, en Berlín, con el Premio de Liderazgo en Salud Global otorgado por la Fundación Golisano en conjunto con la Fundación Olimpiadas Especiales. El galardón reconoce a líderes y organizaciones del mundo que realizan una contribución significativa a la igualdad de acceso a la salud.
Ese mismo año, el programa que ella dirige obtuvo la acreditación de 6 años, convirtiéndose en el único en su disciplina en alcanzar este nivel de acreditación. Al respecto, la académica señaló:
El fruto de todo este trabajo en la Facultad de Odontología, tanto de pregrado como postgrado, es haberle dado un sello propio, de mucha humanidad, de mucha dedicación y conocimiento continuo. Nos sentimos orgullosos del posicionamiento que han alcanzado nuestros alumnos en distintas instituciones, tienen un sello que los destaca.
La Dra. Toro agradece a la universidad por apoyar el crecimiento de la Facultad y de sus docentes, logrando concretar distintas iniciativas, así como convenios con prestigiosas instituciones como Teletón, Olimpiadas Especiales y Fundación Luz, entre otras.
“Yo llegué cuando esto era un proyecto, un sueño, y ver la Facultad hoy, consolidada, cómo se ha proyectado a la sociedad, con nuestros alumnos insertos en distintas áreas, uno siente que ha cooperado con un granito de arena y eso es muy gratificante”, concluye Georgina Toro.
Mariano Rocabado
“Lo lindo de este reconocimiento es que significa que uno ha hecho un aporte a la sociedad. En mi caso, desde el área de la salud”, explica el Dr. Mariano Rocabado, fundador y exdecano de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación de UNAB.
Doctor en Terapia Física de la Universidad San Agustin (EEUU) y especialista en terapia manual ortopédica, del Institute of Health Science Atlanta (EEUU), su vasta trayectoria y experiencia a nivel mundial le ha permitido ser reconocido como un experto en trastornos cráneo-cérvico-mandibulares y columna vertebral en general.
Es miembro fundador y expresidente de la Academia Chilena de Trastornos Craniomandibulares y Dolor Facial, y de la Academia Ibero Latinoamericana de Dolor de Cabeza, Cuello y Dolor Facial, así como miembro honorario de prestigiosas academias de Brasil y Estados Unidos.
A lo anterior se suma su destacada trayectoria académica, primero como profesor titular en la Universidad de Chile, y luego en la Universidad Andrés Bello. Aquí llega el año 2004, para crear la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación, un hito en Chile y Latinoamérica.
“Formamos la Facultad en base a la Escuela de Fonoaudiología, Terapia Ocupacional y Kinesiología, manteniendo una relación directa con la Facultad de Odontología y la Facultad de Medicina”, explica Rocabado, quien fue decano hasta el 2015.
“Fuimos pioneros, con un pregrado más contemporáneo y un enfoque muy especial en todo lo que era postgrados, programas de magíster, de expertos y diplomados. Mi misión era crear expertos dentro de las distintas áreas de la rehabilitación física”, explica Mariano Rocabado. La Facultad de Ciencias de la Rehabilitación UNAB tuvo una influencia en Chile y el extranjero.
Nos transformamos en un centro de postgrado muy importante para nuestro país y Latinoamérica, formando a profesionales del área de la rehabilitación en odontología, kinesiología, todas las áreas de terapia ocupacional, y fonoaudiología.
Junto con agradecer a la Universidad Andrés Bello, el Dr. Rocabado deja un mensaje para las y los estudiantes. “Este es un área que está cambiando constantemente, el crecimiento de la tecnología nos obliga a estar al día con la medicina de hoy y la única manera de hacerlo es estudiando. Uno como profesional no deja de estudiar nunca”.
Carlos Hirschberg
“Me siento profundamente honrado de haber recibido este reconocimiento”, señala el Dr. Carlos Hirschberg desde la ciudad de Boston, EEUU, donde reside desde hace casi 30 años habiendo desarrollado una destacada carrera en prestigiosas instituciones.
Bioquímico de la Universidad de Chile y Doctor en Química de la Universidad de Illinois, realizó un entrenamiento postdoctoral en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard y en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
En 1998 asumió como jefe del Departamento de Biología Molecular y Celular de la Escuela de Medicina Dental Goldman de la Universidad de Boston, labor que desempeñó hasta 2011 y que le valió ser nombrado Profesor Emérito de esa institución.
El trabajo del Dr. Hirschberg ha establecido fundamentos clave en la glicobiología, con lo cual recibió el premio MERIT otorgado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y el premio Rosalind Kornfeld otorgado por la Sociedad Americana de Glicobiología a quienes han tenido un impacto significativo en este campo de estudio.
El Dr. Hirschberg ha mantenido un vínculo estrecho con UNAB a través de su docencia y colaboraciones científicas. Por más de una década y hasta el 2022 fue profesor visitante de los programas de Doctorado en Biociencias Moleculares y Doctorado en Biotecnología de la Facultad de Ciencias de la Vida.
“Agradezco profundamente a la Universidad Andrés Bello el haberme dado la oportunidad de desarrollar el curso llamado Experimentos clásicos de Bioquímica a más de diez generaciones de estudiantes de doctorado”, explica el profesor, quien todos los años viajaba desde Boston a Chile exclusivamente para reunirse por dos semanas con los estudiantes de estos programas doctorales.
A través de esta asignatura, el Dr. Hirschberg buscaba traspasar a sus estudiantes la manera científica de pensar que tenían los pioneros de la bioquímica moderna, muchos de los cuales recibieron el premio Nobel. “Si ellos aprenden a pensar científicamente como estos pioneros, van a ser excelentes científicos”, pensaba, agregando:
Mi gran satisfacción fue cuando en la evaluación del curso, los estudiantes escribían que al comienzo no entendían por qué tenían que leer papers científicos de más de 60 años de antigüedad pero que luego entendieron que el raciocinio científico no tiene fechas de vencimiento.
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