Conferencia en la UNAB Viña del Mar reflexionó sobre el rol humanista de la educación en tiempos de cambio
La Escuela de Educación de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, realizó una jornada que invitó a repensar la pedagogía desde la sensibilidad, el agradecimiento y la dimensión humana del aprendizaje.
La Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, reunió a destacados académicos, profesionales de la educación y estudiantes en una nueva jornada de reflexión pedagógica centrada en los valores humanos, la sensibilidad y la importancia del agradecimiento como práctica formativa.
El evento abordó temas que trascienden la vida escolar y se proyectan a toda la sociedad, incorporando miradas provenientes de la pedagogía, la filosofía y la educación pública latinoamericana. Entre los expositores estuvo el académico español Jorge Larrosa, quien destacó la relevancia de la experiencia educativa cotidiana.
El experto señaló “todos los días los buenos profesores de todas las escuelas intentan responder al cómo sensibilizar a los estudiantes ante el mundo”, subrayando que cada docente, al poner un poema, un texto filosófico o un problema matemático al centro de la clase, busca que ese contenido “sea significativo, sea real, les diga algo a los chicos”.
Larrosa también se refirió a los desafíos que plantea el énfasis contemporáneo en disciplinas STEM y en la racionalidad competitiva que predomina en las políticas educativas.
A juicio del académico, aunque este enfoque domina el discurso público, muchas personas “están empezando a mirar a otro lado y están empezando a buscar otras cosas” frente al desgaste emocional y la desorientación social del presente.
La instancia contó además con la participación de Soledad Poggio, representante del Consejo de Formación en Educación de Uruguay, quien explicó cómo el sistema educativo de su país se sustenta en una sólida cultura de lo público y en una ciudadanía comprometida.
La experta explicó que en Uruguay existe una “excepcionalidad” basada en la participación activa de estudiantes y profesores en la toma de decisiones universitarias.
Inmuniza al país frente a algunas retóricas de la destrucción y la motosierra y el tirar todo lo público por la borda.
Desde la UNAB, la directora de la Escuela de Educación de Viña del Mar, Carmen Garrido, destacó el sentido profundo de la jornada y la urgencia de recuperar prácticas formativas que conecten a estudiantes y docentes con el mundo.
La académica sostuvo que esta actividad busca “volver a hablar de valores humanos, la belleza, el agradecimiento del mundo”, conceptos esenciales para evitar que “el mundo no se nos deshaga”, como plantea Larrosa.
Garrido enfatizó la necesidad de que la escuela y la universidad superen la instrumentalización del aprendizaje y recuperen experiencias de reflexión desinteresada. “Tenemos que agradecer al mundo las cosas que vemos y, junto con ello, enseñar a los niños a eso” expresó.
Sobre la tensión entre este enfoque humanista y el predominio de criterios utilitarios, científicos o económicos, Garrido señaló que la pedagogía siempre se desarrolla en un espacio de resistencia.
El que estudia pedagogía siempre está en tensión con una institución y a veces con una sociedad que también es de consumo.
Sin embargo, recalcó que el aula sigue siendo un lugar clave para formar pensamiento propio, porque “lo que ocurre dentro de una sala de clase es vital para formar seres humanos”.
La jornada cerró con la voz de los propios estudiantes de la Escuela de Educación UNAB, entre ellos Francisca Aranda, de primer año de Educación Parvularia, quien valoró la experiencia como algo “muy interesante, ya que a través del diálogo pudimos ver otras perspectivas de lo que es la educación y cómo se implementa lo que nosotros estudiamos”.
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