18 Julio 2022

“Cóndores” de la UNAB, Luca Strabucchi y Marcelo Torrealba, revelaron cómo se gestó la gran hazaña de la clasificación de Chile al mundial de rugby

Los estudiantes de la U. Andrés Bello, Luca Strabucchi (arquitectura) y Marcelo Torrealba (ingeniería comercial) son parte de la selección chilena que clasificó por primera vez al mundial de rugby. Ambos fueron claves en la serie de repechaje ante Estados Unidos, incluso Torrealba fue elegido el mejor jugador del último partido.

El partido de ida en el Estadio Santa Laura, bajo una intensa lluvia y una derrota por 21-22, era una señal de que los “Cóndores” podrían hacer historia. Y así fue. La selección chilena de rugby clasificó por primera vez a la Copa del Mundo de Francia 2023, tras derrotar a Estados Unidos 31-29 a domicilio en Denver por el repechaje americano.

Prensa internacional elogió la hazaña del equipo nacional que logró dar vuelta el marcador y donde dos estudiantes de la U. Andrés Bello fueron claves: Luca Strabucchi (arquitectura) y Marcelo Torrealba (ingeniería comercial), quienes revelaron a Noticias UNAB algunos de sus sentimientos más íntimos de este hito para el rugby chileno.

¿En qué posición juegan y desde cuando están en el rugby?

Luca Strabucchi: Juego desde que tengo 8 años. Partí en mi club (Club Deportivo Alumni), desde ese entonces, no paré de jugar ningún año hasta los 23 que tengo hoy. La verdad es que no tengo una posición fija, el término que se usa es Utility back, las que más me gustan son segundo centro (13) y Full back (15).

Marcelo Torrealba: Medio Scrum, Scrum Half. Empecé a jugar a los 5 años en el colegio.

¿Qué pasó por sus cabezas al ir con tanta desventaja y remontar?

LS: La verdad es que pensé que el partido se nos había ido de las manos, veía muy difícil volver a estar en partido. De a poco fuimos marcando en momentos claves y cada try lo celebramos como si fuéramos ganando, hasta conseguir ir arriba por dos puntos.

MT: Cuando nos meten ese tercer try 19-0… Primero se le fue una patada relativamente fácil al pateador de Estados Unidos, fue como el primer indicio de cambio de momento y sabíamos que teníamos que marcar lo antes posible y en menos de dos minutos le dan una amarilla a ellos y somos capaces de hacer el try y revertimos todo el partido. Terminamos haciendo otro try justo en el cierre del primer tiempo.

¿En qué momento supieron que iban al mundial?

LS: La verdad es que todavía me cuesta asimilarlo, pero en el momento que suena el pitazo final no lo podía creer. Habíamos clasificado después de un partido que fue una locura, lo ganamos después de que dieran vuelta un penal que nos dejaba afuera del mundial. En ese momento, me miré con los compañeros de equipo que nos tocó verlo desde afuera y nos abrazamos, una sensación única.

MT: Creo que estuvimos seguros de que íbamos al mundial apenas salió la pelota. En ningún momento estuvimos tranquilos y solo estuvimos arriba del marcador en los últimos 4 minutos del partido. Fue un encuentro bastante tenso, con un penal que se dio vuelta en la última jugada… Fue algo increíble.

Rugby

¿Qué viene ahora para ustedes?

LS: Ahora mi foco es en el Seven, modalidad que ya estamos clasificados al mundial de Capetown septiembre 2022. Previo a eso, tenemos un campeonato (World Rugby sevens challenger series) que se hace en Chile durante 12 y 14 de agosto. Después de eso, claramente mi objetivo, es prepárame de la mejor manera para disputar un cupo para ir al mundial de XV el próximo año.

MT: Ahora, en el corto plazo, en estas dos semanitas descansar, atesorar lo que logramos, después no sabemos muy bien cómo sigue el calendario, pero retomamos los entrenamientos en agosto.

¿Cómo es compatibilizar los estudios en la UNAB y el deporte de alto rendimiento?

LS: Siendo sincero, es algo muy difícil. Creo que en el caso de mi carrera (arquitectura) me demanda mucho tiempo en los trabajos prácticos como también digitales. La cabeza está constantemente en tus proyectos y creo que eso es lo más difícil de equilibrar. Porque la preparación mental en el alto rendimiento es fundamental. Pero sin dudas la UNAB ha sido uno de mis pilares fundamentales para poder seguir estudiando. Cada semestre es un desafío, pero me voy ajustando a la exigencia que voy viviendo, siempre teniendo el apoyo y facilidades que me da la Universidad.

MT:  Estoy en la UNAB desde 2017 cuando me cambié, precisamente por la ayuda que le dan al deporte y han sido extraordinario. Me han dado toda la confianza y espacio sin tener que estar estresándome cuando tengo que rendir en el rugby, así que he podido compatibilizar las dos cosas de la mejor manera. Me queda sólo este semestre, doy la tesis y saco la carrera (Ingeniería Comercial).

¿Cuáles son las aspiraciones en el mundial?

LS: Es algo que todavía no trabajamos como equipo, un equipo que todavía se tiene que armar, pero sin dudas queremos ir a competir y tratar de estar a la altura de un partido internacional de ese nivel. Para eso tenemos que trabajar mucho y los próximos meses y la liga SLAR (Súper Liga Americana de Rugby) van a ser claves para eso.

MT: La verdad es que es demasiado temprano para tener una idea sobre eso, pero somos un grupo muy competitivo. Vamos a ir a pelear y a ganar, tratar de ganar todos los partidos que podamos, sabemos que van a ser rivales muy duros, pero siempre va a haber una chance de ganar y la vamos a tomar.

Ya pasaron a la historia del rugby chileno. En lo personal, ¿cuál crees que es el legado que dejan en este deporte?

LS: Creo que el legado que dejo en este deporte, es algo que caracteriza a muchos de acá, son valores que uno desarrolla sin estar tan consiente y cuando la vida empieza a pasar, uno los ve aplicado en miles de situaciones fuera y dentro de la cancha. La humildad, fuerza mental, responsabilidad, compañerismo y disfrutar de lo que uno hace. Seguro hay muchos más, pero esto es lo que me caracteriza y me gustaría dejar en cada persona que se cruce en mi camino.

MT: El legado que dejamos como equipo y en lo personal es demostrarle a la gente que en Chile sí se puede llevar al deporte al alto rendimiento. Creo que somos los pioneros, estamos pavimentando este camino que no se había hecho nunca y nuestro legado es que esto no pare ahora, sino que chorree a las generaciones de niños y que se siga explotando esto. Además de ser unos motivadores gigantes para que ellos puedan lograr lo mismo y seguir llevando al rugby chileno lo más alto posible.

¿Cómo se imaginan en 10 años más?

LS: Siempre me ha gustado vivir el momento y tratar de proyectarme en un futuro cercano. Pero en 10 años más, me gustaría estar terminado mi carrera deportiva como rugbista profesional, habiendo llegado lo más lejos posible.

MT: Con 36 años, me veo haciendo esa transición de jugador a entrenador. Siempre lo he dicho, y es una de las cosas que más me gustaría es ser entrenador y seguir ligado al rugby.