CiperChile | Profesor de Ingeniería UNAB advierte oportunidades de minería chilena en medio de guerra comercial

La guerra comercial que propició el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al imponer aranceles al mundo de manera unilateral, viene golpeando a los mercados y las economías. La inestabilidad sigue latente y Trump no cesa en la disputa con China.

Es por ello que economías que dependen del comercio internacional, como la chilena, se mantienen expectantes, toda vez que Chile sostiene parte de su actividad en la exportación de materias primas.

En una carta al director escrita para  CiperChile, el doctor en Ingeniería en Minas y profesor de la carrera de Ingeniería en Minas de la Facultad de Ingeniería de la U. Andrés Bello, Manuel Reyes, explica que este nuevo escenario puede ser una oportunidad para la industria local.

«El cobre chileno se destina mayoritariamente a China, que absorbe cerca del 57% de las exportaciones nacionales del mineral. Por tanto, el impacto directo del nuevo arancel es limitado. Incluso en un escenario extremo —en que China redirigiera todo el cobre chileno hacia productos que luego se exportaran exclusivamente a EE. UU.— la cota superior del impacto indirecto sería de solo 7,6% del total exportado, dado que solo un 14,8% de las exportaciones totales de China tienen como destino Estados Unidos. Esta es una hipótesis altamente conservadora, ya que buena parte del cobre se consume internamente en China o se reexporta a terceros mercados», dice.

El profesor Reyes sostiene además que la industria del cobre, principal exportación del país, es resiliente a los shocks globales y tiene una férrea estructura para resistir embates externos. Recuerda que, en medio de la pandemia, y dado sus distintos usos, las exportaciones del metal rojo crecieron 8,4% en 2020 y 41% en 2021.

Es por ello que el académico de la UNAB plantea que este es un momento oportuno para profundizar las relaciones estratégicas con China.

«Chile ha avanzado en la exportación de cátodos y concentrados de cobre, pero aún tiene margen para crecer en manufactura intermedia, componentes tecnológicos y materiales procesados. Y el momento no podría ser más propicio: China lidera la innovación en electromovilidad y almacenamiento energético, sectores altamente intensivos en cobre y litio. De hecho, se estima que la demanda de cobre del sector de baterías podría crecer un 50% en la próxima década, según proyecciones de Cochilco», detalla.

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