Ciper | El vínculo entre salud mental, inseguridad y desconfianza
En esta columna de opinión publicada en Ciper, el director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual de la UNAB, Mauro Basaure, analiza los principales resultados del estudio Radiografía de la (des)confianza en Chile del IPP, centrándose en lo que muestran respecto a la salud mental de los chilenos.
La reciente encuesta «Radiografía de la (des)confianza en Chile» del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello revela preocupantes fenómenos sociales que pueden estar afectando la salud mental de la población.
Se trata de los potenciales efectos psicológicos negativos de las percepciones de: alta inseguridad económica, en particular a perder el trabajo (1); de fuerte inseguridad pública o miedo a la delincuencia (2); de desconfianza generalizada, salvo en el núcleo familiar y las amistades (3), y -en este contexto sombrío de inseguridades y desconfianzas- de la necesidad de protección de la familia (4).
1) La inseguridad económica: el 66% de los encuestados están preocupados por quedar sin trabajo. Esta inseguridad económica constante puede ser considerada una fuente significativa de estrés y ansiedad (Di Quirico 2023). La incertidumbre sobre la capacidad de mantener un empleo y asegurar ingresos suficientes puede generar un estrés y ansiedad que se manifiesta en síntomas físicos y emocionales, como dolores de cabeza, insomnio, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
Se ha estudiado el efecto psicológico de la crisis financiera de 2008, asociándola con un aumento de los síntomas de depresión y ansiedad entre los empleados (Avčin/ Kučina/Šarotar/Radovanović/Plesničar 2011). Situaciones puntuales de incertidumbre económica parecen actuar como un estresor psicosocial y ser un predictor independiente de la mortalidad cardiovascular (Kyriopoulos/Vandoros/Kawachi 2023).
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