Medio ambiente y agua entre los cinco temas más importantes a considerar en la nueva Constitución
La IX Encuesta de Actitudes hacia el Medio Ambiente de la Universidad Andrés Bello mostró además amplia preferencia por un modelo económico basado en la innovación y el desarrollo tecnológico, como también la importancia del desarrollo sustentable en la reactivación postpandemia.
Lanzada a fines de 2020, la última versión de la encuesta de actitudes hacia el medio ambiente del Centro de Investigación para la Sustentabilidad (CIS) de la U. Andrés Bello incluyó preguntas referentes a la nueva Constitución y la pandemia. En pleno proceso constituyente y a pocas semanas de la elección de convencionales, cabe destacar algunas de las preferencias y opiniones de la ciudadanía en estas materias que fueron recogidas en este sondeo.
Al consultar por los temas más importantes en la redacción de una nueva Carta Magna, los cinco más mencionados por los encuestados son salud (65%), educación (58%), pensiones (44%), medio ambiente (38%) y agua (25%). Para Claudio Azat, director del CIS-UNAB, “esto abre la puerta a la idea de una Constitución ecológica que incluya un cambio desde un Estado subsidiario a uno social de derecho que permita garantizar un medio ambiente sano, los derechos de la Naturaleza, y un desarrollo ecológicamente sustentable que no ponga en riesgo la salud de las personas”.
Por otro lado, respecto a la posibilidad de establecer un nuevo modelo de desarrollo económico para el país, entre las opciones de respuesta múltiple destaca, con un 94% de las menciones, una economía basada en la innovación y el desarrollo tecnológico. “Esto son buenas noticias en una era donde en otros países, por ejemplo Brasil y Estados Unidos, se han instalado con fuerza ideas negacionistas contra la ciencia”, dice Azat.
Iván Franchi, investigador del CIS, agrega que “es esperable que en una nueva Constitución, como también en otros procesos legislativos y políticas públicas, se reconozca el aporte, desde la evidencia, que genera la ciencia. A esto se suma avanzar en procesos de democratización del conocimiento, donde todas las personas puedan tener acceso y tomar decisiones con mayor certidumbre sobre el desarrollo y la sustentabilidad de sus ciudades, comunas y regiones, entre otras cosas”.
El estudio indagó también sobre qué conceptos fundacionales relacionados con el medio ambiente debiesen ser prioritarios, destacando en este ítem el agua como bien de uso público con el 62% de las tres primeras menciones, el desarrollo sustentable (55%), la nacionalización de recursos naturales (48%) y el derecho a vivir en ecosistemas saludables (46%). “Hay conciencia por parte de la población acerca de los grandes conflictos ambientales del país, a la vez que un deseo de vivir en un entorno de mayor respeto por el medio ambiente”, señala Claudio Azat.
En relación a estas preferencias, Iván Franchi comenta que “habría que sumar, como propuesta, la necesidad de repensar el ordenamiento político-administrativo para avanzar hacia territorios determinados por las cuencas hidrográficas, y no por límites arbitrarios discrecionales”.
Por otra parte, en relación a la reactivación económica postpandemia a nivel global, la mayoría (57%) cree que ésta debe basarse en el desarrollo sostenible sustentable con respeto por el medio ambiente. Así, Azat considera que “la población comprende que el origen de la pandemia está asociado a la destrucción del hábitat y colonización por parte del ser humano de los espacios naturales, por lo que para evitar nuevas pandemias es necesario cambiar el paradigma del modelo económico”.
“De la misma forma, preparar nuestra vida en escenario de pandemia demanda nuevos modelos de ciudad que nos garanticen condiciones sanitarias y ambientales, los cuales sólo son posibles construyendo ciudades más sustentables y habitables”, complementa Iván Franchi.
Gonzalo Medina, también investigador del CIS, complementa que esto implica la necesidad de un nuevo paisaje epidemiológico relacionado a “ciudades con más áreas naturales, con menos tiempo de transporte, con infraestructura más verde, menos espacio al automóvil, más espacio para los medios de transporte públicos, bicicletas y pedestres, con biotopos en su interior y periferias”.