CIADE UNAB reconoce a docentes, tutores y mentores que acompañan la transición universitaria
El CIADE destaca la labor de quienes guían a estudiantes de primer año, mostrando cómo la mentoría y el acompañamiento generan un impacto real en su integración académica y personal.
El Centro Integral de Acompañamiento y Desarrollo al Estudiante (CIADE) de la Universidad Andrés Bello (UNAB) celebró el cierre del primer semestre 2025 con una ceremonia que visibilizó el compromiso de docentes, tutores y mentores. A lo largo de este período, han acompañado a más de 12.000 estudiantes en su primer año de educación superior en los campus Casona, Bellavista, Antonio Varas, República, Los Leones y Creativo de la sede Santiago, así como en las sedes de Viña del Mar y Concepción, facilitando su adaptación a la vida universitaria en un momento decisivo de su trayectoria académica.
El Taller de Habilidades para la Vida Universitaria (THPVU) se ha consolidado como uno de los ejes estratégicos de esta tarea. A través de cinco sesiones distribuidas durante el semestre, los participantes aprenden a organizar su tiempo, cuidar su bienestar emocional, mejorar su comunicación y enfrentar con mayor confianza las evaluaciones finales. Los resultados del primer semestre confirman su impacto: un 85% valora la integración social que promueve el taller, un 84% destaca el aporte al desarrollo académico y un 86% reconoce su influencia en el crecimiento personal.
Reconocer un trabajo silencioso y constante
Para Verónica Águila, directora del CIADE, destacó el impacto que este acompañamiento tiene en la experiencia académica y personal de los estudiantes de primer año, aunque su trabajo muchas veces pasa desapercibido. “Ellos destinan tiempo, energía y compromiso durante todo el semestre, incluso acompañando hasta la toma de ramos del segundo. Ese nivel de entrega merece un reconocimiento público”, explicó.
El programa no solo beneficia a quienes reciben mentoría, sino que también construye un sentido de comunidad más amplio. “Reunir a mentores, docentes y equipo CIADE en un mismo espacio ayuda a que todos veamos que somos parte de una red que acoge a los estudiantes nuevos. Nadie está solo, ni el que aprende ni el que acompaña”, señaló Águila, poniendo énfasis en la importancia de trabajar de manera colaborativa.
Docentes que acompañan la experiencia universitaria
Marcela Zarate, asesora de formación docente de la Dirección de Innovación y Desarrollo Docente (DIDD), participó por primera vez como docente en el THVU. Su experiencia le permitió conocer de primera mano la realidad de los estudiantes de primer año. “Estoy muy contenta de haber participado en esta instancia, porque nos permite identificar cómo están los estudiantes hoy en día, cuáles son sus necesidades y requerimientos. Fue un programa muy positivo, los estudiantes participaron activamente en las dinámicas, y esto se convierte en un insumo valioso para nuestra área de formación docente”, señaló.
Por su parte, Fernanda Chibey, con experiencia previa como mentora y tutora y ahora docente del THVU, destacó la riqueza de acompañar a estudiantes que llegan con perspectivas completamente nuevas. “La experiencia ha sido súper enriquecedora tanto para los estudiantes como para mí. Ellos llegan con muchas dudas y preguntas; como docentes tenemos la responsabilidad de apoyarlos no solo en materias, sino también brindando un espacio empático, respondiendo inquietudes generales de la carrera y preocupaciones sobre su bienestar”, sostuvo.
Mentores que transforman y se transforman
El programa deja huellas profundas en quienes asumen el rol de mentor. Sebastián Peralta, mentor de Santiago, recordó que su decisión de integrarse nació de sus propias dificultades al iniciar la vida universitaria: “Decidí ser mentor porque a mí me costó adaptarme. Este programa no solo beneficia a quienes llegan, sino también a quienes participan, y nos deja como una familia dentro de la institución”.
En Viña del Mar, Roberto Coloma, estudiante de tercer año de Ingeniería en Administración de Empresas, percibió la mentoría como una proyección hacia su futuro profesional como docente universitario. “En una etapa en la que todo es nuevo y surgen muchas dudas, creo que fue importante que sintieran que había alguien a quien acudir. También compartí experiencias de vida universitaria y varias risas”, recordó.
En Concepción, Lukas Lukander, estudiante de Ingeniería Civil Industrial, destacó que este reconocimiento refleja el impacto real de su labor durante el semestre: “La vida universitaria puede ser más llevadera si se organizan bien y aprovechan los recursos disponibles. Les mostré que son capaces de mucho más de lo que creen y que no están solos en este camino”, indicó.
Institucionalización y proyección
De cara a 2026, el CIADE proyecta la integración formal del THPVU al Modelo Educativo actualizado, con la asignación de un crédito SCT en el primer semestre, un programa de certificación docente y mejoras operativas. El director de Acompañamiento y Progresión Estudiantil, Ignacio Andrada, destacó que este avance responde a la filosofía educativa de la UNAB.
“Todo esto es parte de este Modelo Educativo en el cual, como institución, nos hacemos cargo de la diversidad, de poder incluir a los estudiantes nuevos y dar a cada uno el apoyo que requiere. No todos son iguales; algunos vienen con mayores debilidades, y por eso el THPVU es clave: nos permite acompañarlos de manera concreta y efectiva para que puedan desarrollarse plenamente en su primer semestre”, concluyó Andrada.