09 Octubre 2025

Chile avanza hacia la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual

La OEI, SENADIS y Universidad Andrés Bello, presentaron los resultados del estudio “Orientaciones de política pública para la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual en Chile”.

Los resultados del estudio “Orientaciones de política pública para la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual en Chile”, que fueron presentados en las Sedes de la UNAB en Santiago, Viña del Mar y Concepción, constituyen un hito en el debate sobre cómo avanzar hacia un país más justo, inclusivo y equitativo en materia de empleo para las personas con discapacidad intelectual.

La investigación que fue financiada por el Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos (FONAPI) del Servicio Nacional de la Discapacidad y desarrollado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en colaboración con la Universidad Andrés Bello (UNAB) y la Fundación Plena Inclusión, marca un piso para seguir por la misma vía.

En relación con lo trabajado, Karen Astorga directora subrogante de SENADIS, quien introdujo la entrega de información, indicó que “el aporte que realizan las personas con discapacidad al desarrollo de nuestro país es importantísimo, pero debemos dar la oportunidad. No significa que todos seamos iguales, pero todos merecemos la misma oportunidad. La misma oportunidad de trabajar, la misma oportunidad de estudiar, la misma oportunidad de una salud de calidad”.

De la misma forma, Javier Azócar, director en Chile de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (OEI), señaló que este trabajo colaboró a identificar conceptos que ayudarán a avanzar en material de inclusión laboral, tales como “la infantilización de las personas con discapacidad intelectual, dificultad en el acceso a los procesos de selección, brechas educativas y, un hallazgo importante, desigualdades de género, discriminación en particular a las mujeres con discapacidad”, destacó.

Objetivos del estudio

El estudio realizado por María Florencia Iriarte de UNAB, Taise Dalasen de Universidad Central y Daniela Navarro de la OEI, tuvo como objetivo ofrecer orientaciones en materia de política pública que fortalezcan la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual, a partir de un enfoque cualitativo y participativo. Para ello, se realizaron entrevistas y grupos focales en Santiago, Viña del Mar y Concepción, con la participación de estudiantes, egresados y egresadas del Diploma en Habilidades Laborales de la UNAB, empleadores/as, formadores/as e informantes clave.

Una de las investigadoras y también directora del Diploma en Habilidades Laborales de la Sede Concepción de la UNAB María Florencia Iriarte, habló frente a este piso iniciativas sobre la inclusión laboral.

Es un resultado importante de un proceso de investigación que muestra la realidad de lo que está ocurriendo. Nuestra motivación va más allá de ocuparnos de la formación sociolaboral de los alumnos del Diploma en Habilidades Laborales. El programa no tiene sentido si es que no garantizamos que, una vez que terminen el proceso, los estudiantes accedan a un trabajo.

Metodología y resultados

En relación con la metodología, las investigadoras aseguran que el proceso permitió recoger voces diversas y situadas, que enriquecieron los hallazgos con experiencias concretas desde distintos contextos territoriales y laborales.

“El informe analiza el marco normativo nacional e internacional, destacando instrumentos como la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas y la Ley 21.015 en Chile, que establece la obligación de contratación para personas con discapacidad. A partir de este marco, se identifican avances y brechas persistentes que aún limitan el acceso equitativo al empleo”, explicó Taise Dalasen en su exposición.

El estudio finalmente concluye que el trabajar es un pilar esencial para la autonomía, la autoestima y la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual. Sin embargo, persisten barreras significativas tales como el prejuicios y estigmas que infantilizan y reducen las oportunidades de inserción; procesos de selección poco accesibles; brechas educativas y formativas que dificultan la transición hacia empleos formales y de calidad; y desigualdades de género que afectan especialmente a las mujeres con discapacidad intelectual.

Pese a estas dificultades, la investigación identifica experiencias valiosas de inclusión, así como prácticas innovadoras de empresas, instituciones educativas y comunidades que han logrado abrir caminos hacia la equidad.

Daniela Navarro, frente a las principales propuestas del informe, destaca que se debe:

  1. Fortalecer la formación y transición al empleo.
  2. Articular la certificación de competencias laborales.
  3. Promover procesos de selección inclusivos.
  4. Consolidar la figura de gestores/as de inclusión laboral y la realización de ajustes razonables.
  5. Generar alianzas entre espacios formativos y empresas.

Las voces UNAB

Sobre la investigación, la directora del Observatorio para la Inclusión de la Universidad Andrés Bello, Alejandra Ríos también tuvo sus impresiones.

La alianza entre el aparato público y la academia que ha permitido esta investigación, muestran la relevancia de la colaboración entre los diferentes actores de la sociedad, lo que permite una mirada amplia y participativa que aporte información para avanzar, en este caso, en materia de inclusión laboral, que es un objetivo que nuestro país se ha planteado de manera decidida. Sin embargo, hacerlo sin datos puede significar un riesgo como avanzar en la dirección equivocada.

Por su parte de la directora del ProDhL de Sede Viña del Mar, Nataly Huerta destaco que “hemos avanzado a nivel país en materia de inclusión y puntualmente en inclusión laboral a través de las normativas vigentes actualmente. Sin embargo, creo que todavía hay que trabajar de manera muy potente la concientización de toda la sociedad en materia de inclusión y entender que es un derecho de las personas en situación de discapacidad».

Hoy día estamos puntualmente centrándonos en discapacidad intelectual, pero si lo hablamos desde la inclusión en su total espectro, creo que es relevante que se comprenda y se entienda que es un derecho, es un derecho fundamental.