Charla UNAB abordó el desafío de promover la participación femenina en el ámbito de la ciberseguridad

En la actividad, organizada por la carrera de Ingeniería en Computación e Informática de la U. Andrés Bello, participaron Michelle Reyes, ingeniera en Telecomunicaciones, Conectividad y Redes de Arkavia Networks; y Carlos Ramos, jefe de proyecto de la empresa ACL.

«Impulsando la participación femenina en seguridad defensiva en Chile y Latinoamérica” se tituló la charla que el pasado 18 de noviembre realizó la carrera de Ingeniería en Computación e Informática de la Universidad Andrés Bello (UNAB).

En ella participaron dos profesionales destacados de la ciberseguridad, quienes compartieron con estudiantes y alumni UNAB su visión acerca del desafío de promover la participación femenina en esta industria, particularmente en seguridad defensiva.

Se trata de Michelle Reyes, ingeniera en Telecomunicaciones, Conectividad y Redes de la empresa especializada en ciberseguridad Arkavia Networks; y Carlos Ramos, jefe de proyecto de la compañía de servicios tecnológicos ACL.

Baja participación en carreras STEM

La directora de Ingeniería en Computación e Informática, Inesmar Briceño, sostuvo que el objetivo de la actividad fue “reunir a los estudiantes y alumni de la carrera en torno a temáticas de participación femenina en el área de tecnología, con el fin de promover la incorporación de más mujeres en nuestras carreras STEM (acrónimo en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas)”.

De acuerdo con lo expuesto por Michelle Reyes, en Chile solo entre el 15% y el 18% de los profesionales en el campo de la seguridad defensiva son mujeres. A nivel latinoamericano, la cifra llega al 25%.

Además, explicó que la seguridad defensiva requiere habilidades de análisis, creatividad y estrategia, más allá de conocimientos técnicos, y enfatizó que la diversidad de género en los equipos de seguridad es crucial para fortalecer la defensa digital.

Gestión de proyectos

Por su parte, Carlos Ramos, jefe de proyecto de ACL, presentó una charla sobre gestión de proyectos, explicando las etapas del proceso, los principales actores involucrados y la importancia de gestionar la incertidumbre en lugar de solo tareas.

Según comentó la directora Inesmar Briceño, para el año 2031, la participación femenina en ciberseguridad podría llegar al 35%, “aunque la meta ideal planteada por la industria es alcanzar el 50%”, dijo.

En educación superior, si bien el 52,6% de la matrícula total es femenina, solo un 20,8% elige carreras STEM. “Esto muestra que la brecha comienza antes del mercado laboral. Por esa razón promovemos las charlas de este tipo para lograr un alza en matrícula femenina”, expresó la académica.

Principales barreras y mentorías

La directora resaltó que “actualmente presentamos una serie de desafíos, entre ellas, barreras culturales, baja exposición temprana a áreas STEM, y falta de políticas que impulsen roles estratégicos y de liderazgo, más allá de cuotas”.

Con respecto a la representación femenina en carreras STEM en Chile, esta alcanzó un 32% en 2025, un aumento respecto al año anterior, lo cual, en opinión de la académica, se debió “gracias a programas como Más Mujeres Científicas (+MC) y mentorías como Girls in Tech Chile”.

En el ámbito de gestión de proyectos TI, aunque no hay cifras exactas para Chile, estudios regionales indican que las mujeres tienen mayor presencia en roles de gestión que en áreas técnicas, “pero aún son minoría en posiciones de liderazgo estratégico”, sostuvo la directora de carrera.

Tendencia positiva

Pese a todo, la especialista destacó que “hoy contamos con una tendencia positiva para las postulaciones femeninas a carreras tecnológicas, las cuales crecieron un 16,8% en 2024”.

También indicó que “hemos avanzado, paso a paso, teniendo mayor visibilidad y políticas públicas, como la Política Nacional de Ciberseguridad 2023-2028, que incluye metas de equidad”.

Programa de Profesionales Jóvenes ACL

Por otro lado, desde la carrera de Ingeniería en Computación e Informática se presentó el Programa de Profesionales Jóvenes de la empresa ACL, el cual consta de dos etapas: una práctica inicial de tres meses remunerada, y luego, un período de especialización de tres meses.

En la instancia se compartió casos exitosos de exparticipantes del programa, como Cristóbal Walters y Max Cantero, quienes ahora trabajan en la compañía como data engineer y gerente de proyecto, respectivamente.