UNAB fue sede en Chile de la celebración de los 30 años del Programa PEW Latin American Fellows
El evento reunió a investigadores e investigadoras nacionales cuyas carreras científicas han sido impulsadas por esta iniciativa, que entrega becas postdoctorales en laboratorios de primer nivel en Estados Unidos. “Pertenecer a esta comunidad permite ser parte de una red internacional de contacto extremadamente valiosa”, dice Ariel Orellana, director del CBV UNAB y uno de los primeros becados del país.
Con un grato encuentro en Campus Casona de la Universidad Andrés Bello (UNAB) se celebraron los 30 años en Chile del programa “PEW Latin American Fellows in the Biomedical Sciences”. El evento reunió a un gran número de investigadores e investigadoras nacionales que comparten el haber sido becarios de esta iniciativa, la cual opera al alero de la organización estadounidense The PEW Charitable Trusts.
Entre las actividades programadas se realizó un interesante panel de conversación que abordó la gestión en ciencia y cómo influir en las políticas universitarias. El panel estuvo conformado por Jimena Sierralta, directora del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Chile; Juan Larraín, docente investigador y exvicerrector Académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC); y Ariel Orellana, director del Centro de Biotecnología Vegetal (CBV) y exvicerrector de Investigación y Doctorado de la Universidad Andrés Bello.
El programa de becas postdoctorales se inició en 1991 con el fin de apoyar el avance de las ciencias biomédicas en América Latina. La iniciativa otorga financiamiento para la formación de jóvenes científicos latinoamericanos en los mejores laboratorios de Estados Unidos. Cada año se realiza un proceso de postulación y selección altamente competitivo que busca elegir a 10 jóvenes que serán beneficiados con una estadía de dos años, con posibilidad de extender el período.
“La PEW es una gran organización”, señala Ariel Orellana, actual director del CBV UNAB y quien pertenece a la primera generación de chilenos becados. “Ser miembro de esta comunidad permite ser parte de una red internacional de contacto que es extremadamente valiosa. Y para un estudiante, tener la posibilidad de seguir esa trayectoria es tremendamente provechoso”, asegura, agregando que tiene colegas en todo Latinoamérica “con los cuales nos conocemos—y nos reconocemos—porque nos une el haber sido parte de esta experiencia”.
Además de Ariel Orellana, algunos PEW Fellows que han destacado en la Universidad Andrés Bello son Fernando Bustos, Carlos Blondel, Rodrigo Aguilar, Gloria Arriagada y Giancarlo De Ferrari.
PEW: una contribución al desarrollo científico local
Juan Larraín, docente y exvicerrector académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, concuerda con Ariel Orellana. “La experiencia vivida con PEW es de mucha calidad y de la posibilidad de hacer ciencia de primer mundo, entonces destaco la relevancia de esos apoyos. Volvemos a Chile muy vinculados a redes internacionales que facilitan el desarrollo científico”.
Adicionalmente, una vez concluida la estadía, la beca incluye la entrega de fondos –que hoy ascienden a $70,000 dólares—para el equipamiento de un laboratorio en el país de origen. De esta forma PEW permite que los becarios contribuyan al desarrollo de ciencia a nivel local no solo con la experiencia adquirida sino con recursos científicos.
“Para mí ese aporte fue fundamental”, cuenta Jimena Sierralta, directora del Departamento de Neurociencia de la U. de Chile y becaria PEW de la generación de 1996. Con los fondos adicionales compró equipos para su laboratorio que de otra forma no hubiese podido adquirir “porque en esa época en Chile no había ninguna iniciativa de tipo Iniciación, entonces el programa PEW es una contribución a la ciencia del país, absolutamente”.
Sierralta agrega que el programa PEW Latin American Fellows continúa ofreciendo beneficios a sus becarios a lo largo de los años. Los fellows, al igual que los miembros del Comité de Selección Local, tienen la posibilidad de participar en algunos congresos, “donde te pones al día con toda la ciencia fantástica que se hace, es muy enriquecedor”, dice.
A ello se suma el “PEW Innovation Award”, cuyos detalles fueron presentados en el evento por Paola Haeger, docente y directora del Doctorado en Ciencias Biomédicas de la Universidad Católica del Norte. Esta iniciativa otorga fondos para proyectos innovadores presentados por equipos conformados por un investigador o investigadora en asociación con un PEW fellow o scholar.
También expusieron sus experiencias PEW los académicos de la Universidad de Chile Patricio Olguín y José Luis Valdés; Luis Larrondo, docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio de Biología Integrativa; y Gloria Arriagada, académica investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas de UNAB.
La comunidad científica PEW
Desde su lanzamiento en 1991, el Pew Latin American Fellows Program in the Biomedical Sciences ha apoyado los inicios de carrera de alrededor de 300 científicos y científicas de América Latina. El programa busca fortalecer a las comunidades científicas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela. Esta iniciativa brinda a las y los becarios la oportunidad de compartir conocimiento y colaborar con más de mil fellows y scholars que forman parte de la comunidad PEW.
A lo largo de los años, el trabajo investigativo ha abordado diversas temáticas en torno a la medicina y la salud, entre ellas la microbiología, neurociencia, biofísica, inmunología, y genética, contribuyendo al desarrollo científico alrededor del mundo.
Hasta el 2022, 58 investigadores de Chile han obtenido este beneficio. De estos, 35 han regresado al país, insertándose con éxito en distintas instituciones. Las universidades con más becarios PEW son la U. de Chile, PUC y UNAB.
“El poder mantener contacto con otros becarios PEW nacionales o internacionales va ayudando a forjar una visión más comunitaria de la ciencia, y al final, parte de lo que se necesita para potenciar la ciencia a nivel local es eso: crear un ecosistema un poco más sano y robusto”, señala Luis Larrondo, docente de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio de Biología Integrativa.
“Este es un grupo que tiene una experiencia valiosa que se puede compartir”, agrega el director del CBV UNAB, Ariel Orellana. “Y eso puede ser la base para ir analizando y tomando decisiones que vayan en pos de fortalecer el desarrollo de la ciencia en Chile”.