17 Mayo 2023

SOY UNAB | Ingeniero Comercial con vocación social, creó una fundación, trabajó en el Gobierno y hoy estudia en España

Al ingresar a la UNAB, Carlos Gutiérrez comenzó un camino en el cual diversas experiencias le mostraron la importancia de potenciar la alianza público-privada. Creó una fundación educativa para niños vulnerables, trabajó en el gobierno de Chile y hoy estudia políticas públicas en Barcelona, siempre con ese objetivo.

Soy UNAB

Carlos Gutiérrez estudió Ingeniería Comercial, entre 2013 y 2016, proceso que finalizó en 2017 gracias a la doble titulación UNAB realizada en la Universidad Europea de Madrid, y desde esos años comenzó a forjar su interés por integrar los ámbitos público y privado, como principal objetivo para contribuir al desarrollo del país.

Carlos Gutiérrez

En la actualidad realiza un máster en políticas públicas y sociales en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, previo paso por el gobierno de Chile, donde entre 2018 y 2022 se desempeñó en los ministerios Secretaría General de la Presidencia, de Desarrollo Social y Familia, y de Vivienda y Urbanismo. Todas, experiencias que han confirmado esa vocación social, y en la cual, según considera, la UNAB tuvo gran incidencia.

¿Por qué piensas que la Universidad Andrés Bello fue importante para incentivarte a participar en el ámbito público?

Hubo varios factores que influyeron. Al comienzo, me llamó la atención la diversidad de todo tipo que existía en los distintos campus, y también entre los profesores y los estudiantes. Además, me tocó colaborar con diferentes directivas del centro de alumnos y, además, interactuar con las de otras carreras. Finalmente, la misma malla de Ingeniería Comercial me ofreció una visión flexible en la que convivían lo empresarial y lo social, combinación en la que vi un real sentido. Esto, además me impulsó en 2015 a crear junto a estudiantes de otras instituciones, “Sembrar Futuro”, fundación que implementa programas de acompañamiento psicoeducativo para niñas y niños vulnerables, como ocurrió cuando trabajamos con Sename.

¿Hubo algún docente que te haya marcado en ese aspecto?

Sí, Juan Eduardo Coeymans, quien había sido director del Instituto Nacional de Estadísticas, y tenía gran interés en el sector público. Era un profesor temido y respetado, pero para mí fue también un mentor que me acompañó y aconsejó, y con el que aún mantengo una relación de diálogo y amistad, y gracias a la cual he podido reforzar mis ganas de ser un aporte a nivel público.

¿El sector privado no está entre tus áreas de interés?

Sí lo está, pero en sentido de que conviva con lo público, pues es en esa alianza donde, pienso, existen las mejores oportunidades de desarrollo. Así lo veo, por ejemplo, en Europa, donde se da esta coexistencia, pero no tanto a nivel de contratos entre dos partes, sino al de la colaboración genuina en la cual ambas puedan aportarse mutuamente. En ese sentido, estoy convencido de que en los ámbitos comercial, educacional y de capital humano, entre otros, hay muchas posibilidades.

¿Qué herramientas te entregó la UNAB para desarrollar esa forma de pensar?

Me dio análisis crítico y mucho conocimiento sobre Recursos Humanos, gracias a diversos electivos donde pudimos desarrollar networking con estudiantes de distintas carreras y distintos pensamientos. Todo eso me ayudó a ampliar mi visión.

¿En esa línea es que buscas seguir contribuyendo a la sociedad?

Sí, sobre todo en lo que respecta a generar contenidos y estudios para el diseño de políticas públicas que posibiliten las alianzas con el mundo privado.