Canal 9 Biobío TV | Secuela cardiovascular por tratamiento de cáncer de mama y ejercicio físico como rehabilitación
Las carreras de Kinesiología, Enfermería y Nutrición de la UNAB, sede Concepción, lideran el proyecto “Efectos de un programa de ejercicio físico a nivel cardiovascular, metabólico, condición física y calidad de vida de mujeres sobrevivientes de cáncer".
El ejercicio físico guiado por un profesional tiene evidencia demostrada en la prevención y tratamiento del cáncer, y mucha más en la terapia de la diabetes e hipertensión arterial.
Esto ha sido planteado por el Colegio Americano de Medicina del Deporte (ACSM), recomendando ejercicio de tipo aeróbico, de fuerza y su combinación en reducir la ansiedad, depresión, fatiga, mejorar la calidad de vida, el linfedema, y la función física en este tipo de pacientes.
Investigadores de la (UNAB), sede Concepción, lideradas por Cristian Álvarez, del ICER-UNAB, Carolina Fuentes y Lisse Angarita, se adjudicaron este 2024 el proyecto: “Efectos de un programa de ejercicio físico a nivel cardiovascular, metabólico, condición física y calidad de vida de mujeres sobrevivientes de cáncer”, financiado por el IND.
El proyecto intenta testear y demostrar que, a nivel cardiovascular, mujeres sobrevivientes de cáncer mejoran mucho más sus parámetros cuando también realizan ejercicio, en relación a sólo realizar su terapia conservadora hormonal.
Así, mujeres sobrevivientes de cáncer de mama participan semanalmente en la UNAB, bajo la asesoría de investigadores, y la participación de ayudantes de investigación de las áreas de Kinesiología, Nutrición y Enfermería de dicha casa de estudios.
Relación cáncer-ejercicio
El doctor Cristian Álvarez explicó sobre esta investigación que el proyecto considera que las mujeres participantes deben realizar ejercicio por tres meses, en una cantidad determinada, es decir, deben cumplir un volumen de ejercicio por semana.
«Es algo interesante y que a futuro se pueda mejorar tanto en la Ley Nacional del Cáncer como en el Plan Nacional del Cáncer que dura hasta 2028 o como otros tipos de leyes», planteó.
Agregó que «es fundamental la inclusión como terapia de coayuda del ejercicio físico y de profesionales cuando las personas han sido diagnosticadas y mucho más, a posteriori, porque el ejercicio ayuda a la tolerancia del tratamiento», dijo el especialista del Instituto de Ciencias del Ejercicio y la Rehabilitación de la UNAB.
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