14 Octubre 2025

Barómetro UNAB: Economía chilena se mantiene positiva en septiembre

El último reporte del Instituto de Políticas Púbicas de la Universidad Andrés Bello consignó un aumento intermensual de +1,3 puntos en el Índice Económico IPP UNAB, el cual analiza 24 variables de interés para la economía nacional. Los avances se consignaron en el subíndice de expectativas (+4,5), mientras que los retrocesos provinieron desde la situación macroeconómica (-0,4) y la situación de los consumidores (-3).

El nuevo informe del Barómetro de la Economía Chilena, instrumento que monitorea mensualmente el comportamiento de 24 variables de interés, arrojó nuevas luces del estado general de la economía nacional. Así, el análisis elaborado por el Instituto UNAB de Políticas Públicas reportó que, en septiembre, se generaron once cambios dentro los indicadores que estudia el instrumento: seis fueron en sentido positivo –inflación, la confianza de los consumidores, el precio del cobre, la tasa hipotecaria, la creación de empleos y el IPSA- y cinco en dirección negativa -remuneraciones reales, el IMACEC, la incertidumbre económica, los saldos en cuentas corrientes y depósitos a plazo y la tasa de crédito de consumo-. Estos movimientos, según el reporte del IPP UNAB, impactaron positivamente por segundo mes consecutivo en el desempeño de la actividad económica en el mes de septiembre, consolidando la trayectoria positiva observada en los últimos meses.

Así, de los indicadores que componen el Barómetro de la UNAB, el 16,7% se ubicó en el cuadrante más favorable “bien y mejorando”, correspondientes a la inflación, la confianza en los consumidores, el precio del cobre y el IPSA. En tanto, en la zona “bien, pero empeorando” se localizó el 8,3%, reuniendo a las remuneraciones reales y la incertidumbre económica. Un 20,8% se posicionó en el área “mal, pero mejorando”, incluyendo al desempleo, la tasa hipotecaria, confianza empresarial, creación de empleos e Inversión extranjera directa. Por otro lado, un 16,7% de las variables se localizaron en el peor cuadrante “mal y empeorando”, correspondientes al IMACEC, las exportaciones, el saldo en cuenta corriente y depósitos a plazos y la tasa promedio de crédito de consumo.

En cuanto a los componentes que no registraron movimientos, el cuadrante “bien y sin cambios” concentró el 25,0% del total, encontrándose la deuda neta del gobierno, la proporción de deudores morosos, la participación laboral, el riesgo a nivel país, la participación laboral femenina y la tasa de informalidad. En contraparte, el área “mal y sin cambios” agrupó el 12,5% de las variables, dentro de las que se encuentra el dólar, la tasa de ocupación y el índice de avisos laborales en internet.

Economía chilena septiembre 2025

Índice Económico IPP UNAB y subíndices

En el noveno mes del año, el informe de la Universidad Andrés Bello reveló que el Índice Económico IPP UNAB registró un incremento en su variación intermensual de 1,3 puntos, segunda alza consecutiva tras la expansión de 4 puntos registrada en agosto. De esta manera, el Índice IPP UNAB consignó un valor de 21,8 puntos en septiembre, mayor a los 20,5 alcanzados en el mes previo.

 

Subíndice de expectativas

Este subíndice repuntó desde los 37,7 a los 42,2 puntos (+4,5), fortaleciéndose en la zona “bien y mejorando”. Dentro de él, ocurrieron dos cambios, uno en dirección positiva y otro en sentido negativo.

El movimiento favorable se registró en la confianza de los consumidores, que subió de 41,6 a 44,3 puntos, alcanzando su nivel más alto en los últimos seis meses y desplazándose desde el cuadrante “mal y empeorando” a “bien y mejorando”. Según el último informe de Ipsos, Chile fue el único país de América Latina que mostró un alza en agosto, mientras todas las demás economías de la región registraron retrocesos, permitiéndole al país ubicarse en el puesto 23 entre 30 países.

Por el contrario, el cambio negativo corresponde al índice de incertidumbre económica, que registró un fuerte incremento al pasar de 108,6 a 124,8 puntos, cambio que impulsó un movimiento desde el cuadrante “bien y mejorando” hacia “bien, pero empeorando”.

Subíndice de situación de los consumidores

Este subíndice perdió 3 puntos intermensuales, descendiendo desde los 8,5 a los 5,5 puntos y pasando desde el área “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. En él hubo siete cambios de cuadrante: cuatro positivos y tres negativos.

Dentro de los movimientos favorables destaca la tasa de desempleo, que descendió de 8,9% a 8,7%, lo que implicó un desplazamiento desde “mal y sin cambios” a “mal, pero mejorando”.  Si bien esta caída es una señal alentadora, debe ser ponderada con cautela dado que el desafío principal sigue siendo reducir estructuralmente la tasa de desempleo. La inflación, a su vez, también mostró un movimiento positivo, disminuyendo desde 4,0% en doce meses, lo que la acerca cada vez más al rango meta del Banco Central y permitió su desplazamiento desde “mal y empeorando” a “bien y mejorando”. El tercer cambio favorable se encontró en la tasa hipotecaria, que se desplazó desde “mal y sin cambios” a “mal, pero mejorando” producto de una caída desde 4,36% a 4,29%, impulsada en parte por el subsidio estatal al crédito hipotecario. El último cambio optimista fue la creación de empleos, que pasó del cuadrante “mal y sin cambios” a “mal, pero mejorando” a causa de una variación interanual de creación de empleo del trimestre móvil de junio de -0,0001, resultado menor, en valor absoluto, al del mes anterior (-0,0054).

Las fluctuaciones negativas en este subíndice provinieron desde las remuneraciones reales, que para el mes de julio —dado su rezago de publicación— registraron un crecimiento interanual de 2,1%, por debajo del 3,2% del mes previo, desencadenando un desplazamiento desde “bien y sin cambios” a “bien, pero empeorando”. El segundo cambio desfavorable ocurrió en el saldo en cuentas corrientes y depósitos a plazo, que pasó del cuadrante “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando” debido a una caída interanual de -5,3 %. Finalmente, la tasa de crédito de consumo fue la última variable que empeoró dentro de este subíndice, al pasar del área “bien y mejorando” a “mal y empeorando” por un aumento interanual de 0,5 puntos porcentuales, alcanzando el 18,5%, alza que se traduce en que endeudarse resulta ahora más costoso para los consumidores.

 

Subíndice de situación macroeconómica

Por último, el subíndice de situación macroeconómica se mantuvo en el cuadrante “mal y empeorando”, al registrar una caída en su puntaje desde -4,2 a -4,6 (-0,4). Al interior de este subíndice se produjeron dos cambios de cuadrante: uno positivo y uno negativo.

El cambio positivo se encontró en el precio del cobre, cuyo valor —medido en dólares estadounidenses por libra (US$/lb)— pasó de 4,42 el 14 de agosto a 4,52 el 12 de septiembre. En contraste, el desempeño negativo en este subíndice fue en el IMACEC, que sufrió un desplazamiento desde “bien, pero empeorando” a “mal y empeorando”, motivado por un crecimiento interanual de apenas 1,8%, muy inferior al 3,0% observado el mes anterior, y también por debajo de las expectativas del mercado. Según el Banco Central, el IMACEC no minero creció 2,5% interanualmente, impulsado por los sectores de servicios y comercio, mientras que la producción de bienes cayó 0,9%, arrastrada por una menor extracción minera y debilidad en industria eléctrica. Este desempeño refleja una desaceleración generalizada de la actividad económica, con el componente minero lastrando el resultado agregado pese al dinamismo en servicios y comercio.

Conclusiones

El análisis del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello concluyó que los movimientos del mes de septiembre hicieron que la economía chilena mantuviera el ritmo positivo comenzado en el mes de agosto, lo que se refleja en un alza general de 1,3 puntos en el Índice Económico IPP UNAB y, en específico, en uno de sus componentes: el subíndice de expectativas (+4,5).

Economía chilena septiembre 2025

Así, el informe del IPP UNAB concluye que en septiembre la economía chilena mostró señales que combinan focos de resiliencia, como en las expectativas y la confianza, pero aún con desafíos persistentes, especialmente en el mercado laboral y el consumo. Lo anterior, refuerza la necesidad de políticas que consoliden un crecimiento sostenido y reduzcan las vulnerabilidades que afectan la capacidad de los hogares para beneficiarse de manera homogénea de la recuperación.

El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, señaló que «se observa un desacople cada vez más evidente entre los datos macroeconómicos y las expectativas. La confianza de los hogares alcanzó su mejor nivel en seis meses, el IPSA marcó un desempeño histórico y el riesgo país se mantuvo en mínimos, y sin embargo la inflación no está totalmente controlada y el crecimiento económico no repunta. Las autoridades monetarias debieran evaluar estos antecedentes”.