Barómetro IPP UNAB: La economía chilena se estanca en junio
Un nuevo informe del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello concluyó que, si bien la economía nacional mostró leves señales de mejora en el sexto mes del año, no se registra una tendencia clara hacia la mejora ni al empeoramiento.
Por Catalina Duco
El último reporte del Barómetro de la Economía Chilena del Instituto UNAB de Políticas Públicas reveló que, para el mes de junio, cinco de los 20 indicadores tuvieron cambios de cuadrantes, tres en dirección positiva y dos en sentido negativo. Sin embargo, a pesar de que la actividad económica muestra pequeños indicios de mejora, el informe concluye que la economía se encuentra en una fase de estancamiento.
Para este mes, el cuadrante más positivo del Barómetro – “bien y mejorando”- concentró el 30% de las variables -tasas de créditos hipotecarios, deudores morosos, participación laboral, spread soberano, IPSA y remuneraciones reales-. Por su parte, un 25% de los indicadores se posicionaron en el cuadrante “bien, pero empeorando” -deuda neta del gobierno central, incertidumbre económica, precio del cobre, brecha de participación laboral de género e inversión extranjera directa-; un 20% en el “mal, pero mejorando” -inflación, confianza empresarial, confianza de consumidores y saldo en cuentas corrientes y depósitos-. Por último, un 25% de las variables están en el área “mal y empeorando” -exportaciones, creación de empleos, IMACEC, dólar y desempleo-.
Movimientos de junio
Cinco variables experimentaron cambios significativos dentro del Barómetro de la Economía Chilena durante este mes, la mayoría en sentido positivo, a diferencia de lo ocurrido en el mes anterior donde cuatro de las seis variables que cambiaron de cuadrante lo hicieron desfavorablemente.
En sentido positivo se movieron los deudores morosos, el spread soberano y el IPSA. En el caso del primero, pasó de estar “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” debido a que, para el mes de junio, un 3,97% de la población se reportó como deudores morosos, presentando una disminución de 0,27 puntos porcentuales respecto de mayo. Sin embargo, esta cifra todavía se encuentra por sobre el límite sano de esta variable (2,95%).
Desde el cuadrante “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” evolucionó el spread soberano o riesgo país, obteniendo 139 puntos básicos en junio, 9 puntos menos que el 15 de mayo del 2023. Esta reducción, la más alta desde agosto de 2021, revela una disminución en la percepción de riesgo por parte de los inversores.
Finalmente, el IPSA pasó de estar “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”, alcanzando 5.681 puntos el día 15 de junio. Esta mejora se debe, en parte, a las ganancias ligadas principalmente a servicios básicos.
Por el contrario, en el terreno de las fluctuaciones desfavorables, se encuentran la inversión extranjera directa y el dólar. En cuanto a la primera, presentó una disminución muy significativa para el mes de junio, pasando desde área “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”, con una variación porcentual de 21,11% respecto al mes de mayo. Por su parte, el dólar cambió desde el cuadrante “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”. Para el 15 de junio se registró un valor de $800,1 por dólar, el cual se ha encontrado al alza estos últimos días, explicado en parte por una variación positiva del 1,62% del precio del cobre, según el último informe de Cochilco Chile.
Otras variables relevantes
El nuevo informe del Instituto UNAB de Políticas Públicas también ahondó en otros indicadores que, si bien no experimentaron cambios de cuadrante, son importantes para tener una mirada integral del desempeño de la economía chilena en su conjunto.
Dentro del cuadrante más positivo –“bien y mejorando”- continúan la tasa de créditos hipotecarios, la cual alcanzó un valor promedio a mayo de 2023 de 4,23%, nuevamente presentando una cifra por debajo de su valor promedio en marzo y 0,12 puntos porcentuales menor a su valor en abril del año 2022. La participación laboral, por su parte, alcanzó el valor de 60,89%, viéndose levemente estancado en comparación con el mes anterior. Finalmente, las remuneraciones reales obtuvieron una variación de 0,8% respecto a mayo, evidenciándose una inmovilización en esta variable, muy cercana a estar por debajo de su periodo sano.
En el sector “bien, pero empeorando”, se encuentra la brecha de participación laboral de género. En ella, la participación laboral de los hombres se encuentra en 71,1%, con una disminución de 0,3% puntos porcentuales respecto al mes anterior. En el caso de las mujeres, se observó un cambio en la tendencia positiva que se venía registrando desde septiembre del 2022, alcanzando un 51,04%, lo que significa una disminución de 2.088 mujeres trabajadoras respecto al mes anterior. En este cuadrante también se mantuvo la incertidumbre económica, la cual obtuvo para el mes de mayo 177,39 puntos, presentado un aumento sostenido desde su punto más bajo en febrero, cuando se encontraba en 147,41 puntos. Aunque esta variable se encuentra mejor respecto al mismo mes del año 2022, el Banco Central en su informe de Estabilidad Financiera, advirtió que esta tendencia se debe en gran parte a las deterioradas condiciones financieras globales.
En el cuadrante “mal, pero mejorando” destaca la inflación, la cual anotó una variación anual de 8,70% y mensual de 0,1% en mayo, acumulando 2,5% en el quinto mes del año. De las 12 divisiones que componen la canasta del IPC, diez de estas aportaron incidencias positivas en la variación mensual del índice, mientras de dos aportaron incidencia negativa, el cual es su totalidad se traduce en un aporte de 0,055 puntos porcentuales al IPC.
La confianza empresarial, en tanto, llegó a 41,36 puntos, disminuyendo levemente respecto al mes anterior y manteniendo aún las expectativas empresariales en un nivel pesimista. Al analizar el detalle por área, se observa que las expectativas en el comercio y la construcción mejoraron, mientras que en la industria y la minería cayeron con respecto al mes anterior. La confianza de los consumidores se mantuvo estable de igual forma que el mes de abril, pero con un valor levemente menor (con 0,01 punto porcentual de diferencia), pero aun así manteniendo un alto nivel respecto a los últimos 9 meses.
Por último, los saldos en cuentas corrientes y depósitos a plazo, controlando por población, tuvieron una disminución de -0,09%, respecto al mismo mes del año anterior, lo que significa que las familias se encuentran con problemas de liquidez, pero cada vez menos graves.
En el cuadrante más negativo “mal y empeorando” se mantuvo el desempleo, el cual alcanzó a una tasa de 8,7%, lo que implica 853.902 personas se encuentran dentro del mercado laboral buscando trabajo y aún no encuentran, representando un aumento respecto al trimestre anterior de 15,1% de crecimiento anual. Por su parte, la creación de empleos disminuyó, llegando a 171,25 mil puestos creados, siendo menor en 37,33 mil empleos a lo creado en el trimestre móvil anterior.
El IMACEC, finalmente, obtuvo 107,2 puntos para el mes de abril, con una diferencia porcentual de -1,03% respecto al mismo mes del año 2022, a la vez registrando un decrecimiento de 1,1 puntos porcentuales respecto al mes de marzo 2023.
Conclusiones del mes de junio
Por su parte, el Índice Económico IPP UNAB -el cual se calcula en base al estado de los 20 indicadores que componen el Barómetro- evidenció una leve mejora en junio, encontrándose cerca del punto cero del gráfico. Esto muestra una continuación de lo ocurrido en mayo, donde el ritmo de mejora de la economía comienza una leve tendencia positiva, aunque todavía no lo suficientemente significativa para repuntar y volver definitivamente a un crecimiento normal.
Así, los últimos resultados del Barómetro de la Economía Chilena retratan que la economía chilena se encuentra estancada, sin una tendencia clara hacia la mejora o el empeoramiento, lo cual se explica en parte debido a la política monetaria contractiva que ha logrado bajar lentamente la inflación a costa de enfriar la economía.
Gonzalo Valdés, subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, indicó ante estos resultados que “por primera vez en mucho tiempo, la economía chilena se observa estática tanto en el corto como en el largo plazo. Si hacemos doble click en las variables de corto plazo que explican este estancamiento, vemos que los indicadores relacionados con el empleo son los que llevan más tiempo en el cuadrante más negativo del Barómetro, mientras que las variables asociadas a la inversión -como la confianza empresarial y el IPSA- se han ido moviendo hacia el cuadrante más positivo”.
En cuanto a las medidas necesarias para retomar la senda del crecimiento, Gonzalo Valdés enfatizó que “dado que Chile aun no es un país desarrollado, existen muchas oportunidades de mejora. Para disminuir la desigualdad no basta con una reforma tributaria, es necesario también enfocarse en aumentar la productividad y que estos recursos se gasten de forma más eficiente. Por eso, en el largo plazo, el desafío es mejorar nuestra productividad a través de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial”.