27 Julio 2023

Barómetro IPP UNAB: La economía chilena se encuentra en una etapa de transición a la espera de señales del Banco Central

Un nuevo informe del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello muestra una posición neutra de la economía para el mes de julio, donde el componente de largo plazo ralentizó el ritmo de mejora que venía manteniendo desde noviembre de 2022, mientras que el de corto plazo aún se encuentra en terreno positivo, pero disminuyendo la velocidad de recuperación.

por Catalina Duco

El último reporte del Barómetro de la Economía Chilena del Instituto UNAB de Políticas Públicas reveló que, para el mes de julio, seis de los 20 indicadores tuvieron cambios de cuadrantes, tres en dirección positiva y tres en sentido negativo. De esta manera, el informe de la Universidad Andrés Bello concluye que la economía nacional se encuentra en una fase de transición, donde fuerzas económicas en direcciones positivas y negativas se compensan, ubicando a la economía en una posición neutral.

Para julio, el cuadrante más positivo del Barómetro – “bien y mejorando”- concentró el 25% de las variables -remuneraciones reales, tasa de créditos hipotecarios, el spread soberano, el IPSA y brecha de participación laboral de género-. Por su parte, un 30% de los indicadores se posicionaron en el cuadrante “bien, pero empeorando” -deuda neta del gobierno central, incertidumbre económica, deudores morosos, precio del cobre, participación laboral y la inversión extranjera directa-; un 20% en el “mal, pero mejorando” -ahorro en cuentas y depósitos, creación de empleos, inflación y desempleo-. Por último, un 25% de las variables están en el área “mal y empeorando” -IMACEC, confianza empresarial, confianza de los consumidores, el dólar y las exportaciones-.

Movimientos  en julio

Seis variables experimentaron cambios significativos dentro del Barómetro de la Economía Chilena durante julio, tres en sentido positivo y tres en negativo, a diferencia de lo ocurrido en el mes anterior donde la mayoría fue en dirección positiva (tres de cinco).

En sentido positivo se movieron el desempleo y la creación de empleos, que pasaron de estar “mal y empeorando” a “mal, pero mejorando”, y la brecha de participación laboral de género que se movió desde “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”.

En el caso del primero -el desempleo-, pasó a estar “mal, pero mejorando” debido a que la tasa de desempleo para el trimestre móvil marzo-abril-mayo fue de 8,5%, cifra menor al promedio de lo encontrado en los 3 trimestres anteriores (8,7%). De esta manera, un total de 841,9 mil personas que se encuentran dentro de la fuerza laboral no encuentran empleo, mientras que en el trimestre móvil anterior esa cifra llegaba a las 853,9 mil personas.

El mismo movimiento experimentó la creación de empleos, reportando una creación de 179,1 mil puestos de trabajo para este trimestre móvil, por encima en 7,9 mil creados en el trimestre móvil anterior.

El último cambio de cuadrante positivo lo experimentó la brecha de participación laboral de género, que se movió desde “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”. Dentro de las razones que explican este cambio es que las mujeres aumentaron su participación laboral en comparación al trimestre anterior en 23,6 mil mujeres, cifra mayor al aumento en la población femenina en edad de trabajar que fue de 6,2 mil mujeres. Sin embargo, la participación laboral masculina disminuyó en 8,1 mil hombres mientras que la población en edad de trabajar aumentó en 6 mil hombres, lo que resulta en una disminución de la tasa de participación masculina.

Por el contrario, en el terreno de las fluctuaciones en sentido desfavorable, se encuentran los deudores morosos y en la participación laboral, que pasaron del cuadrante “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”, y a la confianza de los consumidores que pasó de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”.

En primer lugar, destacan los deudores morosos, los que pasaron a ubicarse en el cuadrante “bien, pero empeorando” debido a un crecimiento de esta población respecto al mes anterior en 24,5 mil personas.

En cuanto a la participación laboral -que al igual que los deudores morosos pasó de “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”-, el movimiento se explica porque la tasa para el periodo actual es menor al promedio de los tres trimestres móviles previos. En el último trimestre con información disponible la tasa de participación laboral fue de 60,9%, con un aumento en la fuerza laboral de 15,5 mil personas respecto al trimestre anterior y de 271,5 mil personas a 12 meses.

Finalmente, la confianza de los consumidores también se movió hacia un terreno más negativo, pasando desde “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando” dado una caída del índice, el cual alcanzó un valor de 39,4 en junio -el último mes disponible-, y que cumple con cuatro años de posición pesimista por parte de los consumidores. Particularmente en este mes se observa un empeoramiento en el subíndice del área laboral y de las expectativas económicas de los consumidores, mientras que el subíndice de situación económica actual y de inversiones tuvieron una mejora en este periodo.

Otras variables relevantes

El nuevo informe del Instituto UNAB de Políticas Públicas también ahondó en otros indicadores que, si bien no experimentaron cambios de cuadrante, actualizaron sus valores para esta versión del Barómetro de julio.

Dentro del cuadrante más positivo –“bien y mejorando”- se encuentra el índice de remuneraciones reales, el cual tuvo un aumento de 1,2% al comparar con el mismo periodo en 2022, anotando su tercer mes con variación positiva, mostrando cómo el poder adquisitivo de los asalariados se comienza a recuperar debido a la tendencia a la baja de la inflación. En este cuadrante, además, destaca el IPSA, índice que anotó valores históricos superando los 6.000 puntos. Esto último, influido por las expectativas de una disminución en la tasa por parte del Banco Central, y por la disminución en la inflación estadounidense, que se encontró en 3% bajo el 3,1% esperado.

En el sector “bien, pero empeorando”, se encuentra la incertidumbre económica, indicador que anotó una disminución a 12 meses de 29% y de 2% respecto al mes anterior, mostrando un escenario menos volátil en la economía chilena, tanto por la estabilización general de sus variables más estructurales, y por menores disrupciones tanto en el proceso constitucional como en las diversas iniciativas legales que se discuten actualmente. Esto también se produce por un escenario internacional más estabilizado, donde existen ciertas luces de un mejoramiento de la economía mundial. Asimismo, el precio del cobre se mantuvo también en este cuadrante, anotando un valor de 3,79 dólares por libra, cifra por debajo del promedio en los tres meses previos, y que se explica por el panorama económico en China.

En el cuadrante “mal, pero mejorando” destaca nuevamente la inflación, variable que alcanzó una variación intermensual en junio de -0,2%, con caídas mensuales destacadas en vestuario, calzado y transporte. Así, la variación del IPC obtuvo un valor de 7,6%, por debajo de lo encontrado en los 15 meses precedentes y que continúa con la tendencia decreciente de la variación a 12 meses del IPC. En tanto, el ahorro en cuentas y depósitos tuvo un aumento de 1% respecto al mes anterior controlando por inflación, lo que se debió mayormente a un incremento en los depósitos a plazo de los chilenos.

En el cuadrante más negativo “mal y empeorando” se encuentran la confianza empresarial, indicador que tuvo una disminución en su última actualización de 1,8 puntos, y una caída de 8% a doce meses. Esto ubica nuevamente las expectativas empresariales globales en niveles pesimistas, con disminuciones en los sectores de construcción y minería, mientras que en comercio e industria el movimiento fue positivo. El IMACEC también se encuentra en este cuadrante, el cuál cayó en 2% para mayo 2023 y con una caída desestacionalizada de 0,5% intermensual y de 2,2% a doce meses explicada por el descenso en minería y en comercio. El dólar, a su vez, alcanzó un valor de $816 pesos el 12 de julio, el cual ha ido en aumento debido a los datos débiles de China y su demanda disminuida, que ponen presión en el precio del cobre, y a las expectativas de un recorte de tasas por parte del Banco Central más próximas y agresivas.

Conclusiones del mes de julio

Por su parte, el Índice Económico IPP UNAB -el cual se calcula en base al estado de los 20 indicadores que componen el Barómetro- se ubicó en una posición neutra para el mes de julio, donde el componente de largo plazo que pasó a un estado positivo en el mes anterior ralentizó el ritmo de mejora que venía manteniendo desde noviembre de 2022. Por su parte, el componente de corto plazo se encuentra en terreno positivo, pero disminuyendo el ritmo de mejora y acercándose al empeoramiento desde marzo del 2023, el cual también se estancó en esta versión.

Así, los resultados en julio del Barómetro de la Economía Chilena retratan que la economía chilena se encuentra en una posición neutral y, aunque si bien se ubica de manera no conclusiva en el cuadrante “bien y mejorando” desde junio, para esta actualización su ubicación se nubla aún más debido a que se estancaron los componentes de largo y corto plazo.

Gonzalo Valdés, subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, indicó ante estos resultados que “el seguimiento ordenado de variables diversas durante el primer semestre permite identificar que la economía nacional se encuentra en un punto de inflexión: la inversión y los salarios vuelven a crecer, mientras que por primera vez el desempleo cambia de cuadrante en el Barómetro. Sin embargo, los ahorros, la morosidad y la confianza de las familias en el futuro se encuentran en terreno negativo. La inflación parece controlada y el Banco Central ha entregado señales de bajar la tasa de política monetaria. Así, nuestras proyecciones indican que -si no hay shocks externos- la economía podría volver a un estado positivo a fin de año”.

Asimismo, Gonzalo Valdés enfatizó que “aunque no se pueden descartar shocks en el futuro próximo como consecuencia de la guerra en Ucrania, o un empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y China, todo indica que las autoridades de Hacienda y Economía debieran reenfocar sus esfuerzos al crecimiento de largo plazo de nuestro país”.