Barómetro IPP UNAB: los efectos del repunte de la economía en mayo
El último reporte del Instituto de Políticas Púbicas de la Universidad Andrés Bello consignó un alza intermensual de 3,6 puntos en el Índice Económico IPP UNAB, el cual recopila 24 variables de interés para la economía. Los avances provinieron desde el frente macroeconómico, pero áreas como el mercado laboral y la vulnerabilidad externa aún generan preocupación.
El nuevo informe del Barómetro de la Economía Chilena que presenta de manera mensual el Instituto UNAB de Políticas Públicas reportó que, en mayo, se generaron catorce cambios dentro de las 24 variables que monitorea el instrumento: fueron siete en sentido positivo –la inflación, el IMACEC, las tasas hipotecarias, la confianza de los consumidores, el dólar, el precio del cobre y el IPSA- y siete en dirección negativa -las remuneraciones reales, la incertidumbre económica, los deudores morosos, la creación de empleos, los saldos en cuentas corrientes y depósitos a plazo, la tasa de ocupación y el índice de avisos laborales en internet-. Estos movimientos, según el reporte del IPP UNAB, impactaron positivamente en el desempeño de la economía y reflejarían un escenario de transición donde, por un lado, se observan mejoras y, por otro, persisten deterioros y retrocesos que causan alerta.
Así, de los indicadores que componen el Barómetro, el 29,2% (-8,3 puntos) se ubicó en el cuadrante más favorable “bien y mejorando”, correspondientes a la inflación, IMACEC, precio del cobre, participación laboral, IPSA, participación laboral femenina y tasa de informalidad. En tanto, en la zona “bien, pero empeorando” se localizó el 33,3% (+8,3 puntos), correspondiente a las remuneraciones reales, la deuda neta del gobierno, la incertidumbre económica, los deudores morosos, la confianza en consumidores, las exportaciones, el riesgo y la tasa de ocupación. Un 8,3% (sin variaciones) se posicionó en el área “mal, pero mejorando”, dentro de las cuales se encuentran las tasas promedio de créditos hipotecarios y el dólar. Finalmente, un 29,2% de las variables (sin variaciones) se localizaron en el peor cuadrante “mal y empeorando”, correspondiente al desempleo, la confianza empresarial, la creación de empleos, los saldos en cuentas corrientes y depósitos a plazo, la inversión extranjera directa, la tasa promedio de crédito de consumo y el índice de avisos laborales por internet.
Índice Económico IPP UNAB y subíndices
En el quinto mes del año, el informe de la Universidad Andrés Bello reveló que el Índice Económico IPP UNAB registró un alza en su variación intermensual de +3,6 puntos, repunte tras dos caídas consecutivas en los meses de marzo y abril. De esta manera, en mayo el Índice IPP UNAB consignó un valor de 14,5 puntos, superior a los 10,9 registrados en el mes anterior.
Subíndice de expectativas
Este subíndice subió de los 19,8 a 24,4 puntos, consolidando su posición en el cuadrante “bien, pero empeorando”. Dentro de él, ocurrieron tres cambios de cuadrantes, de los cuales dos son positivos y uno negativo.
Los movimientos favorables se registraron, en primer lugar, en la confianza de los consumidores, que subió de 40,8 a 43,1 puntos, según Ipsos. Este avance impulsó un cambio ascendente de cuadrante, pasando de “mal” a “bien”, explicado principalmente por una mejora en la percepción de la situación económica actual y una mayor disposición al consumo, aunque persiste en terreno pesimista. El IPSA, asimismo, registró un alza interanual de 28,3% al 14 de mayo, avance atribuido principalmente al acuerdo comercial alcanzado entre Estados Unidos y China, lo que ha favorecido las perspectivas del mercado bursátil nacional.
Por el contrario, el único cambio negativo corresponde a la incertidumbre económica, la cual aumentó desde 112,4 a 139,1 puntos, provocando un desplazamiento desde “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”.
Subíndice de situación de los consumidores
El subíndice de situación de los consumidores tuvo una caída en magnitud, pasando de 7,4 a 5,9 puntos, suficiente para provocar un cambio negativo desde el cuadrante “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. En este subíndice hubo ocho cambios de cuadrante, de los cuales 6 fueron negativos y solamente 2 fueron positivos.
Entre los positivos destaca la inflación, cuyo ajuste ha sido uno de los desafíos centrales en los últimos años. En abril, la inflación alcanzó un 4,5% interanual, su nivel más bajo en lo que va del año, aunque por encima de la meta del Banco Central, lo que justificó la decisión de la entidad de mantener la Tasa de Política Monetaria en 5%. El otro comportamiento favorable se observó en las tasas de crédito hipotecarios, que disminuyeron levemente de 4,41% a 4,38%, ajuste suficiente para provocar un cambio de cuadrante desde “mal y empeorando” a “bien y mejorando”.
Los cambios negativos dentro de este subíndice fueron mayores. El índice de remuneraciones reales, por ejemplo, pasó de una variación interanual de 3,5% a 3,3% según los últimos datos disponibles, lo que provocó un cambio desde “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. Los deudores morosos, en tanto, aumentaron levemente en su variación intermensual, pasando de 3,92% a 4,06% de la población mayor de 18 años, lo que provocó un cambio de cuadrante desde “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”.
Otra variable que empeoró fueron los saldos en cuentas corrientes y depósitos a plazo, que registraron una caída interanual de 6,8%, profundizando la tendencia descendente ya evidenciada en el mes anterior, e impulsando un desplazamiento desde el cuadrante “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”.
En el frente laboral, durante el periodo analizado prácticamente no se generaron nuevos puestos de trabajo, registrándose una variación de -0,04% en la creación de empleos que contrasta con el 0,5% del mes anterior. Este resultado representa no solo un empeoramiento respecto al mes previo, sino que también en comparación con el promedio de los últimos tres meses, lo que justifica el cambio desde el área “bien y mejorando” a “mal y empeorando”. Asimismo, la tasa de ocupación disminuyó levemente, pasando de 57,1% a 57%, lo que provocó un cambio de zona desde “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. Por último, el índice de avisos laborales por internet sufrió un cambio negativo al pasar de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando” a causa de una caída de 10,2% interanual y de 7,6% respecto a marzo al ubicarse en 65 puntos en abril, retroceso que sugeriría que la recuperación observada en marzo no constituyó un cambio de tendencia estructural.
Subíndice de situación macroeconómica
Por último, el subíndice de situación macroeconómica pasó a estar en zona positiva, luego de dos meses consecutivos en terreno negativo, tras un fuerte incremento desde -14,1 a 2,6 puntos, lo que permitió un cambio de cuadrante ascendente desde “mal y empeorando” a “bien y mejorando”. Las variables que componen este subíndice registraron tres cambios de cuadrante, todos positivos.
En primer lugar, IMACEC anotó un crecimiento interanual de 3,8%, lo que favoreció una evolución desde “mal y empeorando” a “bien y mejorando”. Al desglosar sus componentes, se observa que este crecimiento fue impulsado por una expansión generalizada de la actividad económica, destacando el sector de servicios, que mostró la mayor variación y contribución. Paralelamente, el Banco Central de Chile informó que el PIB del primer trimestre de 2025 creció un 2,3% interanual, superando las expectativas del mercado y reforzando la señal de recuperación.
El segundo cambio positivo corresponde al tipo de cambio, que al 13 de mayo se ubicó en $941,2, significativamente por debajo de los $978,1 registrados el mes anterior. Esta caída refleja una apreciación del peso chileno frente al dólar, explicada principalmente por la alta incertidumbre del mes previo, asociada a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y la posterior voluntad de ambas potencias de alcanzar un acuerdo, lo que contribuyó a estabilizar los mercados y fortalecer la moneda nacional.
El tercer y último movimiento favorable corresponde al precio del cobre, que alcanzó los 4,3 USD por libra tras haberse acercado a los 4 USD/lb en el mes anterior, mostrando una tendencia al alza que se espera que continúe en los próximos periodos.
Conclusiones de mayo
El análisis del Instituto de Políticas de la Universidad Andrés Bello concluyó que la distribución de las variables al interior del Barómetro de la Economía refleja una mejora en la situación económica intermensual a nivel general. Al analizar el comportamiento de los subíndices, la recuperación de la situación macroeconómica —que vuelve a terreno positivo tras varios meses en zona crítica— representa una señal alentadora, en línea con el crecimiento del PIB del primer trimestre y el repunte del IMACEC. Sin embargo, esta situación convive con un retroceso en la situación de los consumidores, afectado por un deterioro en variables laborales y financieras que dan cuenta de una recuperación aún dispareja.
El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, afirmó que “estos resultados muestran que nos encontraríamos en un escenario de transición donde conviven señales ambiguas de recuperación -como lo observado en el ámbito macroeconómico- con áreas que aún requieren atención, especialmente el mercado laboral y la vulnerabilidad externa. Por ello, el desafío para las autoridades en el corto y mediano plazo será consolidar los avances sin descuidar los rezagos, con el fin de avanzar hacia una recuperación más equilibrada, sostenida y resiliente”.