24 Enero 2025

Barómetro IPP UNAB: Economía chilena finaliza el año 2024 en una condición más débil que en 2023

Según el último reporte del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, el Índice Económico IPP UNAB alcanzó 9 puntos en diciembre, cifra que representa una caída de 4 puntos respecto a noviembre y que se transforma en la más baja desde enero de 2024. Así, el país inicia el año 2025 en un escenario desfavorable para enfrentar los desafíos políticos y económicos que se proyectan en el plano nacional e internacional, como las elecciones populares de noviembre y los eventuales conflictos comerciales entre China y Estados Unidos.

El nuevo informe del Barómetro de la Economía Chilena que presenta de manera mensual el Instituto UNAB de Políticas Públicas reportó que, en diciembre, se generaron diez cambios dentro de las 24 variables que monitorea el instrumento: cuatro fueron en sentido positivo –desempleo, inflación, Ipsa e IMACEC- y seis en dirección negativa -remuneraciones reales, precio del cobre, confianza empresarial, confianza de los consumidores, exportaciones y tasa promedio ponderado de créditos de consumo-. Estos movimientos, según el reporte, evidenciarían el desfavorable pie en el que se encuentra la actividad local para enfrentar los desafíos nacionales e internacionales que se vislumbran para este 2025.

De los 24 indicadores que componen el Barómetro, el 29,2% (-8,1 puntos) se ubicó en el cuadrante más favorable “bien y mejorando”, correspondientes a la inflación, el IMACEC, los deudores morosos, la creación de empleos, el spread soberano, el IPSA y la tasa de informalidad laboral. En tanto, en la zona “bien, pero empeorando” se localizaron el 29,2% (+4,2), incluyendo las remuneraciones reales, la deuda neta de gobierno, la incertidumbre económica, el precio del cobre, la participación laboral, la tasa promedio de créditos de consumo y la participación laboral femenina. Un 16,7% (+4,2 puntos) se posicionó en el área “mal, pero mejorando”, dentro de las cuales se encuentran el desempleo, la tasa promedio de créditos hipotecarios, la confianza de consumidores y el índice de avisos laborales de internet. Finalmente, un 25% de las variables (sin variaciones) se localizaron en el peor cuadrante “mal y empeorando”, correspondientes a la confianza empresarial, el dólar, las exportaciones, el saldo en cuentas corrientes y depósitos a plazo, la inversión extranjera directa y la tasa de ocupación.

Evolución de los subíndices

En el último mes del año, el Índice Económico IPP UNAB decayó al pasar del cuadrante “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”, situación que se debe a una caída de 4 puntos en su valor con respecto al mes anterior, pasando de 13% a 9%, el peor desempeño desde enero de 2024.

Dentro de este índice, el subíndice de expectativas, en primer lugar, alcanzó un valor de 17,5 puntos (-7,9 puntos en comparación a noviembre) y, dentro de él, se produjeron tres cambios de cuadrantes: uno positivo y dos negativos. En sentido favorable se movió el IPSA, que pasó de estar “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando”, con un valor de 6.781 puntos el 12 de diciembre, el mayor nivel desde el 27 de mayo, y con 20 acciones cerrando al alza (de las 28 empresas nacionales que se consideran en el índice).

En tanto, los movimientos negativos se generaron en la confianza empresarial y en la de los consumidores. La primera cambió de un estado “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando” a causa de un descenso de 4,5 puntos, pasando desde 46,3 en octubre a 41,8 en noviembre, situación que continúa ubicando las expectativas empresariales en un área pesimista. Por sector, las mayores caídas se presentaron en la actividad industrial y en minería, además de que todos los sectores se ubicaron en el área pesimista. Por su parte, la confianza de los consumidores pasó de “bien y mejorando” a “mal, pero mejorando”, cayendo 1,5 punto intermensual y 1,1 punto interanual, alcanzando un valor de 41,9 puntos en el último dato disponible a noviembre de 2024. De esta manera, el indicador arroja también que las expectativas de los consumidores se mantienen a en un nivel pesimista.

El subíndice de situación de los consumidores, por su parte, alcanzó un valor de 7 puntos (-0,1 punto) en diciembre y, en él, se generaron cuatro cambios de cuadrante: dos positivos y dos negativos. Entre los positivos, se encuentra el desempleo, que pasó desde “mal y empeorando” a “mal, pero mejorando”, con una tasa de 8,6%, valor inferior al promedio de los tres trimestres móviles anteriores. Así, para el trimestre agosto-septiembre-octubre, el total de personas que no están ocupadas y buscan empleo corresponden a 868 mil, mientras que el trimestre anterior este número alcanzaba las 885,5 mil personas.

La otra variable que presentó un cambio favorable fue la inflación, que pasó de “bien, pero empeorando” a “bien y mejorando” al alcanzar un valor de 4,2% en noviembre, por debajo del promedio de los tres meses anteriores. En ella, las divisiones que aportaron a una variación positiva corresponden al equipamiento y mantención del hogar y a información y comunicación, mientras que las que aportan una variación negativa corresponden a alimentos y bebidas no alcohólicas, bebidas alcohólicas y tabaco y educación.

Respecto a los cambios negativos, uno de ellos se generó en las remuneraciones reales, las cuales pasaron de estar “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”, con una variación anual positiva de 2,9%, cambio que se produce debido a que las variaciones anuales de los tres meses anteriores fueron mayores. En general, el informe del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello destaca que las remuneraciones han crecido a un ritmo significativo, ajustándose a los episodios inflacionarios de años anteriores, y por políticas como el aumento del salario mínimo.

La tasa promedio de créditos de consumo, en tanto, también presentó un cambio pesimista, al pasar del cuadrante “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando”. A pesar de que esta tasa ha mantenido un ritmo de mejora -disminuyendo según los recortes de la Tasa de Política Monetaria-, para esta versión del Barómetro presentó un leve aumento en su promedio ponderado hasta un 18,6%, por encima de la media de los tres meses previos.

Por último, el subíndice de situación macroeconómica se mantuvo en el cuadrante “mal y empeorando” al igual que en el mes previo, con un valor de -6,4 puntos. En él, se registraron tres cambios de cuadrante: uno positivo -el IMACEC, que pasó desde “mal y empeorando” a “bien y mejorando”- y dos negativos -precio del cobre que pasó de “bien y mejorando” a “bien, pero empeorando” y las exportaciones, variable que cambió de estar “bien y mejorando” a “mal y empeorando”-.

El IMACEC evolucionó favorablemente este mes debido a una variación anual para octubre de 2,3%, por encima de la del mes de septiembre de 0% y del promedio de los tres meses previos, mientras que la desestacionalizada fue de 0,4%. Al analizar por tipo de actividad, el comercio y la minería presentaron los mayores incrementos, de 6,2% y 3,5% respectivamente.

Luego, en los movimientos negativos, el informe del Barómetro de la Economía Chilena consigna que el precio del cobre alcanzado el 12 de diciembre fue de 4 dólares por libra, por debajo de la media para los tres meses previos. Sin embargo, en su proyección del precio promedio del cobre para 2025, Cochilco establece que este alcanzará 4,25 la libra, aunque se espera alta variabilidad.

Por último, el total de exportaciones de bienes alcanzó los 7.941,3 millones de dólares en noviembre, cifra inferior a octubre y al promedio de los tres meses previos, lo que impulsó un movimiento de cuadrante en dirección negativa. Sin embargo, cabe destacar que, respecto a lo registrado en noviembre de 2023, las exportaciones de 2024 fueron mayores con 90.741 millones de dólares entre enero y noviembre de 2024, versus los 86.635,9 millones de dólares alcanzados en el mismo período del año anterior.

En el cierre de 2024, el informe del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello reconoce que las fluctuaciones que mostró la economía durante 2024 -con una leve recuperación a principios de año, seguida de un retroceso y estancamiento que continúa hasta diciembre- ha mantenido la incertidumbre sobre su solidez y capacidad de recuperación.

Así, al analizar a las variables que más han cambiado entre diciembre de 2023 y 2024, se encuentra que la inversión extranjera directa presenta un acumulado a 12 meses para octubre de 2024 menor en un 33% a lo alcanzado en octubre de 2023. Por otro lado, el saldo de cuentas corrientes y depósitos a plazo ha presentado una caída de 7% real entre estos meses.

Frente a este contexto, Gonzalo Valdés, subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, asegura que “una economía débil con un desempleo estructural innecesariamente alto hace pensar que los temas principales de la elección presidencial 2025 sean la seguridad y el empleo, generando un contagio hacia la política. Un escenario negativo permanente podría llevar a que candidatos fuera del establishment se vuelvan competitivos”.